Por Equipo Cambio21
Paralelo al proceso de instalación de la oposición por parte de la centroizquierda corre la renovación de las directivas de algunos de sus partidos. En concreto, la Democracia Cristiana, el PPD y Revolución Democrática.
De acuerdo con la opinión de analistas y dirigentes emblemáticos de este sector, se necesita que todas las colectividades estén con sus cúpulas establecidas antes de iniciar las conversaciones respecto a dos temas: la forma en que encararán las acciones del gobierno de Sebastián Piñera y la manera de abordar el ítem programático de cara a los próximos desafíos electorales de 2020 y 2021.
Lo inmediato
El próximo 6 y 7 de abril, Revolución Democrática elegirá a su nuevo Consejo Político, órgano de máximo poder al interior del colectivo que fundó el diputado Giorgio Jackson.
Por norma, cada lista que se presente a la elección debe apelar a la paridad de género, es decir, 4 mujeres y 4 hombres.
En cuanto a facciones, los denominados “pantalones largos” llevarían a Ana María Yáñez para la presidencia y Sebastián Depolo (exjefe de campaña de Beatriz Sánchez) y Kena Lorenzini (excandidata a senadora) como vicepresidentes. “Organizando la esperanza” se llama el eslogan.
A su vez, los “terceristas” aspiran a mantener el control del partido que hoy preside Rodrigo Echecopar. Diego Vela (jefe de gabinete del senador Juan Ignacio Latorre) va a la cabeza en compañía de los dirigentes Ana Mora y Juan Diego Gómez.
Después vienen los “territorialistas” y los “comunes”, bandos críticos de la cúpula central que se presentan unidos bajo la lista “Territorios comunes” y con Pablo Padilla, Emilia Ríos y Alejandro San José dando la batalla.
Por último, los “divergentes” aspiran a ganar con los dirigentes Alejandra Millán, Rodrigo Hernández y Jazmín Aguilera.
Competencia abierta
La Democracia Cristiana está oficialmente en campaña. Hasta el 10 o 15 de abril próximo se extiende el plazo para que las listas que quieran presentarse a la presidencia del partido se inscriban para competir.
La elección será el 25 de mayo y ya hay nombres corriendo. Primero, Alberto Undurraga, exministro de Obras Públicas de Bachelet y exalcalde de Maipú que en su momento adscribió al sector de los “príncipes” (hijos y nietos de los fundadores de la falange).
Después emerge el exdiputado Fuad Chahín, de los “colorines”, facción que fundó el fallecido dirigente Adolfo Zaldívar.
Desde regiones se menciona al senador Francisco Huenchumilla, exintendente de La Araucanía en la pasada administración y un duro crítico del recién asumido gobierno de Piñera.
Cierra la nómina el exdiputado y actual consejero nacional del partido Gutenberg Martínez, quien después de la junta nacional de enero declaró estar en “estado de reflexión” respecto a su militancia y que incluso buscó la creación del “Centro Reformista” desde fuera de la DC, pero sin resultados concretos hasta el momento. Es la cara de los “guatones” históricos en la flecha roja.
En llamas
La situación que tiene como protagonista a Pilar Armanet le agregó un factor de tensión extra al proceso de elección de la mesa directiva del PPD.
La exministra en el primer gobierno de Michelle Bachelet y exfuncionaria de confianza en las administraciones de Patricio Aylwin, Eduardo Frei y Ricardo Lagos presentó -en calidad de rectora de la Universidad de Las Américas- un requerimiento ante el Tribunal Constitucional que solicitaba la declaración de inconstitucional del Artículo 63 del proyecto de educación superior, que fue impulsado por la saliente administración de la Nueva Mayoría y que prohibía expresamente que los controladores de los planteles técnicos y universitarios persiguieran fines de lucro.
Más allá de que prosperen o fracasen las peticiones de expulsión del partido que pesan en su contra y tomando en cuenta como antecedente la suspensión de la militancia decretada por el Tribunal Supremo del PPD, es un hecho que este caso pondrá a prueba a quienes han sido erigidos como posibles candidatos a presidir a la colectividad, el excanciller Heraldo Muñoz, el senador Ricardo Lagos Weber, el exministro Francisco Vidal y el exdiputado Marco Antonio Núñez.
Según informó La Tercera, a Muñoz lo dan como descartado para asumir este desafío, dado que está interesado en trabajar en el perfil doctrinario del PPD, trabajo que lidera hace meses el exdiputado y extimonel Víctor Barrueto. Sin embargo, otras fuentes lo tendrían bajo el apoyo de los senadores Guido Girardi y Jaime Quintana para articular una lista con Vidal y el saliente embajador Domingo Namuncura.
Lagos Weber, en tanto, propone que antes del nombre se analicen las cualidades que se necesitan para sacar a la tienda de la actual crisis que sufre tras la merma electoral sufrida en la pasada elección parlamentaria.
Para finalizar, Núñez aspira a formar una mesa de unidad con todas las facciones. Es decir, “girardistas” y “laguistas”.
Los comicios fueron fijados para el 10 de junio, aunque la idea es realizar antes un congreso ideológico.