En la dictadura, todos los martes, el entonces jefe de la Armada, el Almirante Merino, con su voz alcohólica, hablaba a los periodistas sobre lo humano y divino. La mayoria de sus dichos eran estupideces y torpezas. Bueno, vivíamos en dictadura y el Almirante era uno de los bufones con sus chistes que eran trasmitidos por la televisiión y la radio todos los martes.
A ese punto de prensa se le denominó "los martes de Merino".
Hoy en el Congreso tenemos a un personaje, obviamente muy diferente a Merino, pero que le da un toque de gracia y humorismo a las sesiones de este poder del Estado.
Y es Florcita Motuda Alarcón, que tiene todos los miércoles una salida graciosa a sus dichos.
He aquí el último de su alocución....