Como nunca antes los exjugadores de fútbol profesional están involucrados en política.

 

Anote para esta campaña electoral: José “Pepe” Rojas, Gabriel “Coca” Mendoza (concejal UDI) y Juvenal Olmos (excandidato por RN), exseleccionados nacionales identificados con Universidad de Chile, Colo-Colo y Universidad Católica, apoyan a la candidatura presidencial de Sebastián Piñera; Francisco “Murci” Rojas, otro exídolo albo, pertenece al equipo de la abanderada DC Carolina Goic, y David Henríquez, exdefensor del cacique y de la UC, quiere ser diputado por el PRO de Marco Enríquez-Ominami.

 

Más atrás: Iván Zamorano, exdelantero emblema de “La Roja” y colocolino de corazón, respaldó a Ricardo Lagos Escobar en 1999, pero hace poco fue el primero en darle el visto bueno a Joaquín Lavín (UDI) en su retorno a la alcaldía de Las Condes. Lo mismo Carlos Caszely, símbolo de la izquierda en los años 70 y 80 en el elenco popular y en la selección, que también terminó trabajando por el exministro de Piñera en su época de jefe municipal.

 

Leonardo “Pollo” Véliz, Leonel Herrera, padre e hijo, y el mejor jugador de la historia de Chile, Elías Figueroa, también patentaron sus preferencias ideológicas hasta el día de hoy.

 

 

 

“No es muy habitual que jugadores activos y retirados se manifiesten por una tendencia política-partidista”, admite el expresidente del Sindicato de Futbolistas Profesionales, Carlos Soto.

 

En diálogo con Cambio21, el otrora defensa de la UC expresó que “están entrando a la política los que no juegan a cargos municipales, pero a partir de ahora en otra área, como son los escaños parlamentarios. Lo normal es que el jugador activo no es muy pro a dar opiniones de carácter social que tengan una propaganda. Siempre están al margen”.

 

“Solo con el voto final veremos si realmente tuvo influencia la vinculación de ellos en algún candidato. A mí me gusta, porque la gente tiene que opinar, dado que el caso del futbolista al menos tiene llegada en el barrio. Y si son famosos, con mayor razón si lo que se busca es sacar diferencias. Imagínate que Alexis Sánchez o Arturo Vidal opinen sobre un candidato a favor o en contra. Eso sí que puede influenciar fuertemente en una elección”, agregó.

 

 

Desde las redes sociales aparecieron hinchas de Colo-Colo y la “U” que criticaron fuertemente a “Pepe” Rojas y a Mendoza por su apoyo a Piñera aludiendo a su origen popular.

 

Acá Carlos Soto recordó que en una entrevista “dije que la cosa está dividida en cuanto a votación, 50 y 50. Tiene que ver con la conciencia de clase”.

 

“Uno pensaría que el futbolista proviniendo de un sector socioeconómico medio-bajo debería tener una inclinación política de centroizquierda. Pero en la práctica se da otra situación. Por ejemplo, Marcelo Salas era de derecha y Zamorano de izquierda. Y a mí me tocó jugar con eso y no mezclar la política en las labores del sindicato”, manifestó.

 

 

“La gente que va a ir a votar tiene sus preferencias más o menos claras”, nos comenta el analista de la Universidad del Desarrollo, Eugenio Guzmán. “Por lo tanto, no veo que para los indecisos esto sea un factor determinante. Eso pasaría si toda la población fuera a votar, que no es el caso. Pasaría de todo, hasta el ‘Cocinando con Mónica’ (espacio de los años 80) apoyando a Beatriz Sánchez influiría en algo”.

 

Lo de los jugadores en pantalla “muestra una cierta diversidad de clase que hace que una coalición sea múltiple y que por ese lado puede tener algo más de influencia, pero nada más. Es un bálsamo que usan todos los conglomerados. También ponen a empresarios, dueñas de casa, minorías étnicas y sexuales, etc.”

 

¿Chile futbolero? “Bueno, Piñera es de Colo-Colo y no creo que toda la gente de ese club vote por él. Allamand era de la Católica y no creo que todos sus electores sean hinchas de ese equipo”.

 

“Para construir imágenes simbólicas no solo se necesitan futbolistas, sino que haya elementos multiclase y multi-intereses, porque todos tienen grupos de interés de todo tipo”, resumió el docente, que, entre comillas, es hincha de la “U”.