Lo que para algunos generó molestia, reacción y sobrerreacción, para otros fue sorpresa de la sorpresa respecto a la elección de los ministros que comenzarán con sus funciones el próximo 11 de marzo bajo el segundo mandato de Sebastián Piñera.
Tildados como de “extrema derecha o derecha extrema”, de acuerdo al rótulo del sociólogo y exjefe de campaña de Alberto Mayol, Esteban Silva, nombres como Andrés Chadwick (Interior), José Ramón Valente (Economía), Gerardo Varela (Educación), Isabel Plá (Mujer), Alfredo Moreno (Ministerio de Desarrollo Social), Roberto Ampuero (Relaciones Exteriores) y Alberto Espina (Defensa Nacional) representan lo más duro del neoliberalismo y la cara de los “fachos ricos” de la “cota mil”, según la prosa de la columnista Marcela Jiménez.
Como sea, el analista Cristóbal Bellolio adelantó lo que será la labor del próximo gabinete: nada de “medias tintas”, dar una “batalla cultural” y reivindicar la agenda política derechista. En suma, “echar la foca”.
Así lo profundizó Esteban Silva en diálogo con Cambio21: “Piñera llega ‘a lo Macri’ (presidente argentino). Viene a minimizar la lógica colectiva, que tampoco es mucha en todo caso, y acentuar el individualismo reinante a través de una disputa de un modelo cultural que hoy pide la protección de derechos sociales en educación, salud y pensiones”.
“La meta es lograr una regresión económica, que fue lo contrario que se usó y dijo en la campaña electoral, donde Piñera se puso el disfraz de centroderecha. Con este gabinete se sacó la careta. Valente se opone al movimiento ‘No+AFP’, Espina apoyaba endurecer la mano con las Fuerzas Armadas con el pueblo mapuche, Ampuero, que es un converso, es un anticomunista que ataca al Foro de Sao Paulo y a la izquierda en sus escritos y Chadwick incitará a la represión”, advirtió.
El retorno de un clásico
“Estoy sorprendida que a la gente le sorprenda que este gobierno de derecha ponga a gente de derecha en su gabinete de ministros”.
Así reflexiona la socióloga y directora del centro de estudios Mori, Marta Lagos, ante las críticas de la que será la nueva oposición.
“La campaña de Piñera fue de derecha. Él estuvo en contra del aborto en sus tres causales y rechazó la ley de educación siempre. Era imposible que por arte de magia pusiera a dirigentes más liberales en los cargos de confianza. De dónde alguien puede llegar a pensar eso. Es absolutamente congruente lo que estamos viendo”, indicó a este medio.
“Lo que pasa es que la izquierda se niega a aceptar la existencia de la derecha, que ganó una elección con un programa de gobierno, con mucha gente desplegada y dentro del marco de una competencia electoral. Además, que no se trató del triunfo de Piñera. Lo que ganó fue el retorno de la vieja derecha de siempre, dentro de una coalición y con Piñera a la cabeza”, añadió.
Aún asombrada, Lagos remató: “esta derecha tampoco es pinochetista. Tiene una posición y una visión sobre cómo debe ser la sociedad, que fue lo que no pudo lograr Alejandro Guillier al no mostrar un programa claro y un discurso consistente”.