Las semanas previas a la segunda vuelta de la elección presidencial evidenciaron una profunda división ideológica en buena parte de la sociedad chilena.
Piñera vs Guillier fueron la razón por la que se insulto, se mintió, se confabuló, se enemistó y hasta hubo golpes entre opositores y adherentes de cada bando.
Incluso, a nivel familiar, las diferencias fueron fruto de que el núcleo se quebrase. La polarización se agudizó, siendo las amenazas de tiempos mejores contra peores una impronta.
Esto hace que la sociedad y los analistas se cuestionen la tranquilidad del país, la tan reverenciada democracia chilena no está en riesgo, pero si puede ser remecida por los ciudadanos.
¿Se pueden esperar mayores divisiones? ¿Serán 4 años movilizados los que traerá la administración Piñera? Nuestra tradición republicana está en juego, para algunos.
Miradas
Marco Moreno, decano de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Central, es crítico frente a las divisiones ciudadanas, asegurando que “estas se dan más a un nivel de élites políticas antes que en la ciudadanía”, comenta.
“Me parece que la ciudadanía no aparece afectada por este fenómeno, esto porque si bien tenemos un sistema muy politizado, nuestra sociedad está muy despolitizada. En este sentido hay una falta de preocupación y entendimiento de la política”, argumenta el cientista.
“Cualquier movilización también está en entredicho, aunque podrían haber movilizaciones, pero todo relacionado con las expectativas de la gente, pero no a partir de una polarización ciudadana. Recordar que las movilizaciones del 2011 fueron algo espontáneo, cosa que podría llegar a suceder con la salud y las pensiones”, concluye.
Por su parte, Nolberto Díaz, secretario general de la CUT, es tajante al vislumbrar la administración de Sebastián Piñera.
“Lo que esperaremos como trabajadores es que cumpla su palabra de que tendrá más cercanía con la ciudadanía y con los movimientos sociales. Además, esperamos que todos aquellos lugares donde se aprecia la conformación de los movimientos sociales, juntas de vecinos, organizaciones estudiantiles y los sindicatos, sean activos”, analiza.
“Esperamos que la administración de Piñera sea más activa frente al diálogo, tanto con las personas como con los sindicatos. Esperamos que se cumpla con todos aquello que se ofreció”, indicó.
Frente a la posibilidad de movilizaciones, Nolberto Díaz dice que “estamos prestos frente a este gobierno, y frente al que venga, a movilizarnos si vemos que significa retroceso. Esperamos que los anuncios que se hicieron se hagan realidad. No queremos que se regulen los servicios mínimos. Esperamos que las declaraciones que hizo Piñera no se vean reflejadas en proyectos de ley, porque en la calle y en el parlamento nos opondremos”, finaliza.
