Por María Sepúlveda
Una pelea netamente ideológica entre la derecha y la centroizquierda, oficialismo y oposición, tuvo paralizado el proyecto de ley que permite beneficiar a más de 4 millones de personas con una asignación familiar de $65 pesos que disminuirán a $ 55 pesos el segundo mes y el tercero a $ 45 pesos. Lo que más extrañó a los parlamentarios de oposición fue la actitud inflexible, la tozudez del ministro de Hacienda, Ignacio Briones, con quien hasta ese momento habían tenido buenas relaciones, las que ahora, obviamente se quebraron.
El gobierno mantuvo la misma actitud mezquina con todos los proyectos de ayuda para los chilenos más vulnerables ya que no quiere gastar más recursos de los que tiene planificado para mantener los índices macroeconómicos ante el mundo y demostrar que fueron eficientes en el manejo económico del coronavirus. Hasta aquí son los trabajadores quienes han pagado el costo de la pandemia que los ha dejado sin trabajo, sobre todo a quienes salen todos los días a la calle a ganarse el pan porque no tienen otra alternativa y así subsisten, pero si no pueden salir y están confinados en sus casas, no tienen de que vivir y 65 mil pesos, que van a ir reduciéndose, no sirven de mucho.
Por eso la oposición aprobó el proyecto del gobierno y propuso aumentar a 80 mil pesos la asignación familiar porque recursos hay para hacer un esfuerzo mayor e ir en ayuda de quienes lo necesitan. Los parlamentarios de la derecha aprovechan esta situación para pasearse por los canales, especialmente en los matinales, para acusar a la oposición de tener parada la ayuda para chilenos que la necesitan y aseguran que no se pude despilfarrar recursos. Pero, lo más increíble que se vio fue la postura de la diputada de la UDI, María José Hoffmann quien, en una actitud incomprensible, afirmó que el gobierno no debe aumentar tanto las ayudas porque la gente se acostumbra.
A la larga, 802 millones de dólares en este proyecto es muy poco, considerando que el gobierno sigue guardando la plata porque hasta ahora lo que ha gastado en beneficios es mínimo. La Ley de Protección del Empleo, no le significa ningún gasto al gobierno porque son los propios trabajadores los que con su seguro de cesantía están pagando sus sueldos, mientras los empresarios se reparten utilidades y dividendos.
Reacciones

Jorge Pizarro, senador DC
"Cuando los ministros dicen que no pueden distribuir más recursos ahora, que están guardando para el futuro, yo les pregunto qué familia come con 65 mil pesos", remarcó el líder DC, Fuad Chahín.
El senador Juan Ignacio Latorre (RD) destacó que "Chile tiene fondos acumulados, fondos en reserva, que puede hacer uso de una parte de ellos, no gastárselo todo, pero tiene fondos acumulados, y, por otro lado, tiene capacidad de endeudamiento para políticas más audaces en el futuro".
"Por lo tanto, este era el momento de llegar a todos esos grupos, ahora, sino cuándo, están esperando que la gente se contagie", cuestionó Latorre.
Frente a este debate, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, señaló que "nosotros no podemos quemar todos los cartuchos ahora, ésta es una historia que sigue, que tiene muchas incertidumbres, hay que mirar esto como un paquete, no es válido mirarlo como piezas aisladas”
Según Briones, la idea decreciente de este bono se sostiene en la evolución de la cuarentena y en las distintas realidades que vive cada región del país.
El titular de Hacienda explicó que la expectativa es que vaya bajando el confinamiento, lo que permitiría que las personas vuelvan a sus trabajos y así vaya complementándose el ingreso familiar.
Varios legisladores, insisten que de poco sirvió tratar de conversar con el ministro Briones porque no cedió en su postura. “Hemos tratado de conversar con ellos, pero dicen esto es lo que hay no se mueve ni una coma, ¿qué diálogo es ese? Es una imposición. Si creen que pueden sacar un provecho porque el Presidente subió un poco en las encuestas se equivocan rotundamente”, reclamó el senador Jorge Pizarro (DC) presidente de la Comisión de Hacienda.

Carlos Montes, senador PS
Mientras algunas y algunos dicen no explicarse la “tozudez” -como dice la senadora Rincón- de Briones, otros subrayan el factor Sebastián Piñera en todo esto. “Todos los economistas sostienen que hay espacio para gasto fiscal dentro de los US$2 mil millones. La conclusión es que el ministro quiere un gallito con nosotros, y creemos que es el Presidente el que está detrás, que el Presidente le está diciendo al ministro esto”, sentencia el senador Carlos Montes.
El senador PS va más allá, y recuerda que “hasta con el ex ministro Felipe Larraín, en las circunstancias más difíciles, buscamos conversaciones y soluciones. Hicimos una propuesta seria, fundada, lo conversamos con economistas, con expertos en políticas púbicas, pero el gobierno considera que es un capricho. El ministro se ha extralimitado en esto; puede que no tengamos razón, pero creemos que la tenemos”. ¿Más? Montes cree que también “hay una dimensión que tiene un componente muy ideológico; es muy lamentable que eso sea así porque impide dialogar”.
El senador PPD Ricardo Lagos Weber dice que ve en él “una rigidez que me cuesta entender dados los esfuerzos que se han hecho y las múltiples veces que hemos llegado a entendimientos, como por ejemplo, en materia tributaria en medio del estallido social”. E insiste en que “me cuesta entender por qué” lo hace.
“El ministro Briones tiene la responsabilidad completa en lo que está pasando”, manifiesta la senadora Rincón. “Él está, erradamente, guardando recursos para un peak mayor y el problema de no abordarlo hoy es que después le va a costar mucho más al país”. ¿Qué cree que le pasó? “No lo sé y no lo entiendo. No entiendo la postura ortodoxa el ministro. Hay un poco de tozudez".
El jefe del PS, Álvaro Elizalde acusa que “la oposición ha tenido una actitud constructiva para enfrentar la crisis. No vemos la misma actitud de parte del gobierno, que se niega a escuchar y que tramita los proyectos en el Congreso con una inflexibilidad total”.
Gobierno vetó proyecto sin aumentar montos

Ignacio Briones, ministro de Hacienda
Finalmente el gobierno no cedió y presentó el veto presiencial al proyecto de Ingreso Familiar de Emergencia, luego que éste fuera aprobado sin el mecanismo de distribución de los 802 millones de dólares contemplados.
Pese a que la oposición unida hacía un "urgente llamado" al Presidente Sebastián Piñera para aumentar los montos del beneficio, se mantienen las mismas cifras que en la propuesta original y de manera decreciente. Lo único resdcatable, a juicio de los parlamentarios es que se abrió el abanico de benficiados, pero todavía está por verse cuántass personas, realmente, tendrán acceso a esta asignación.
En concreto, es un veto sustitutivo respecto de los objetivos del Indicador Socioeconómico de Emergencia y, a la vez, el documento es aditivo respecto de los montos a repartir.
De esta manera, serán 65 mil pesos por persona el primer mes, 55 mil 250 pesos el segundo mes y 45 mil 500 el tercer mes.