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Ex presidentye de RN, Carlos Larraín, golpea a Evopoli y a la "derecha social": fue flor de un día

El exsenador y expresidente de RN, Carlos Larraín, dijo que "La nueva derecha fue flor de un día, hay que recurrir a las tradiciones profundas", despreciando de paso a Evópoli y al "ala liberal" de su propio partido.

Una vez más el expresidente de Renovación Nacional exhibió su verborrea manifestando su desprecio por Evópoli y por el "ala liberal" de RN; expresiones que, a su juicio, se apartan de las sanas "tradiciones profundas" de su sector político.

"¿Cómo ha visto el rol de Evópoli en la centroderecha?", se le preguntó a Larraín en una entrevista: "Yo creo que fue flor de un día eso de la nueva derecha, aquí hay que recurrir a la derecha tal cual se le conoce, que es heredera de muchas tradiciones profundas", dijo sin arrugarse, mucho.

De acuerdo al ex senador designado, "la nueva derecha es la manera de sortear a los partidos existentes, porque como estábamos en ese momento en plena fiebre de la refundación universal, las mismas que padece la izquierda a veces, inventaron el cuento de la nueva derecha, y no resultó, obviamente".

Para Larraín, en Evópoli "tienen una ventaja y es que reclutaron cierto número de personas relativamente jóvenes que simplemente no estaban dispuestos a pasar por la moledora de carne de la vida política común, entonces se saltaron esas vallas y crearon un partido a su medida".

Y sobre sus correligionarios de RN que se han manifestado a favor de debatir temas como la eutanasia, la adopción homoparental y el matrimonio igualitario, dijo lacónico: "Es una cosa episódica y marginal. Lo único que hace es crearle problemas al Gobierno de Sebastián Piñera. Eso va a morir de muerte natural, porque se lo va a comer la izquierda".

También alabó a Piñera: "Me parece que el Gobierno aprendió definitivamente que cuando se tiene la baraja completa no se puede jugar con una sola carta, que es la económica: de una vez por todas debemos tener un gramscismo de derecha", aseguró.

"Gramscismo de derecha tiene que ver con una recuperación de las estructuras sociales (...) Hay que hacer una labor de reconstrucción cultural y social. En la derecha prima a veces ese criterio hipereconómico que piensa, al igual que los marxistas, que si cambia la infraestructura económica, cambian las demás realidades de la vida, y no es así. A la derecha le falta explicar (...) inflar el pulmón político de la derecha".

No se guardó nada y defendió a la Iglesia acusada de abusos sexuales y ampararlos. Para Carlos Larraín, quien se manifiesta "un católico de infantería",   "Con la Iglesia ha ocurrido algo que se veía venir, porque hubo mucho descuido en la formación del clero, y ocurrió una cosa penosa y recurrente además en la Iglesia, que era la tentación temporal. No justifico los abusos. Lo que digo es que simplemente una parte del clero perdió el contacto con Dios. (...) No hay cómo negar que el clero está influido por las ideas que flotan en la vida social y cultural, y estamos en una época en que la postura liberal radical (...) fundamentalmente antirreligiosa, se ha difundido mucho. Eso es así", dijo.

"En lo que respecta a Chile, (...) me ha dolido cómo la izquierda, que fue tan protegida por una buena parte del personal de la Iglesia, que no es lo mismo que la Iglesia, está encarnizada contra ella", concluyó.