Oh I'm just counting

Editorial Cambio21: La rotunda derrota del Gobierno, de la derecha y el grito de las regiones

Ha culminado exitosamente la instalación de los Gobernadores Regionales con la 2ª vuelta que convocó a más de 2,5 millones de electores. Este primer hito descentralizador ha propinado una derrota contundente al Gobierno y los partidos de la derecha que lo apoyan ya que sólo ganaron la gobernación de La Araucanía y en el resto de las regiones han sido electos gobernadores de la Oposición, de los cuales 10 gobernadores son militantes de la Unidad Constituyente (PS/PPD; DC; Ciudadanos, PRO), 3 independientes de centroizquierda y 2 gobernadores del Frente Amplio.
 
Con esto la Unidad Constituyente como es la expresión política en que convergen diversas fuerzas políticas de la centroizquierda sale revitalizada –después que estuvo a un tris de fenecer como alianza política post elección del 15 y 16 de mayo-.
 
Esta segunda vuelta para elegir Gobernadores Regionales tuvo una menor participación electoral en relación a la mega elección del 15 y 16 de mayo, revelando que es una nueva autoridad política a nivel regional que requiere mayor pedagogía y difusión sobre su rol institucional. También es prematuro usarla predictivamente en relación a las elecciones presidenciales de noviembre y diciembre como algunos analistas pretenden instalarla prematuramente.
 
Los datos políticos relevantes de estas elecciones es la gran derrota electoral de la derecha y del gobierno, sea en la elección de la Convención Constitucional como en la elección de Gobernadores Regionales. Tiene un retroceso significativo de apoyo ciudadano producto de su apoyo a un gobierno desastroso como es la administración Piñera; probablemente a futuro tendremos a una coalición cada vez más distanciada y crítica del gobierno tratando de cortar vínculos con un gobierno que no supera el 15% de apoyo ciudadano.
 
Ya en el debate público se ve a una UDI que cuestiona la extensión de las cuarentenas en la RM, plantea sus dudas a la mantención del Estado de Excepción, reivindica las libertades ante tanta restricción sanitaria –imitando el camino de Díaz Ayuso en Madrid que en mayo ganó la elección regional con un posicionamiento crítico a las restricciones sanitarias de la pandemia- y también hemos visto en los otros actores políticos de la derecha como RN y Evopolis con posiciones que revelan la orfandad política de Piñera.
 
Estos actores políticos –como lo revelan estas 2 elecciones- pagan todos los costos políticos de la mala gestión social, económica y sanitaria de Piñera y sus opciones para la elección presidencial de noviembre se ven fuertemente debilitadas.
 
En la Oposición revive la Unidad Constituyente como alianza de centroizquierda, como opción transformadora y democrática con importantes triunfos regionales de la DC y del PS y asistimos al fracaso electoral del Frente Amplio en la Región Metropolitana con una agresiva campaña llena de violencia verbal y ataques a Claudio Orrego por ser “representante de estos 30 años”; no logró movilizar al electorado joven y de las comunas populares que intentó movilizar con este agresivo discurso en contra de la candidatura de la Unidad Constituyente.
 
El nivel de tensión y agresividad esas campañas en la región metropolitana generaron un clima de distanciamiento fuerte entre la Unidad Constituyente y la alianza FA y PC que ahondó las diferencias políticas que se visibilizaron el 19 de mayo pasado.
 
La mala noticia reveladora de un fuerte déficit democrático fue la baja participación ciudadana; solo votó 20% del padrón y 43% del 15 y 16 de mayo; por tanto, no pueden hacerse conclusiones taxativas sobre el sentimiento ciudadano. Lo que sí es claro es que las opciones ligadas a Piñera y su gobierno tienen escaso apoyo electoral en este Chile 2021.
 
Una tarea pendiente es la real descentralización. Se realizaron estas elecciones sin haber culminado los cambios legales que aseguren mayores recursos de decisión regional y mayores competencias para los gobiernos regionales. Hay diversos proyectos de ley enviado por la administración Piñera –que aún están en debate legislativo- que tienen visos re-centralizadores como el mal llamado “descentralización financiera” que no genera recursos fiscales adicionales a la región, que le da más poder administrativo a la SUBDERE y a DIPRES; en otros se empodera más al delegado presidencial que al nuevo Gobernador regional electo.
 
Es urgente que la oposición presione al Gobierno para que en estas semanas se avance realmente en una nueva legislación que de más recursos a las regiones, que transfiera más competencias y que aumente las decisiones regionales.
 
Estas elecciones son un primer paso, pero se requiere a la brevedad hacer esos cambios legales que consoliden esta mayor descentralización iniciada con la elección democrática de los gobernadores regionales.