“Yo quiero defender a Marianella Ovalle. Ella es una mujer sola, madre soltera, estamos ahora en esta equidad de género, ella necesita trabajar para mantenerse, es madre de una familia, no tiene otra persona que la sostenga”.
Con esas palabras, el pasado viernes la senadora UDI Luz Ebensperger defendía la contratación de su jefa de gabinete a raíz de los cuestionamientos generados por lo ocurrido en el caso Corpesca.
Ovalle fue condenada por lavado de dinero de acuerdo a la investigación del Ministerio Público, acusando que recibía los dineros que falsos asesores del ex senador UDI Jaime Orpis cobraban al Congreso, los cuales después devolvía al parlamentario o a su jefa de gabinete, Viviana Quiroz, para otros fines.
La también ex seremi fue condenada en un procedimiento abreviado como autora del delito de lavado de activos y recibió una pena de 541 días de presidio remitido, multa de 5 UTM ($237.690) y se le inhabilitó por 61 días para ejercer cargos públicos.
Finalmente, y a raíz de toda la polémica, finalmente Marianella Ovalle envió una carta al Senado el pasado lunes anunciando su renuncia como jefa de gabinete de Ebensperger, argumentando que su decisión se basó en no querer dañar la imagen de la gremialista.
En la misiva, consignó que con esta decisión espera que termine “la campaña odiosa que se ha generado contra la senadora, de quien me queda solo agradecimiento y el deseo del mayor de los éxitos en su gestión parlamentaria. Fue una gran intendenta y será aún una mejor senadora de la región de Tarapacá”.
“Quienes se han empeñado en estos días en denostarme y perseguirme, pongan fin a su maniobra, ya que generan un grave daño a mis familiares y seres queridos, quienes no son parte de mis actividades políticas o laborales”, sentenció.