El próximo fin de semana se realizará la Junta Nacional de la Democracia Cristiana, instancia en la que se debatirán los efectos que tuvo al interior del partido la derrota electoral sufrida en noviembre pasado, tanto en el ítem presidencial como parlamentario.

 

En esta coyuntura, la timonel interina de la DC Myriam Verdugo señaló a Cambio21 los principales temas que deberían marcar la pauta en la discusión que sostendrán los delegados de todo el país.

 

Uno de ellos será la convocatoria a Congreso Ideológico, cónclave que debiera regir los destinos de la falange en su rol de colectividad de oposición.

 

 

 

- A mi juicio, lo más importante, y que esperamos sea aprobado, es poder dar inicio a un proceso interno que tiene que ver con la renovación de la directiva y con darle reinicio al proceso de Congreso Ideológico, Programático y Orgánico del partido.

 

- Mira, yo creo que los días viernes, sábado y domingo próximos lo que vamos a tener es un gran debate político respecto a la situación que estamos viviendo, que no es de hoy día, es un proceso de declive que empezó en 1997 cuando perdimos 500 mil votos. En ese minuto debimos haber hecho una reflexión, pero no la hicimos. Luego continuó el declive permanente, hasta que en el último proceso electoral (2017) volvimos a tener un golpe fuerte y un impacto al perder 300 y tantos mil votantes más. Por lo mismo, creemos que este proceso debiera parar en algún minuto, el cual debe ser ahora. El objetivo es reunirnos en todo el país, para así repensar la Democracia Cristiana a la luz de un mundo y de una sociedad muy distinta.

 

- Más que uniformidad de criterios, lo que creo que debería salir del Congreso Ideológico es un marco en el cual nos podamos mover y entender. Pero, además, con una cosa que tiene que ver más con el alma y los corazones de las personas, que es la decisión de permanecer en un partido político, porque estamos dispuestos a entendernos. Basta de destruirnos a través de los medios de comunicación. Ese factor debería marcar una diferencia. Ahora, políticamente, las definiciones respecto a si es centro o centroizquierda es una discusión que no tiene mucho que ver con la historia de mi partido. La DC se definió en su creación como un partido de vanguardia, popular y nacional. Y lo que ha pasado en los últimos 30 y tantos años es que hemos estado en una alianza de centroizquierda. Ahora, dada nuestra crisis entiendo que nosotros deberíamos revisar nuestra historia, nuestros principios y nuestros fundamentos y decir: ‘esto somos hoy día’. Y a partir de esa conclusión interna, que tiene relación con lo ideológico y lo programático, debemos ser capaces de ver con quién podemos caminar en conjunto, ya sea electoral o políticamente.

 

 

- Bueno, si hay elección, obviamente que será con una, dos o tres listas. Pero yo creo que más allá de las listas lo que debe primar es la voluntad de mantener nuestra casa partidaria. Si yo estoy en una lista y pierdo y me resto y además me transformo en disidencia, lo que voy a estar haciendo es contribuir al declive final del partido. Yo entiendo que los ‘camaradas’ se han dado cuenta de que nosotros mismos hemos sido los forjadores de las malas noticias de la DC, pero apostamos a que en algún momento tendremos que saber entendernos.

 

- Esa es una situación distinta. En el caso del Parlamento podría eventualmente haber un acuerdo de administración, lo que no tiene que ver con acuerdos políticos. Ahora, lo que nosotros hemos fijado de manera primigenia es tratar de buscar ese acuerdo de administración con los que han sido nuestros socios históricos durante los últimos 30 y tantos años.

 

- No está supeditado a lo que se diga en la Junta. Yo entiendo que la relación con los partidos de izquierda va a ser parte del proceso de decisión que va a venir más adelante. Pensar que el fin de semana vamos a tomar definiciones de esa envergadura es un error.