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Populismo desatado de candidatos presidenciales para conseguir votos. Analistas comparan la elección con una “gran subasta”

Mientras más propuestas, mejor será el resultado. Aunque muchos optan por convencer a aquellos que aún no saben a quién dirigir su voto, y obviamente lo hacen captando su atención con diversas propuestas, que más allá que son difíciles de cumplir han sido catalogadas como “populistas”. Desde vacaciones de 20 días hasta acabar con el CAE son algunas de estas propuestas.

Por Teresa Frías K.
 
A un mes de la elección presidencial sin duda los candidatos ya comienzan “a tirar toda la carne a la parrilla”, y no es para menos sabiendo que a pesar que las encuestas digan y divulgue ciertas cifras de quien podría ser el próximo Presidente de Chile, la verdad es que al final se sabrá la verdad solo después del conteo de votos.
 
Es por ello que mientras más propuestas, mejor será el resultado. Aunque muchos optan por convencer a aquellos que aún no saben a quién dirigir su voto, y obviamente lo hacen captando su atención con diversas propuestas, que más allá que son difíciles de cumplir han sido catalogadas como “populistas”.
 
 
Uno de los ejemplos de aquello lo dio el candidato de Chile Vamos, Sebastián Piñera, quien presentó su propuesta económica, donde, entre otros temas, propone cambiar los días de feriado legal para los trabajadores.
 
Entre sus propuestas, el ex Mandatario destacó una modernización de la jornada laboral, donde se permitiría que las partes pacten bolsas de permisos o ampliar el período de vacaciones legales de 15 a 20 días hábiles.
 
Otro de los que se suma es el candidato presidencial de Unión Patriótica, Eduardo Artés, quien propuso reponer la pena de muerte, abolida en 2001 en Chile, especialmente para narcotraficantes.
 
Y siguen las ofertas
 
Por su parte, la candidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, hace unos días llegó hasta la Asociación de Bancos para entregar su propuesta para condonar el Crédito con Aval del Estado (CAE).
 
La aspirante a La Moneda insistió en que buscará llegar a un acuerdo con la industria bancaria y que el Estado se hará cargo de cancelar el monto para evitar que cerca de 800 mil estudiantes sigan endeudados.
 
 
Marco Enriquez-Ominami es otro de los que no se queda atrás. El candidato del PRO, ha asegurado que al término del mandato, la pensión mínima será igualada al sueldo mínimo. Canasta básica accesible. A ello se suma, su propuesta de bajar el precio de la canasta básica y servicios básicos a través de un IVA diferenciado.
 
En tanto la candidata por la Democracia Cristiana, Carolina Goic, en el marco de sus propuestas sobre materias de sexualidad señaló que como candidata quiere que comiencen a hablarse las cosas por su nombre, cosas que hasta ahora son tabú. Señaló que ella como Presidenta de la República lo que quiere es implementar la prevención, e informar sobre temas de sexualidad para que sea plena, informada y segura.
 
Aunque agregó que quiere garantizar el tratamiento necesario a hombres con problemas de impotencia sexual y quiere garantizar la entrega de viagra a todos ellos para que puedan tener una sexualidad plena. Además, la senadora ofreció proponer feriados regionales en todo el país.
 
Una gran subasta
 
En su análisis, Patricio Gajardo aseguró que “primero hay que ver si lo que está apuntando es un efecto emocional en los votantes, si es eso lo que se promete o si es que hay un estudio concreto que sustente o esté dando credibilidad a la propuesta, o si se está dando una propuesta pragmática y sin sentido de generar adhesión”.
 
A ello, el cientista político agregó a Cambio21 que “lo cierto es que cuando entramos a la parte final de una campaña se entrega una propuesta más emocional que racional. Y eso hay que tenerlo en cuenta, porque siempre ha habido componentes emocionales  a la hora del sufragio y que el candidato que convoca tiene que ser capaz de encantar y apostar a ese tipo de sentimientos, que son básicos principalmente en el indeciso absoluto, en la persona que no tiene claro de ir a votar o no, y si definitivamente vota por quien”.
 
En cuanto a si realmente son una ayuda para influir en el voto o no, Gajardo comentó que “les puede ayudar, no digo que en temas generales provoca una tendencia o que provoque un gran cambio, pero sí existe un sector de votantes que se refleja con un crecimiento de participación, que tenía dudas”.
 
 
Por su parte, el sociólogo Manuel Antonio Garretón declaró a nuestro medio que “hay que pensar que en general en las campañas presidenciales a través de la historia siempre ha habido una combinación entre un pensamiento de un proyecto y una idea central que anuncia una transformación de la sociedad, ya sea para conservarla o cambiarla, y medidas más destinadas a las necesidades inmediatas, a respuestas, o demandas populares”.
 
“El gobierno de Allende y sus 50 medidas, Bachelet generó la medida de entregar bonos, pero a diferencia de lo que sucedió con ellos con lo de ahora, es que parece que no hubiera un proyecto central, una idea central de qué se trata, por lo tanto aparecen están ideas desligadas de una visión de conjunto de una propuesta que inmovilice a la ciudadanía de un país mejor, si no que aparecen como demandas descontextualizadas y básicamente del tipo electoralista”, puntualizó.
 
A ello, el analista político agregó que “en una sociedad en la cual se plantean proyectos de sociedad están no tienden a influir especialmente en el electorado, y optan por las grandes alternativas que se plantean, y estás medidas lo que hacen es reforzar aquellas ideas. Aquí lo que hacen es querer transformar las elecciones en una especie de gran subasta, de quien ofrece más”.