Este mes de marzo asumió como jefe de bancada de la DC, el diputado Gabriel Ascencio. Y su estreno como jefe de los parlamentarios DC tuvo un intenso trabajo político.

 Ascencio tuvo que lidiar con la decisión del diputado Gabriel Silber de no presentarse como candidato a presidir la Cámara de Diputados por algunos anónimos que lo acusaban de violencia intra familiar. 

Ahí apareció la muñeca política de Ascencio y logró colocar al camarada de su partido, Iván Flores, como líder de la cámara baja, no sin antes pasar por zozobras políticas.

Ascencio es abogado de la Universidad de Chile y representa al distrito N° 58, que comprende las comunas de Curaco de Vélez, Hualaihué, Futaleufú, Chaitén, Quellón, Ancud, Castro, Puqueldón, Chonchi, Queilén, Dalcahue, Palena, Quemchi y Quinchao.

En los primeros años de la dictadura, formó parte de la Vicaría de la Solidaridad defendiendo a los perseguidos y a sus familiares.

En 2014 fue designado por la presidenta Michelle Bachelet como embajador de Chile en Ecuador y en 2017 fue reelecto nuevamente.

¿Cuáles son sus expectativas como jefe de bancada de la DC?

He dicho, desde el primer día que nuestra responsabilidad como Bancada es potenciar la labor de una oposición, que actúe cada vez más coordinada, primero con los senadores DC, para lo cual ya hemos acordado, con la senadora Provoste -jefa de ancada de los senadores- el actuar lo mas en conjunto que se pueda y, en la perspectiva de una sola oposición. Eso es lo que el país necesita.

¿Cómo se actúa como oposición a este Gobierno?
Hasta aquí con muy poca coordinación, sobre la base del lucimiento individual. Yo espero que eso termine y, responsablemente, seamos una oposición ordenada, frente a un pésimo gobierno, que gobierna sólo en favor de los poderosos.

¿Cuál es su análisis de su primera actividad política como jefe de bancada con esta situación ocurrida al diputado Gabriel Silber que lo dejó sin la presidencia de la Cámara?
Silber tuvo un gran gesto, ante la existencia de un anónimo que lo involucra en hechos deleznables. Él quiso dejar en libertad de acción a la bancada y eso habla bien de él.

¿Cómo lo ha hecho para aunar posiciones al interior de la DC para ofrecer a un candidato a presidir la Cámara?
El diálogo democrático y respetuoso siempre ayuda a encontrar soluciones aceptables por todos. Espero que ese sea el sello este año.

¿Qué papel juega la DC en esta oposición, que algunos dicen que no existe?

La DC aspira a liderar la tarea opositora y, para ello, tenemos que desarrollar propuestas que logren representar a todos los que coincidimos qué estamos en presencia de un mal gobierno, que afecta preferentemente a los más vulnerables

¿La DC debe tener candidato presidencial para dos años más?
Si alguno o alguna de los o las nuestras destaca por sus convicciones, propuestas y acercamiento a los sectores que queremos representar, por cierto que será legítimo aspirar a representar al conjunto de la oposición. Los que crean estar en esa condición deben tener una particular presencia durante este año.

¿Quién puede ser ese candidato/a de su partido? De nombres y porqué
Eso es algo prematuro. Hacia fin de año veremos si los que han manifestado algún interés, logran una base de apoyo que amerite desplegar una candidatura.

¿Es verdad esa idea que señala que existen varias oposiciones?
Ese es el deseo del gobierno, sobre la base del demasiado antiguo principio de “dividir para reinar”, pero ya le hemos dicho, con toda claridad. En las materia que están sobre la mesa: reforma tributaria, pensiones, admisión escolar o control policial a los menores, estamos trabajando juntos, toda la oposición. Que el gobierno entienda claro, el pueblo nos puso en la oposición y esa es la condición en que actuaremos.

Usted fue abogado de derechos humanos: ¿Apoyaría una ley humanitaria que ayudara a los presos de lesa humanidad?
El mundo civilizado ha estado de acuerdo, desde siempre, que los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles e inadmistiables. Esa es la perspectiva que deben tener todos los demócratas.


No veo ninguna razón para favorecer a reos que, además, nunca han reconocido sus delitos, colaborado con la justicia o pedido perdón a las víctimas.

¿Qué más se debiera hacer en ese terreno de los derechos humanos?

 Acordar, como sociedad, que los DDHH no son solo los civiles o políticos, sino se extienden al ámbito de los derechos económicos y sociales, que tienen que ver con salarios dignos; pensiones que permitan vivir; disminución de las inequidades, por ingresos, territoriales o culturales; etc. Ese es el gran “acuerdo nacional” por el que debiéramos trabajar en los próximos años.

 Gobernar por decretos: "Piñera es responsable de esta pretensión autoritaria"
 
¿Qué piensa de esa idea de gobernar por decreto, como han señalado algunos ministros?
En diversas declaraciones, tanto la ministra vocera, como el Ministro Blumel, han señalado la decisión del gobierno de intentar imponer su programa de gobierno a través de “decretos”; es decir, saltándose el Congreso Nacional, actuando preferentemente por la vía administrativa.

Si bien es cierto, este camino está consagrado en nuestro ordenamiento jurídico, el suele ser ocupado para, precisamente, aquellas cuestiones que se consideran no ser necesarias, por su entidad, de ser abordadas en el parlamento.

El intento de “saltarse” el Congreso es un recurso de muy mal pronóstico, para el orden institucional y, en todas partes que ello se ha aplicado, ha tenido resultados tan nefastos, como la implementación de regímenes autoritarios y/o debilitamiento institucional de tal nivel, que ha propiciado salidas de fuerza o golpes de estado de alianzas político militares, de muy trágico recuerdo. El caso de Chile es particularmente gráfico pues, los “resquicios legales”, de inicios de los 70, dieron origen a un debilitamiento institucional, que sirvió a los golpistas para justificar su acción insurreccional.

¿Pero esa idea no será parte del juego político del Gobierno?

En los tiempos actuales, el gobierno del Presidente Piñera ha participado muy activamente en el cuestionamiento al gobierno de Maduro, en Venezuela, sobre la base del alegato que apunta a la utilización, por parte de ese régimen, de resquicios institucionales, sino evidentes trasgresiones al ordenamiento jurídico, que llevan, incluso, a algunos, a cohonestar con la participación extranjera, en una salida de fuerzas, que termine con dicha administración.

Uno de los argumentos centrales de dicha propuesta se funda en la decisión de Maduro de desconocer a la Asamblea Nacional, precisamente por perder en ella la mayoría, lo que le impedía legislar a favor de sus orientaciones.

¿Qué diferencia tiene la conducta de Maduro de aquella que ha señalado el gobierno de Piñera?

Desde el punto de vista conceptual, en nada. Desde el punto de vista de sus consecuencias, en Venezuela están a la vista, en nuestro caso, habrá que esperar su desarrollo. Pero, como suele señalarse, en estos casos, se sabe cómo el fenómeno empieza, pero no como termina. En cualquier circunstancia, no se conoce de experiencias que colaboren al fortalecimiento de las democracias, cuando se empieza a transitar este camino.

La lucha por la recuperación de la democracia fue, en nuestro caso, dura y prolongada.