Oh I'm just counting

Cónozca la histórica carta de los Trece DC que se opusieron al Golpe desde el primer día. Andrés Aylwin la firmó y el padre de Piñera se arrepintió a última hora

Foto: Andrés Aylwin acompañando a dos dirigentas juveniles de la DC mientras eran llevadas detenidas

Por Alfredo Peña R.

La historia de la carta de los Trece, como es conocida en la DC, tiene distintas historias.

Andrés Aylwin y fundamentalmente, el ex vice presidente de la República, Bernardo Leighton fueron los artifíces de la redacción de esa carta. Incluso hubo amenazas de fusilamiento de parte de las autoridades militares de la época si esa carta se hacía pública. Andrés Aylwin la firmó igual.

Desde la DC señalan que en principio eran 16 los firmantes pero tres de ellos desistieron por las amenazas de los militares y algunos dirigentes del propio partido que temían por la vida de los que firmarían esa carta.

Esa carta tiene un llamativo pedazo de papel pegado en el extremo inferior derecho, justo donde están las firmas. Así se mantiene hasta hoy, guardado en el Museo de la Memoria.

Foto: La carta de los Trece con el papel pegado abajo a la derecha

Los firmantes señalan que ese papel lo pegó Bernardo Leighton. Para sacar a los tres arrepentidos entre ellos, el padre del actual presidente, José Piñera Carvallo, que era militante DC junto a su mujer, Magdalena Echenique, quien contactó a Leighton para pedir borrar su nombre del documento. Todos temían por sus vidas o las de sus familias.

El mandatario ratificó esa información hace 8 años. “Mi padre firmó esa carta. Había una discusión muy fuerte, muy profunda. Recuerdo que muchos le pidieron y lo instaron a que no siguiera con esa firma. De hecho, mi padre no firmó finalmente el documento definitivo, pero sí fue un opositor al gobierno militar desde el primer día”.

Según informaciones del interior de la DC, José Piñera Carvallo también había firmado la otra carta de la DC, que validaba el golpe de Estado contra el gobierno de Allende y los que lo convencieron a retirar su nombre y seguir la posición oficial del PDC de la época fueron Eduardo Frei Montalva quién era el Presidente del Senado y Patricio Aylwin Azócar Presidente de la DC en 1973.

¿Por qué redactaron la carta?

"Me molestó que la DC el día del golpe hubiera hecho una declaración en el fondo tolerando el Golpe", recordó Andrés Aylwin en una entrevista

Y seguidamente añadió que Patricio Aylwin que era presidente del partido en esa época se enojó con él por firmar: "Mi hermano se sintió conmigo".

Y contó cómo se redactó la carta a sólo dos días de haber ocurrido el Golpe. Recordó que todo comenzó en la noche del 10 de septiembre de 1973, cuando él y Bernardo Leighton, que era parlamentario y que había sido ministro del Interior de Frei Montalva, supieron que la Armada ya había iniciado movimientos en Valparaíso. 

Con los otros firmantes de la carta tenían un acuerdo:"Nosotros estábamos decididos a que en caso que hubiese un golpe, teníamos que hacer lo posible para evitarlo, tratar de expresar el apoyo al gobierno. Cuando llegué a casa de Bernardo, los hechos ya se habían precipitado. Entonces dijo que teníamos que hacer una declaración y los tres primeros puntos ya los tenía redactados".

En esa línea, Andrés Aylwin sostuvo que "nosotros teníamos la sensación de que no iba a haber ninguna declaración ese día, porque sabíamos que iba haber mucha discusión. Por eso hicimos esa declaración, no queríamos nada que fuera término medio, porque éramos contrarios al golpe militar

La Carta textual de los 13 DC

Hoy, 13 de septiembre de 1973, los abajo firmantes, dejando constancia de que ésta es la primera ocasión en que podemos reunirnos para concordar nuestros criterios y explicitar nuestra posición política, después de consumado el golpe militar de anteayer, venimos en declarar lo siguiente:

1) Condenamos categóricamente el derrocamiento del Presidente Constitucional de Chile, señor Salvador Allende, de cuyo Gobierno, por decisión de la voluntad popular y de nuestro partido, fuimos invariables opositores. Nos inclinamos respetuosos ante el sacrificio que él hizo de su vida en defensa de la Autoridad Constitucional.

2) Señalamos que nuestra oposición a su gobierno fue siempre planteada para preservar la continuidad del proceso de cambios que tuvo el honor de iniciar en nuestro país el gobierno de la Democracia Cristiana y al mismo tiempo para impedir su desviación antidemocrática. Mantenemos en todas sus partes las críticas que en dicho contexto formulamos al gobierno de la Unidad Popular y al Presidente Allende. Reiteramos, por eso mismo, que, en conformidad a nuestras convicciones personales y a las repetidas determinaciones de la Democracia Cristiana, jamás tuvimos otra actitud parlamentaria o particular que no fuera la oposición dentro del cauce democrático destinada a obtener la rectificación de los errores cometidos por el gobierno del Presidente Allende e impugnados por nosotros.

3) La falta de rectificación, que en definitiva nos llevó a la tragedia, es responsabilidad de todos, Gobierno y Oposición, porque el deber de mantener una democracia no puede ser eludido por nadie. Pero a nuestro juicio hubo quienes tuvieron mayor responsabilidad.

En primer lugar, el dogmatismo sectario de la Unidad Popular, que no fue capaz de construir un camino auténticamente democrático para el socialismo adecuado a nuestra idiosincrasia. Especial condenación merece la irresponsabilidad de la ultraizquierda.

En segundo lugar, la derecha económica que, con fría determinación, aprovechó los errores de la UP para crear un clima de tensión, de ceguera y de pasión política que, unido a lo anterior, hizo imposible un consenso mínimo al descalificar a quienes lo buscábamos con objetividad y con cordura.

4) Estos sectores extremos alienaron psicológicamente a la opinión pública e incluso a numerosos dirigentes políticos y jefes militares, creando la sensación falsa de que no había otra salida para la crisis chilena que el enfrentamiento armado o el golpe militar. Reiteramos hoy, igual que siempre, nuestra convicción profunda de que, dentro de los cauces democráticos, habríamos podido evitar en Chile la implantación de un régimen totalitario, sin necesidad de pagar el costo de vidas y los excesos inevitables en las soluciones de fuerza.

5) La Junta Militar ha manifestado su intención de restituir el poder a la voluntad del pueblo y respetar las libertades públicas. Esa intención la recogemos como positiva para la restauración democrática y la paz social y esperamos que se cumpla sin demora al tenor de las declaraciones formuladas.

6) En cuanto a nosotros, consideramos que nuestra suprema responsabilidad en esta hora, la que asumimos por encima de toda otra consideración, reside en proseguir la lucha por los principios de la Democracia Cristiana y por la restauración de la democracia chilena, fuera de la cual aquellos carecen de vigencia. Los hechos que hoy lamentamos señalan que sólo en libertad, sustentada por la mayoría del pueblo y no por minorías excluyentes, se puede aspirar a la transformación humanista y democrática de Chile que constituye nuestra meta y fortalece nuestra voluntad”.

Bernardo Leighton Guzmán, diputado, ex-ministro, ex-vicepresidente de la República.

José Ignacio Palma, ex-diputado, ex-ministro, ex-presidente del Senado.

Renán Fuentealba Moena, senador, ex-diputado, ex-delegado de Chile a las Naciones Unidas.

Fernando Sanhueza H., diputado, ex-presidente de la Cámara.

Sergio Saavedra, diputado, ex-intendente de Santiago.

Claudio Huepe G., diputado, ex-intendente de Arauco.

Andrés Aylwin Azócar, diputado.

Mariano Ruiz-Esquide, diputado.

Jorge Cash M., profesor, periodista.

Jorge Donoso, abogado, publicista.

Belisario Velasco, economista, ex-gerente de la Empresa de Comercio Agrícola.

Ignacio Balbontín, sociólogo, profesor universitario.

Florencio Ceballos, abogado, asesor sindical