"Patch no ha apoyado y no apoyará a Piñera en las elecciones chilenas". En menos de 24 horas desde que el propio Piñera -y que reprodujeron sus seguidores y sus bots con prontitud-, una imagen en que supuestamente el famoso médico Patch Adams, conocido y reconocido como el médico de la “risoterapia”, lo apoyaba, la Fundación Patch Adams sacó una declaración pública en que desmiente terminante tal falso apoyo.
Para variar: Piñera es descubierto mintiendo. Famoso médico desmiente apoyo
Por Mario López M.
Un tuit de la señalada fundación y que suscribe el propio médico, lo desmiente: “No sé mucho acerca de la política chilena. Así que confío en que mis amigos me eduquen sobre políticos y políticas. A veces cometo errores, eso es lo que me hace humano. Por favor, mis amigos en Chile, cuando vayan a la polis este domingo, el 17 de diciembre vote con su corazón, voten por su paz, amor y cuidado por todas las cosas y la naturaleza”. "Patch no ha apoyado y no apoyará a Piñera en las elecciones chilenas", señala la Fundación.
La señalada Fundación afirmó que "no apoyan ni apoyarán" al abanderado de Chile Vamos. El propio Guillier salió a través de redes sociales a fustigar la mentira: "Ante supuesto apoyo de @realpatchadams subido hoy en cuenta personal de @sebastianpinera, la propia Fundación respondió que NO apoyan la candidatura de Piñera #NoMásMentiras"
Resulta increíble para muchos –incluida la derecha-, entender por qué en los últimos días Sebastián Piñera ha caído en tantas y tan burdas mentiras para intentar ganar votos, o no perder, como reconocen ya no tan en privado.
Solo revisando los últimos diez días, ellas se han multiplicado y cada vez muestran una mitomanía más obsesiva como lo ha señalado su contendor Alejandro Guillier.
Primero acusó “fraude electoral”, señalando que “muchos votos les fueron entregados a los electores previamente marcados en favor de Guillier o Beatriz Sánchez. Luego dijo que solo había repetido lo que los medios dijeron y hasta los nombró. Posteriormente al ser desmentido por el Servel, los propios medios aludidos y hasta sus propios adherentes que acusaron que no respaldarían un “caballo cojo”, como dijo Van Rysselberghe, salió a decir que él nunca había hablado de fraude y menos puesto en entredicho el sistema electoral.
No pasó mucho y volvió a sus embustes. Luego de años de atacar a la Presidenta Bachelet, logró que esta reaccionara y defendiendo su legado le dijera unas cuantas verdades a Piñera, , cifras en mano, entre ellas que hasta El Mercurio, reproduciendo antecedentes internacionales, reconocía que el de Bachelet había sido más exitoso que el de Piñera. Pues bien, viéndose superado por las macizas respuestas provenientes del Ejecutivo y consciente que el respaldo real de la Primera Mandataria era muy superior a la que CADEM reportaba (si hasta le subió en la última 22 puntos a Bachelet), juró ante las cámaras que él “nunca había atacado a la Presidenta”.
Sume. Por años en materia de educación juró que no respaldaba de modo alguno la gratuidad, es más, en las últimas semanas llegó a decir que si era gratis no se valoraba y que los padres debían dejar de tomar whisky y pagarla. Hoy, afirma que siempre estuvo por la gratuidad, bueno, al menos en los técnicos, es decir, siempre que la plata alcance.
Y siguieron las falacias. Esta vez fue de manera gráfica, publicitando presuntas concentraciones apoteósicas, inundadas de fervientes seguidores que le aclamaban… bastaba ampliar un poco las imágenes y ver cómo don Photoshop había hecho de las suyas, replicando personas y haciendo aparecer masiva sus escuálidas concentraciones.
Su extraño sentido de la egolatría pareciera que fue lo que lo motivó a relanzar un video de marzo en que la mujer de un líder derechista de oposición en Venezuela lo insta en su carrera política. ¿Por qué lo hizo? Pues porque trataba de contrarrestar el potente apoyo de del expresidente de Uruguay “Pepe” Mujica entregado a Alejandro Guillier, que además sumó a Boric, Jackson y Mayol. Si hasta cuando Mon Laferte apoyó a Guillier en los últimos días, él sacó a relucir a la “cantante” y ex vedette Marlén Olivarí.