Por María Cristina Prudant
Juan Pablo Saéz es actualmente gestor cultural luego de una corta pero prolífera carrera como actor. Es reconocido por su papel de Billy en la teleserie Adrenalina que marcó un hito en la televisión chilena. Con el tiempo, derivó al mundo político y fue Core durante cuatro años; postuló a un nuevo período pero no fue reelecto. Dadas sus condiciones de administrador y otras es considerado como un buen candidato a diputado o alcalde a futuro. Por ahora continúa con sus actividades como productor de teatro. Con motivo de las Fiestas Patrias presentó la obra chilena “La Pérgola de las Flores”.
Juan Pablo Sáez conversó con Cambio21 sobre sus actividades y opinó acerca de la contingencia nacional y política.
¿Qué le parece a usted los primeros seis meses del gobierno de Piñera?
No estoy hablando de política, pero puedo contar que mi sensación es que gobernar no es nada de fácil. Como decimos en el campo, otra cosa es con guitarra. Se ve que en muchas áreas el haber tenido la experiencia de un primer gobierno, obviamente le ha hecho cometer menos errores que en el primero por lo menos en lo que se refiere a las denominadas Piñericosas. De alguna manera pareciera ser que hay menos Piñericosas que en el gobierno anterior.
Pero como siempre, todos los años, sin importar el color político del gobierno que esté de turno, hay crisis y problemas importantes que estallan como la crisis medioambiental que está ocurriendo ahora en Quintero, o una nueva conmemoración del 11 de septiembre (golpe militar) y son situaciones que obligan a que las autoridades hagan declaraciones. Por ahí parece que salieron algunas poco felices del último discurso de Piñera, o poco aceptadas. Es imposible que todo el mundo quede satisfecho.
El tema medioambiental, que usted menciona, ¿ha sido bien tratado o han sido erráticos?
Voy a ser muy honesto, estoy bastante distanciado de la política contingente porque estuve tan metido que decidí este año tomar distancia. Veo las noticias una vez al día como cualquier ciudadano, pero no estoy en la profundidad absoluta de lo que está pasando y podría cometer errores al hablar sin conocimiento de causa. No sería justo porque desconozco si están tomando medidas más contundentes.
Pero sí tendrá una postura frente al tema de la contaminación medioambiental en general...
Por supuesto, pero creo que sería injusto endosarle este problema al gobierno. Los problemas con Enap, que funciona en Ventanas, existen desde que yo tengo uso de razón con lo cual habría que pasarles la cuenta a todos los gobiernos desde hace 30 años. Entonces, pienso que efectivamente hay una labor de los parlamentarios que debería ser un poco más férrea en el sentido de tener una regulación más exhaustiva, una normativa más en la línea de los países desarrollados. Menos permisividad para las empresas que contaminen y, al mismo tiempo, que eso fuera acompañado de un presupuesto que permitiera controlar y sancionar en forma mucho más contundente a las empresas que se salen de la normativa. Pero, para eso está la eterna paradoja entre progreso y medio ambiente. Por un lado todos los gobiernos son medidos por la cantidad de empleos que generan; entonces, los presidentes y ministros se arriesgan a una medida impopular si fueran cerrando empresas todos los días porque están contaminando. Hay una delgada línea roja en el tema ambiental, es muy delicado.
Alejado de la política pero militando
--- Es extraño que usted se aleje de la política porque se rumorea que tiene condiciones para ser candidato a diputado o alcalde
Quién lo dice. Lo dicen , pero nadie lo conversa conmigo. Qué amable es la gente, es tan amorosa la gente, alguna gente.
¿Le gustaría postular a uno de esos cargos?
Yo tengo muy arraigada la vocación de servicio social o público porque estudié en un colegio muy comprometido socialmente como el San Ignacio y me formé con Felipe Berríos, Benito Baranda, con ese tipo de gente. Pero tampoco creo que uno tenga que atribuirse condiciones superiores a la del resto, eso es como una suerte de candidatos mesiánicos que aparecen. Yo entré un rato a la política e hice lo mejor que pude esos 4 años, desde un cargo bien complejo que es el de Core. La verdad que la obra de los consejeros es bastante poco visible porque generalmente quienes inauguran y salen en las fotos de las obras que uno saca adelante son los alcaldes o los intendentes, y está bien que así sea.
Pero, todos sabemos que la política es tan ingrata, va acompañada de tanta crítica, que es muy poca la gente que rescata lo positivo que uno puede haber hecho. Pero bueno volví a mi origen que es la gestión cultural, que es igualmente ingrata, pero estoy en un ambiente un poquito más protegido que es el mundo artístico y no es tan duro como la política.
En su condición de actor ¿qué le mejoraría a Piñera de su día a día?
A mí me tocó conocerlo antes que fuera Presidente y tengo una visión bastante distinta por alguna gente de su familia, por sus hijos; me tocó conocerlo de un lado más humano, más social y en ese plano es un tipo muy simpático. Entonces, no quisiera salir hablando mal de él. Además yo soy de una formación muy republicana y respeto mucho al Presidente de la República, incluso si no es de mi color político. Y más en Fiestas Patrias, imagínate.
Pero,¿ votó por Piñera o por otro candidato?
Yo soy muy disciplinado y como formaba parte del Pacto de la Nueva Mayoría voté por Guillier, pero yo tuve mi candidato en su momento, pero no corrió. Yo apoyé también a Carolina Goic en su momento y porque la conozco muchos años y somos amigos.
¿ Usted sigue militando en la Democracia Cristiana?
Sigo militando, muchos se han salido pero yo sigo adentro.
¿Por qué?
Porque no soy de irme cuando las cosas están mal, pero me lo he pensado también. Permanezco ahí esperando que venga una renovación del partido.
Gestor y no empresario
¿Es complejo este rol de empresario cultural?
Lo que pasa es que yo la palabra empresario la valoro mucho, pero siento que mueve a un poco de error. El empresario siempre es relacionado con mucha abundancia económica. A mi me gusta mucho más decir gestor cultural, que tiene que ver con empujar los proyectos para que salgan adelante, buscar los financiamientos para que puedan cristalizarse y ocurrir, más que lucrar con el mundo artístico. A mi lo que me interesa es que se pueda sostener la operación que puede hacerse sustentable, que sea saludable, que no se le quede debiendo plata a la gente, que todo el mundo pueda tener un honorario digno, ojalá más que eso. Que las ideas de los artistas se puedan materializar.
¿Es difícil ser gestor cultural en Chile?
En Chile todo es difícil. Ser periodista, mago, profesor, médico, actualmente todo tiene su complejidad. Pero cuando uno tiene vocación profunda supera todas las adversidades.Y sale adelante.
¿Cuál es su pensamiento sobre el NO, ahora que se acerca una nueva celebración?
Tengo recuerdos maravillosos de esa gesta electoral. Yo era muy chico todavía no tenía la edad para votar. Como decía uno de los spots con la fuerza del lápiz logramos, finalmente derrotar esa dictadura tan terrible por la cual pasó nuestro país. Era un tiempo muy polarizado en que uno discutía fuertemente con compañeros de colegio, familiares, vecinos, podía uno casi llegar a los combos, pero afortunadamente el camino pacífico y disciplinado de todos los que fueron a votar permitió terminar con ese período tan negro de nuestra historia.
Tengo un recuerdo hermosísimo de la celebración en la noche misma, en los días que vinieron después, toda la ilusión que teníamos todos en que podíamos construir una sociedad mejor y creo que haber sido parte de esa historia. La viví y fue algo maravilloso.
Un país con madurez democrática
¿Fue una quimera o realidad?
Ceo que se lograron muchas cosas, es difícil que la gente las vea actualmente porque uno siempre tiene la visión crítica y disconforme, pero puedes vivir en un país donde caminas por la calle y que por más que te hagan un control de identidad tu no vas a desaparecer. Creo que eso es un logro y que uno pueda opinar en un diario como el tuyo y tener una opinión distinta al gobierno de turno y saber que uno puede dormir tranquilo en la noche y que no va a perder el trabajo, los hijos no van a ser expulsados del país. Creo que estamos en un país mejor que tiene una madurez democrática que antes no existía-
Todo eso es bueno, pero ¿qué pasa cuando los violadores de los derechos humanos quieren la libertad, el indulto?
Yo no soy juez, no quiero serlo. Lo que sí creo que la gente que cometió delitos de lesa humanidad tan letales, claramente merecen un castigo y es el que están teniendo. Ahora, si algún juez decide que existe un mérito para indultar o perdonar porque alguno de estos criminales está en una edad muy avanzada y puede terminar por un cáncer terminal, bueno eso está dentro de las atribuciones de esas personas. Pero yo no quisiera tener esa atribución.
Creo que debe ser muy duro para los familiares de gente que desapareció y están vivos, y saben que al menos tienen el consuelo de saber que los asesinos de sus familiares están presos. Tener la posibilidad de toparte en la calle con el asesino de tu padre o de tu hermano es algo muy violento. Pero yo no soy ni Dios ni un juez.