Oh I'm just counting

Expresidente Ricardo Lagos recordó el día en que apuntó a Pinochet con el dedo en plena dictadura

A 31 años del Plebiscito de 1988, que se cumplieron el pasado sábado 5 de octubre, el expresidente Ricardo Lagos rememoró sus días de campaña por el No y, en particular, la icónica intervención en el programa De cara al país, el 25 de abril de ese año, popularmente recordada como “El dedo de Lagos”.

En medio de una conversación que el exmandatario sostuvo con el matinal Bienvenidos de Canal 13, revivieron la escena, tras lo cual explicó por qué decidió en ese entonces confrontar por televisión al dictador Augusto Pinochet.

“Para que la gente se atreviera a firmar por un partido que estaba contra Pinochet, se requería mucho coraje”, remarcó.

Previo a la grabación del programa, “hubo personas que se encargaron de interrogarnos. Para prepararnos. Fueron más difíciles que la del panel” en la versión que salió al aire, admitió entre risas.

También contó la inesperada aparición del recorte de prensa que mostró en esa intervención, con el que cuestionaba la promesa que años antes había hecho Pinochet sobre que no sería candidato en 1988.

Según contó, no lo tenía considerado para el debate. Una persona pasó a su oficina y le pasó ese papelito a su secretaria y le dijo: “A lo mejor este papelito lo necesita hoy en la tarde”.

Pese a que la intervención es muy recordada, admitió que terminó molesto el programa “porque no me alcanzaron a dejar decir lo que quería: los invito a hacerse apoderados de mesa para contar los votos. No alcancé”.

Pero más allá del revuelo que generaron sus palabras en ese entonces y anécdotas como que al día siguiente la gente se le abalanzaba y no podía caminar por el Paseo Ahumada, llamó la atención un episodio que Lagos no había desclasificado.

-“¿Recibió amenazas o recados después del dedo?”, le preguntó el panel.

“Recados no. Tiraban gatos… gatos muertos en la parte de atrás de mi casa. Para intimidar”, respondió.

 “Esas cosas no había que decirlas, porque la gente se podía asustar”, admitió.