Por Alfredo Peña R.
El exsenador, exembajador de Bachelet, y expresidente del Partido Radical, Ricardo Navarrete muestra preocupación del momento que vive su partido.
La dirigencia del Partido Radical decidió apoyar la opción Apruebo en la última elección plebiscitaria. Y Navarrete junto a otros destacados militantes de la colectividad como los exministros Jaime Campos, Isidro Solís y Carlos Maldonado, decidieron apoyar y trabajar por el Rechazo a la Constitución propuesta por los convencionales.
Y días antes de la elección, el partido decidió suspender la militancia del excandidato presidencial de los radicales, Carlos Maldonado por su participación pública por el Rechazo. El exministro de Justicia de Bachelet fue uno de los rostros más conocidos de la centro izquierda por el Rechazo y luego del abrumador triunfo de esa opción, el domingo pasado, Maldonado decidió "con dolor" renunciar a su partido luego de 35 años de militancia.
En conversación con Cambio21, Ricardo Navarrete expresó su preocupación por el futuro de su partido.
¿Qué le parece la renuncia de Carlos Maldonado?
Tanto en la vida como en política, la consecuencia por los principios y valores, que son parte de las convicciones personales, son relevantes a la hora de las grandes definiciones. Tengo la impresión que Carlos Maldonado actúa en consecuencia.
Es preocupante que un expresidente nacional del PR, precandidato presidencial arribe a la conclusión que la actual directiva procede con rigidez y no tiene la menor autocrítica después de haber acordado votar apruebo ante el abrumador resultado del reciente plebiscito.
Son muchos los radicales que están desafectados del partido por lo que aprecian que este ha extraviado sus fundamentos y dejado de ser la fuerza gravitante que protagonizó la política por tantos años.
Por de pronto mi solidaridad y comprensión por su renuncia.
Las renuncias son algo así como las despedidas. Tienen un cierto sesgo de emotividad.
¿Qué le pareció el abrumador triunfo del Rechazo?
El sorprendente resultado del plebiscito de salida por la propuesta del texto constitucional, por su magnitud, es en primer término la consecuencia de sus defectos, errores y el propósito de aventurarse en un camino de incertidumbres y severos riesgos para la estabilidad y progreso del país. Era un mal texto. Así fue comprendido por casi los dos tercios de la ciudadanía.
Fue también la demostración de la sensatez, responsabilidad y moderación de los chilenos.
Chile a lo largo de su historia ha dado muestras en determinados momentos históricos de acontecimientos singulares y de trascendencia universal. La conformación del Frente Popular, única experiencia triunfante en America Latina, el triunfo del plebiscito que derrota la dictadura de Pinochet, sin precedentes en el mundo. Y ahora este evento que sorprende por su contundencia.
Esta victoria, ¿de quién es?, ¿de la derecha, de la centro izquierda, de los ciudadanos decepcionados del Gobierno, como señala una reciente encuesta?
Aquí no caben lecturas políticas interesadas. La victoria no es de un sector determinado, si es la derrota del extremismo, que pretendió y pretende imponer modelos ajenos a nuestras tradiciones y costumbres.
Es la gente que una vez más dijo no a esos modelos.
Se entendió que no se trataba de una opción entre izquierda y derecha.
Se reconoció ni más ni menos que sigue pendiente el desafío de una nueva y buena constitución que garantice estabilidad, certeza jurídica, promueva el desarrollo y otorgue deechos sociales sobre la base de una economía que logre recursos para financiarlos.
Luego de este triunfo de su opción el domingo pasado ¿Qué viene ahora?
No cabe duda que se debe cumplir con el compromiso de una nueva convención, elegida, con voto obligatorio, paritaria y no sobre representada. Los pueblos originarios en la medida de su participación electoral y los independientes en acuerdo con las instituciones políticas legalmente constituidas. Con plazo acotado no mayor a seis meses y con una comisión de expertos constitucionalistas que podría ser elegida por el Congreso y que debiera hacer su trabajo con informes previos o bien trabajar simultáneamente con la convención. Una suerte de soporte técnico como el que cumplen los secretarios de comisión en el trabajo legislativo.
La excandidata presidencial de la derecha, actual alcaldesa Evelyn Matthei, dijo que sin la centro izquierda, el triunfo del domingo no podría haberse producido. ¿Qué viene ahora para los dirigentes de centro izquierda que estuvieron por el Rechazo?
Fuimos determinantes ya que junto con el colectivo denominado Los Amarillos rompimos la lógica de la polarización. Sin complejos ni temores, como una expresión de asumir y reivindicar los mejores años de progreso y desarrollo del país. Fue una firme y valiente expresión para desprenderse de esa absurda lógica en el sentido que la izquierda es una sola, o que se está con ella, con los ritmos que fija la ortodoxia de ese mundo o se está, como nos acusan, de estar con la derecha y se nos moteja de pinochetistas, cuando todos los que estuvimos en la centro izquierda por el Rechazo, fuímos exiliados, presos, perseguidos y maltratados por la dictadura. Ojalá que también sea una señal de rearticulacion para ocupar ese ancho espacio del centro progresista tan abandonado y que sin el se daña la buena política.
¿Cómo se rearticularán, con los mismos partidos o crearán otro u otros?
Los datos indican que el PS ha optado por crear vínculos más cercanos con el FA y el PC, por razones ideológicas y gira hacia allá. Se trata de un partido con estructura y representación parlamentaria.
El PPD, la DC y el PR atraviesan por crisis de identidad y representación muy complejas, de alguna manera una cierta desafeccion en lo que podríamos llamar el alma o el espíritu concertaciónista.
Creo que estamos en el tiempo de que surja una nueva y vital fuerza política que recoja la oportunidad producida por el triunfo del Rechazo, para asumir el desafío de las elecciones de constituyentes. Y luego también para orientar y conducir los desafíos de los próximos tiempos en nuestro país. Podría ser un partido de carácter instrumental como lo fue en su momento el PPD. Y aquí viene la pregunta concreta: ¿donde está el Ricardo Lagos de ahora, hombre o mujer que lidere este nuevo tiempo? Creo que la respuesta no demorará mucho en responderse....