El duro episodio que enfrentó a Marco Enríquez-Ominami, carta presidencial del PRO, con el abanderado del bloque PR-PS-PPD-PC, Alejandro Guillier, a contar del debate de Anatel y luego de unos fuertes comentarios que en privado efectuó en un grupo de WhatsApp el diputado radical Fernando Meza, puso en el tapete la agresividad con la que ha enfrentado el fundador del Partido Progresista el último tramo de la campaña.

 

Consultados por Cambio21, el sociólogo PS Ernesto Águila y los candidatos a senador Jorge Tarud (PPD) y a diputado Francisco Undurraga (Evópoli), aseguraron que tal nivel de beligerancia no constituye ningún aporte a la calidad del debate y a la búsqueda de nuevos electores de cara a los comicios del próximo domingo 19 de noviembre.

 

Pensando en la búsqueda de acuerdos entre toda la centroizquierda, de cara a la segunda vuelta de diciembre, el escenario se puso mucho más que tenso, aunque en la derecha no se fían de los roces que puedan suscitarse entre la Nueva Mayoría, el Frente Amplio y los partidarios de ME-O.

 

 

 

Para el analista Ernesto Águila, la postura agresiva de Enríquez-Ominami “es una estrategia electoral que apunta básicamente a disputarle los votos al Frente Amplio más que a Guillier, por lo que trata de recuperar una votación de un tipo de ciudadanos bastante desideologizado, molesto, indignado y crítico en general que hoy adhiere a la candidatura de Beatriz Sánchez”.

 

“Es un elector que se expresó con mucha fuerza en su primera postulación de 2009, pero que poco a poco ha ido perdiendo espacio. Por lo mismo, su verdadero esfuerzo consiste en ir por el tercer lugar y ser un factor muy decisivo en las negociaciones, las que hasta el momento se visualizan fundamentalmente con la DC y el Frente Amplio”, agregó.

 

¿ME-O y la búsqueda de unidad de la centroizquierda? De acuerdo al profesional, “es un discurso contradictorio. Dice que tiene los aprendizajes de 2009 y que es el primero que va a estar en la ‘casa de la unidad’ el día 19 en la noche. Sin embargo, se trata de un camino bien especial como lógica de construcción de esa unidad”.

 

 

Categórico, Águila dice que esta forma de hacer política “no eleva el nivel. Ha sido extraordinariamente agresivo y por lo general estas campañas negativas generan poco efecto en Chile. Una cosa es diferenciarse y mostrar una opción distinta y otra es hacer una campaña con un lenguaje que acá tiene escaso impacto”.

 

“Varias campañas de la derecha, desde el Sí en 1988, lo han intentado, al igual que la Concertación cuando se vio más derrotada. Pero a la larga tienen poco éxito, por lo que se ven como forzadas desde otros contextos políticos que podrían tener mayor eficacia. Así que (ME-O) erra el camino en términos electorales y produce dificultades objetivas para construir un acuerdo de segunda vuelta”, remató.

 

 

Desde la calle, el candidato a senador del PPD Jorge Tarud expresó que “es extremadamente lamentable que para hacer noticia haya que agredir a los demás en vez de formular propuestas”.

 

“En consecuencia, el debate de Anatel ciertamente va en contra de lo que es incentivar a la ciudadanía a concurrir a las urnas. El ciudadano común no quiere este tipo de confrontaciones, sino que soluciones a sus problemas reales”, alegó.

 

Sin perjuicio de lo anterior, el parlamentario del Maule cree que “nadie es dueño de los votos. Por lo tanto, lo que se diga ahora no va a tener trascendencia para la segunda vuelta, porque es una nueva elección. Así que digan lo que digan los candidatos perdedores, los ciudadanos van a actuar muy libres para expresarse en las urnas”.

 

En tanto, Francisco Undurraga, timonel de Evópoli y postulante a la Cámara por Las Condes y Peñalolén, señaló que el estilo confrontacional y ofensivo de Marco Enríquez-Ominami “le baja el nivel a la campaña”.

 

 

“Lo importante no es estar en contra de alguien, sino a favor de las propias ideas y sumar gente y no restar. Gastar tiempo en ataques no es lo que Chile esté esperando. Lo relevante son las ideas de todos los candidatos, por lo mismo el telespectador, más que entusiasmarse con lo que vio en el debate de Anatel, le genera apatía”, comentó.

 

Eso sí, el dirigente descartó que a río revuelto se favorezca la opción de Piñera. “La gente que va a votar por Chile Vamos no está determinada por una ataque más o menos de ME-O a Guillier o de Guillier a Beatriz Sánchez. Nosotros sabemos que contamos con el favoritismo de la población, pero tenemos claro que no ganaremos en primera vuelta y que estamos trabajando para que Piñera sea Presidente el 11 de marzo. Por eso que lo importante es que la gente vaya y vote por sus ideas y convicciones”, explicó.