Oh I'm just counting

¿Quién se va, quién llega? Aunque a Piñera no le gusta que lo pauteen se viene el cambio de gabinete: Ampuero, Pérez, Valente, Jiménez, Monckeberg, Cubillos los más seguros

Por Teresa Frías y Alfredo Peña

Por tercera vez en lo que va del año, la idea de un ajuste ministerial ha vuelto a rondar en los pasillos de La Moneda.
Es más, el viernes recién pasado, se rumoreó que el cambio de gabinete se realizaría a fines de ese día. Incluso en las redes sociales circuló una posible cita en La Moneda de los medios para ese cambio de ministros. Incluso se anunció la hora: 18.30 horas.

Es más. Varios ministros suspendieron sus actividades toda la tarde del viernes recién pasado. La ministra Cubillos lo hizo. 
Y la rumorología comenzó a operar. Nombres que llegaban de los partidos políticos de derecha, muchos de ellos para publicarlos y "quemarlos" politicamente. Como en la vieja política. Y la mayoria de esos rumores tenían que ver con las famosas sillas musicales. "Tú te vas de ministra para allá y él se viene de ministro para acá".

Lo único que está claro que por razones políticas, el presidente Piñera debe hacer un cambio de gabinete y rápido. Y que el cambio se realizaría esta semana que se inicia, según señalan nuestras fuentes de La Moneda.

El ajuste es fundamentalmentte por una baja considerable en las encuestas por parte del gobierno y del Presidente, la muy baja aprobación de todo el gabinete en todos los sondeos, el poco fiato de los ministros con la opinión pública y el desconocimiento de la mayoría de ellos por parte de los chilenos, determinarían que el cambio de gabinete va a ser inminente, aunque a Piñera no le agrade que lo pauteen por los medios para realizar estos cambios. En excusa del mandatario, a ningún jefe de Estado le agrada este pauteo, menos por la prensa.

Los ministros y sus debilidades

La reforma tributaria, tuvo como protagonista al ministro de Hacienda Felipe Larraín (pro RN) quien corrió el riesgo de perder en la votación para legislar el proyecto. Algunos diputados DC y del PR, salvaron a Larraín de una derrota en la idea de legislar. Algunos dan por "cambiado" el ministro de Hacienda para darle impulso a una economía que no remonta. Larraín cambiaría de Teatinos con Moneda a Teatinos con Agustinas. Reemplazaría a Ampuero en la cancillería.
A Hacienda podría llegar Alfredo Moreno, que se iría del ministerio de Desarrollo Social, donde ha tenido muchos problemas a partir del crimen del comunero Camilo Catrillanca. A Moreno también lo dan en Obras Públicas.

Y en el juego de las sillas musicales, la actual vocera Cecilia Pérez llegaría a reemplazar a Alfredo Moreno en Desarrollo Social.
Otro ministro que haría un enroque sería el ex diputado Cristián Monckeberg (RN) de Vivienda. Llegaría a la Secretaría General de la Presidencia, donde está Blumel, ministerio que lleva las relaciones con el Congreso. Por su vasta experiencia de parlamentario, es un cargo "pintado" para el marido de la diputada Paulina Núñez. A su ministerio llegaría el UDI Felipe Ward, actual ministro de Bienes Nacionales que se fusionará con el de Vivienda.

Otro que se iría es Nicolás Monckeberg (RN) en Trabajo por su mala performance en la reforma de pensiones. Nuevamente, diputados DC y radicales "le salvaron" este emblemático proyecto apoyando la idea de legislar. Además que el ministro quiere volver al parlamento y debería renunciar el próximo año para ser nuevamente parlamentario.

Si bien los rumores de un posible cambio de gabinete se instalaron antes de la cuenta pública, después de ser realizada esta, el cambio tomó mayor fuerza.

Pero lo único que está claro es que nadie ha defendido la labor del canciller Roberto Ampuero. Todos los dirigentes políticos lo dan fuera del gabinete. Piñera le daría una embajada a cambio de su despido y de su lealtad. 

Fuentes dentro del Palacio han asegurado que los integrantes del gabinete buscan presentar proyectos a última hora y hacer una buena gestión para no ser removidos  por Piñera que ya tiene claro que debe hacer luego un cambio de ministros, cuando su gobierno empieza a entrar a su segundo año, cuando habrán elecciones de alcaldes y concejales y en forma inédita, elecciones de Gobernadores Regionales, los ex Intendentes. Si el Gobierno pierde en esta última elección, la de Gobernadores, la derecha empezará a despedirse del próximo Gobierno en octubre del próximo año.
Esta fórmula tiene un sólo gran pero  o requisito: la unidad de los sectores de centro izquierda, cuestión que no se ve tan fácil.

La administración de Piñera cuenta con fuertes déficits: su falta de capacidad para generar condiciones de gobernabilidad, y la viabilidad de su proyecto político y la mala gestión de las reformas.

Para el cientista Marco Moreno “el gobierno tiene un flanco débil en la gestión y produce un serio problema para llevar adelante la acción”.

Si pensamos nombres, Nicolás Monckeberg y Marcela Cubillos (UDI) no tienen sus puestos asegurados. Es más, Monckeberg quiere volver al parlamento y debería renunciar en Octubre del próximo año para ser candidato. O sea se va a ir igual.


Marcela Cubillos, (UDI) tiene una muy mala performance como ministra de Educación con casi nulo contacto con diputados de la oposición. O sea sacar proyectos de su ministerio no se ven tan fáciles. "Es muy agresiva en su relación política con nosotros. No tenemos feeling con ella" nos señala un diputado del Partido Radical.

Por su parte el ministro Gonzalo Blumel aún no tiene un dominio en la agenda legislativa y siempre sus gestiones ante el Congreso deben ser reforzadas por uno de sus pares con mayor tonelaje político, como Andrés Chadwick o Alberto Espina.

Para Marco Moreno, Blumel (Evopoli) “ha tenido voluntad, pero no tiene capacidad de ser considerado como un interlocutor válido, ya que no tiene experiencia ni un grupo de respaldo en el Congreso y por eso mismo ministros como Cristian Monckeberg (RN) o Alberto Espina (RN) cumplirían mucho mejor con el rol articulador que se necesita en esa cartera”.

Ampuero tiene todas las fichas para irse


Donde hay consenso en la derecha es en que el canciller Roberto Ampuero (ex comunista hoy pro UDI) debería salir de Relaciones Exteriores y que su reemplazo natural sería el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, (pro RN) alguien al que todos en el oficialismo observan que estaría “mucho más cómodo”. Moreno era el "candidato" presidencial de Piñera desde ese ministerio, pero ha tenido serios problemas especialmente con el tema mapuche, luego del asesinato del comunero Camilo Catrillanca por parte de un carabinero.

A juicio de Marco Moreno “los ministros más alejados de los partidos de Chile Vamos, como José Valente, (UDI)  serían los que más peligran en un inminente cambio de gabinete, principalmente por la presión de los propios partidos para lograr incluir prospectos presidenciales en el Gobierno".

Para Patricio Navia, cientista político, académico UDP “el gobierno del Presidente Sebastián Piñera está cometiendo demasiados errores no forzados. Si bien la situación económica por la que atraviesa Chile no es la mejor, el país no está en una situación de crisis. Pero el mal ánimo que predomina en la clase política responde a la correcta percepción de que el gobierno no está dando el ancho”.

“Además de la excesiva demora en avanzar la agenda legislativa, el gobierno está constantemente tropezándose. La reciente decisión del Presidente Piñera de cancelar su gira por Europa demuestra que, en vez de seguir una hoja de ruta definida y bien pensada, La Moneda está cayendo en las improvisaciones. La única forma de corregir el rumbo es que el Presidente acepte que el gabinete está desgastado y convoque a políticos expertos de derecha que le permitan a su gobierno retomar el control de la agenda”, puntualizó.

Navia es enfático puntualizando que “un cambio de gabinete que traiga nuevos bríos y nuevas ideas al equipo político, y que permita a nuevos rostros liderar la negociación con la oposición es, hoy por hoy, la única forma que tiene el gobierno de escapar de esta trampa del día de la marmota en la que se encuentra”.

Otras y otros posibles ministros que deberían dejar sus cargos, según todos los análisis, está la ministra de Energía, Susana Jiménez. La gran crisis de los medidores inteligentes le pesan a esta secretaria de Estado que no pudo sacarse este pesado fardo con que la opinión pública la calificó con muy mala nota. LLegaría al cargo, el actual ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine.(pro RN).

Otro ministro mal evaluado es el secretario de Estado de Economía, José Ramón Valente (UDI), que no tiene una gran relación con parlamentarios de su sector. Sus opiniones, muy poco asertivas, le han pasado la cuenta, sobre todo cuando tiene que opinar sobre las AFP, ya que según él mismo señaló antes de ser ministro, nunca había cotizado en las AFP. Difícil defender el sistema, donde ni siquiera participa. 
En otra declaración polémica, Valente dijo a un diario que no leía libros porque no tenía tiempo.

Los ministerios más debilitados

Claudio Fuentes, analista de la UDP apunta que “el primer factor que golpea más al gobierno, es un factor externo, cosa que además la derecha le criticaba a Bachelet: ‘Usted le echa la culpa al ámbito externo’ y hoy día… ¿Qué está diciendo el gobierno? ‘Oye, acá la culpa la tienen China y Estados Unidos que no nos hacen crecer como pensábamos’. El segundo factor aquí es el caso Catrillanca, eso afectó directamente -fue un misil-  a su jefe de gabinete. Chadwick después de eso es otro Chadwick”.

Respecto al ministro del Interior Andrés Chadwick, Claudio Fuentes añadió que él ya no tiene “la figura de un actor articulador capaz de llegar a acuerdos. Ahí estaba el centro del poder de este gobierno y hoy día está como un poder descentrado en donde distintos actores están tratando de capitalizar, por ejemplo, Blumel en algunos ámbitos; ministros sectoriales están tratando de lograr acuerdos en algunos temas y están muy reaccionando”.

Por otro lado, Fuentes añade que el gobierno ha incurrido en una serie de “desatinos y autogoles”. “El tema nepotismo ha golpeado las últimas semanas y el último mes, pero esto no es de la última semana, esto partió con el hermano del presidente en los primeros meses y esa lección no fue aprendida”.

“Uno de los emblemas del gobierno, en campaña, fue ‘no vamos a repetir el nepotismo’. Se sacó el caso de Carolina Goic, de la misma presidenta Bachelet. Dijeron ‘no vamos a hacer eso’ y terminaron haciéndolo”, dice Fuentes.

El analista político recordó que los primeros meses del gobierno este “venía como avión” con la agenda de los cinco acuerdos: “Ese era el ambiente de un gobierno que venía a cambiar las cosas”, acotó. 

Respecto a lo anterior, Fuentes analiza que “primero tiene que intentar retomar la agenda, segundo va a tomar el tema clase media protegida y eso implica la reforma de pensiones, la reforma salud. Es decir, empaquetar de mejor forma cómo esas reformas van a afectar directamente a la clase media”.

“Yo creo que (el gobierno) requiere un golpe más fuerte, comunicacional, pero también una mejor gestión política. Los empresarios, que son sus aliados, lo que le están criticando (a Piñera) es la falta de capacidad de gestión política y eso se llama Chadwick, Blumel”, lo cual eventualmente podría detonar en un cambio de gabinete, comentó Claudio Fuentes.

“Si el gobierno fuese inteligente, debiese apostar a una reforma emblemática que es pensiones“, aseguró.

Volviendo al factor cuenta pública, Fuentes considera que “eventualmente (Piñera) podría caer en la trampa de empezar a compararse con Bachelet. Si cae en esa trampa, no es un muy buen consejo, porque la gente ya está cansada de que se comparen con Bachelet en todos los ámbitos”.

Quintana y Chahín quieren cambios

Por su parte el presidente del Senado Jaime Quintana (PPD) frente a un posible cambio de gabinete,  reveló que “no sé si del gabinete directo del Presidente, del equipo político, de otros ministros... Han sido los propios ministros sectoriales los que han salido a decir, en entrevistas, que hay deficiencia, como se observa en las encuestas. Hay problemas de coordinación; no es la primera vez, a propósito de DD.HH., que hay distintas versiones. Basta salir una semana fuera del país para darse cuenta de que en el frente interno hay un conjunto de dificultades que, me imagino, el Presidente tendrá que evaluar”.

“No entiendo por qué se ha demorado tanto un cambio de gabinete, pero en esto quiero ser muy cuidadoso; la atribución es del Presidente, y parto de la base de que siempre está evaluando a sus equipos. Si en el futuro no lejano hubiese un cambio, no debiera sorprendernos”, puntualizó.

Por su parte el presidente de la DC, Fuad Chahín comentó “No me gusta andar diciendo quienes se tienen que ir, es una decisión del Presidente de la República pero creo que tiene que darse cuenta que la gente ya no tiene más paciencia, ya se aburrió de la explicaciones, se aburrió de echarle la culpa al gobierno anterior, se aburrió de responsabilizar a la oposición y espera que el gobierno empiece a cumplir”

 A ello agregó a Cambio21 que “si para eso tiene que hacer cambio de gabinete, bueno el presidente evaluará que ministro debe dejar su cartera, no me corresponde a mi andar haciendo esas evaluaciones, pero lo que es evidente y que no solo yo quiero,  si no que el país entero quiere, es que el gobierno está bastante lejos de cumplir las expectativas de prometió”.

Pobre agenda legislativa
En La Moneda comentan en privado que la repercusión que tuvo el mensaje presidencial del 1 de junio calibró  la magnitud de un posible movimiento de ministros: si se suscribe solo a un cambio de carteras sectoriales o a uno que también afecte al comité político. Todo dependerá de la capacidad de retomar la agenda.

En las últimas semanas, Piñera ha enfrentado una dura baja en las mediciones de su gestión -en la encuesta "amiga o cariñosa" Cadem registró un 33%, la peor en lo que va de su segundo mandato- y ha tenido que hacerse cargo de las repercusiones de su atribulada gira a Asia, donde fueron sus hijos. A esto se suma la complicada tramitación de proyectos claves como Admisión Justa y la reforma al sistema de pensiones. La encuesta Mori/Cerc sólo le da un 27% de aprobación.

Una de las evaluaciones que hacen en Palacio, más allá de los números de las encuestas, es que se ha perdido incidencia en la agenda pública, y que en los últimos meses se ha hecho noticia más por temas “extra legislativos” que por las reformas que se han intentado impulsar. Por eso, en caso de que el Gobierno logre retomar la agenda pública, solo se harían cambios en ministerios sectoriales. Si eso no se logra superar, podría haber una cirugía mayor que eventualmente incluya al comité político.

Para Mauricio Morales, académico de la Universidad de Talca, frente a la interrogante si es necesario un cambio de gabinete, aseguró que “Sí, es necesario, porque el gobierno requiere inaugurar un segundo tiempo en que las fichas políticas estén los suficientemente claras para enfrentar estos dos años que restan”.

“Claramente el equipo político necesita un cambio urgente, y por equipo político me estoy refiriendo a vocería, y ministro del Interior fundamentalmente.  Andrés Chadwick (UDI) ha perdido protagonismo público desde el caso Catrillanca, la oposición lo tiene entre ceja y ceja, y eso le resta fuerza para ordenar al gobierno, y también para ordenar a su propia coalición en el gobierno, por lo tanto, el presidente Piñera debiese realizar una cirugía mayor, y esa cirugía mayor implica cambiar al ministro del Interior”.

Además el analista político dijo que “de igual forma la vocera Cecilia Pérez (RN) ha manifestado quizás no públicamente su interés de abandonar el cargo, debido al cargo que procede y particularmente por la tensa relación del presidente y RN, en consecuencia esta también podría ser una oportunidad para el que presidente cambie a la vocera”

“A mi parecer el mejor vocero que hoy en día tiene el gobierno y que puede ocupar ese cargo es Gonzalo Blumel, pasarlo de su ministerio a la vocería mejorará la imagen del gobierno, debido a que Cecilia Pérez es una figura desgastada, le entregaría una frescura a la vocería del gobierno, y al mismo tiempo Blumel es una persona  mucho menos confrontacional en comparación con Cecilia Pérez, quien produce mucho encono con la oposición”, declaró a Cambio21.

Además Morales dijo que “también podría existir que haya un cambio en el ministerio de Salud, así como también no se descarta un rol  mucho más significativo de Marcela Cubillos en el gabinete político del gobierno. Después de eso, el Presidente debiera pensar en quien esté en el Ministerio del Interior, y la figura más óptima seria Hernán Larraín, aunque también podría ser uno de los candidatos para Cancillería reemplazando a Ampuero. Cualquier cambio en el gabinete debe ser una cirugía mayor que incluya al ministro del Interior como mínimo. Alberto Espina es quien también podría ser una opción en Interior”.
 
Siguiendo en su análisis, propuso que “Educación,  Salud y Desarrollo Social son ministerios claves, por lo que en los dos primeros debieras existir un cambio, o una removida, el que más expectativas genera es en Desarrollo Social por Alfredo Moreno, ya no hizo lo que se espera como ministro de Desarrollo Social, si el presidente quiere impulsarlo como posible candidato presidencial podría asumir algún cargo dentro del gabinete presidencial y este podría ser en el Ministerio del Interior”.
 
“No se puede pautear al Presidente pero es un buen momento para hacer una evaluación de su gabinete, de sus ministerios, del avance de cada uno de las propuestas que él como Presidente comprometió al país. En función de eso, uno también podría esperar que no solamente haga un balance legislativo sino que también por qué no de lo que ha sido la gestión de cada uno de los ministerios. Y si es necesario hacer algún cambio creo que lo puede hacer”, comentó la senadora independiente y ex Evópoli, Carmen Gloria Aravena.
En la misma línea, la diputada Ximena Ossandón (RN) cree que el tema pasa también por modificaciones en el Segundo Piso. “Esas decisiones las toma el Presidente. Personalmente veo algunos ministros desgastados y una baja constante en la aprobación y algún cambio debería existir, ya sea ministerial o en el segundo piso el cual claramente no ha sabido interpretar las consecuencias de ciertas decisiones y menos de hacer sentir al Presidente lo que demanda la ciudadanía”, comentó  la diputada hermana del ex candidato presidencial Manuel Ossandón.