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Expresidente Lagos por side letters del gobierno al TPP11: “El hecho que postergue la firma no creo que signifique nada”

El expresidente Ricardo Lagos lanzó el libro “La nueva soledad de América Latina”, en coautoría con el escritor, profesor de la Universidad de Nueva York y excanciller mexicano Jorge Castañeda, y el periodista, escritor y analista político Héctor Aguilar Camín. La instancia sirvió para que el exmandatario se refiriera a la adhesión de Chile al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica Asia-Pacífico, conocido como TPP11.

“Lo de las cartas, me parece interesante analizarlo y defender los intereses del país de por medio. Pero hay que entender que el mundo tiende a ser uno solo y por lo tanto, hay que establecer reglas dentro de ese mundo, muchas veces más allá de cada país. En eso, entonces, claro cada país hablando individualmente logra poco. Es indispensable, en ese caso, entonces, cómo hablamos como América Latina en ese mundo que es tan integrado”, expuso Lagos.

Así, la tesis del expresidente es el de “un mundo que se está integrando, que está cambiando, con las nuevas tecnologías se achica. En el tema específico, entonces lógico. Me parece bien que lo haga, pero se puede firmar inmediatamente. El hecho que postergue la firma, no creo que signifique nada”.

En la misma línea, la discusión sobre el tema en el Ejecutivo y el legislativo son parte del sistema de gobierno: “Las democracias son así: discuten distintos temas y punto”.

En esa línea, Aguilar rememoró una situación parecida ocurrida en México: “Las side letters vienen de 1993, cuando México, Estados Unidos y Canadá habían ya firmado un acuerdo de libre comercio. El presidente (George) Bush padre, que lo había firmado, perdió la elección y ganó (Bill) Clinton. Clinton habían hecho campaña contra el tratado. Pero ya presidente, tenía que aceptar el tratado. Inventó algo que en México llamamos: un taparrabos. Dos side letters, laboral y ambiental, para quedar bien con su gente, para decir que no es el mismo tratado, y quedar bien con Estados Unidos y Canadá donde firmaba”.

Luego, Castañeda agregó: “Este proceso costó cuatro años. Fueron cuatro años en que México no se benefició del acuerdo de libre comercio. Entre más tiempo se tarden en aprobar el TPP, menos van a beneficiar (al país).”