Oh I'm just counting

Reportaje Cambio21: Las instituciones han perdido su prestigio y están tocando fondo. La confianza se desploma entre 2018 y 2019 en la segunda presidencia de Piñera

Por María Sepúlveda  
 
Las encuestas pueden ser asertivas o no, pero lo cierto es que los chilenos hace tiempo perciben que algo huele mal en torno a las instituciones más importantes del país.  Los resultados que arroja la última encuesta Cerc-Mori "Barómetro de la Política", para las instituciones es negativo por donde se mire porque  todas ellas son parte del aparato estatal, claves en el funcionamiento de una democracia.
 
Lamentablemente el sondeo establece números complejos en el nivel de aprobación de nuestras instituciones, por decir lo menos están por el suelo, similar a como era en 1990 cuando se recuperó la democracia después de  una temible  y cruel dictadura.
 
 No hay institución que se salve: Ni el gobierno, ni el parlamento, la Justicia y el Ministerio Público, ni las Fuerzas Armadas, tampoco los partidos políticos.  
 
"La política y sus instituciones se encuentran en el momento más negro desde que se empezaran a medir hace 30 años". Así de enfática fue la empresa CERC-Mori al dar a conocer  su Barómetro de la Política, correspondiente al mes de mayo.
 
El sondeo evaluó el primer año del segundo Gobierno de Sebastián Piñera, la política y las instituciones, situando la aprobación del Ejecutivo en 27 por ciento, registrándose una caída de 17 puntos porcentuales con respecto a abril de 2018.
 
Marta Lagos, de MORI Chile, explicó que "vemos el impacto de todas las medidas que se han anunciado a lo largo del año y sin embargo no parecen asentarse en la población. Desde hace más de 10 años que en la política latinoamericana los presidentes tienen un promedio de 30 por ciento de aprobación y Sebastián Piñera está en ese promedio".
"Ya vemos lo que le ha pasado a Bolsonaro, que ha perdido 30 puntos y que lleva mucho menos tiempo que Sebastián Piñera. Miren el gobierno de México, con López Obrador, le pasa lo mismo", manifestó.
 
2018 y 2019 años claves.
 
"La confianza se desploma entre 2018 y 2019 en el primer año de la segunda Presidencia de Sebastián Piñera, registrando su momento más negro desde que comenzáramos a medir en 1990", determinó el sondeo.
La confianza en las Fuerzas Armadas llegó a 21 por ciento, Carabineros a 17 por ciento, Poder Judicial está en 18 por ciento, partidos políticos en 10 por ciento, y la Iglesia Católica cayó 23 puntos porcentuales, llegando a 8 por ciento. Incluso, el Ministerio Público alcanzó un 17 por ciento de confianza.
 
El sondeo también muestra que el interés en la política se mantiene en niveles muy altos de desinterés (75 por ciento) desde inicios de este siglo, si bien hay una tendencia leve de alza en el interés, pasando de 20 a 24 por ciento desde diciembre 2016 a la fecha.
 
De hecho, la confianza en los políticos alcanza 6 por ciento, y en los senadores y diputados un 7 por ciento.
Fuera de la política, las instituciones con más confianza son las radios con (53 por ciento) y Fonasa (48 por ciento), mientras que las que cuentan con menos confianza son las AFP (6 por ciento) y los partidos políticos, con 5 por ciento.
 
Acuerdo que liderará ministro Chadwick
 
Durante la cuenta pública Piñera propuso un "Acuerdo Nacional para fortalecer las instituciones republicanas" con el fin de terminar con los casos de corrupción en los poderes del Estado.
 
El Mandatario recordó que "en los últimos tiempos estamos observando un creciente deterioro en la calidad de la política y un creciente debilitamiento en la calidad o fortaleza de nuestras instituciones, instituciones tan importantes como el Poder Judicial, el Ministerio Público, las Fuerzas Armadas y de Orden, y también nuestras instituciones políticas".
 
Decidió convocar "a un gran Acuerdo Nacional, amplio y transversal, para liderar, a través del ministro del Interior, para mejorar y fortalecer la calidad de nuestra política y de nuestras (Andrés Chadwick) instituciones republicanas, con el fin de poder renovar y fortalecer las confianzas que la ciudadanía deposita en ellas, lo que es fundamental para la buena marcha de nuestra República".
El sociólogo Manuel Antonio Garretón señaló respecto a este panorama a Cambio21 que “hay dos elementos que son creíbles a la situación actual que son como fundantes de la situación actual. Uno tiene que ver con transformaciones generales en el mundo por el cual la mayor cosa que le pasa a la gente en sus vidas poco tiene que ver con las instituciones, a diferencia de una época en que prácticamente todo lo que la gente hacía, era en el marco de las instituciones, educacionales, laborales, establecidas como la familia y si tenía alguna creencia religiosa en grandes instituciones como las iglesias, especialmente en el caso nuestro, la Iglesia Católica”.
 
Según explicó “estamos viviendo una época  en que la mayor cantidad de cosas que la gente hace en sus vidas poco tiene que ver con las instituciones, porque no interpretan a la gente que, a veces,  aprende mucho más en google en otras cosas, que en el sistema educacional. La gente no se entera de la verdad a través de los noticiarios de televisión o de los diarios porque no la dicen. Hay  algunas instituciones que se llegan a salvar, como es el caso de la radio. Entonces, eso creo que es un primer aspecto lo que hace que haya cada vez más una tendencia a afirmar, a creer o a esperar un mínimo, lo que está al lado mío y por lo tanto lo que me corresponde es tratar de hacer de las instituciones lo que yo quiero que sean y mucho, a veces, el tema de la desconfianza tiene que ver con eso”.

La desconfianza en el Parlamento
Respecto a qué significa que haya desconfianza en el Parlamento explicó que “significa que yo no confío en que hace leyes o que yo no confío en que hace las leyes que yo quiero, entonces lo que se tiende a producir es  un rechazo a las instituciones porque es el individuo el que se enfrenta, de alguna manera a ellas. El otro problema que yo creo que está en el origen de esto es toda la institucionalidad heredada de la época de la dictadura. Cuando usted tiene un sistema político que durante 16 años es la minoría la que puede mandar y por lo tanto, hacer las leyes o vetarlas. Entonces usted genera una desconfianza general, todo lo que es institucionalidad porque el sistema político que es lo que liga a la ciudadanía con el Estado, con las instituciones, ese sistema político está totalmente sesgado y en término estricto, no es democrático porque no responde a la mayoría y no expresa la soberanía popular”.


El precedente que dejó Pinochet a las FF.AA

En la misma línea plantea que “y cuando los carabineros están para cuidar la seguridad de los ciudadanos y se dedican a actos de corrupción, o el comandante en jefe del ejército, o las Fuerzas Armadas, eso tiene un precedente; no ha habido en Chile un gobernante más corrupto que el dictador Pinochet y corrompió a todas las fuerzas armadas porque cuando usted hace de estas una institución para  reprimir a los ciudadanos las corrompe. Porque la corrupción no es solo el que se gane plata o no, cosa que además robaron, la corrupción también está en el uso del poder para fines propios. Hay política corrupta que tiene que ver  con clientelismo, a veces sin que siquiera medie una coima o cohecho”.
 
Garretón dijo tener “la impresión que vivimos en una situación en la cual a partir de una situación generada por un cambio epocal, por un lado, por la herencia en la vida de la gente de lo que fue la dictadura, a partir de eso las instituciones también realizan ellas sus propios fines, se separan, caen en el mundo de la corrupción todas ellas. Entonces, es obvio que se genere una situación como esta”.
 
En cuanto a cuál era el antídoto que había en Chile para esto, en el pasado, el sociólogo, explicó que “era que la gente se sentía representada en la política y en las opciones políticas que se ofrecían y eso es lo que hoy día, de alguna manera, ha desaparecido y por lo tanto sálvese el que pueda, rásquese con sus propias uñas y al mismo tiempo, por el clima anterior se ha desarrollado una especie de narcicismo ciudadano en que es de buen tono, a través de las redes sociales, criticar porque así yo soy alguien. Como la democracia no me ofrece las oportunidades institucionales yo hago mi experiencia democrática insultando, inventando noticias, etcétera. Estamos, en ese sentido, en el segundo peor de los mundos porque el peor es una dictadura”


¿Se ha tocado fondo o no?

Respecto a lo que podría durar este panorama en el país, Garretón, planteó que “tanto como los procesos de degradación de desincronización toman largos años, los procesos de recomposición institucional, que en ningún caso van a poder ser el mismo tipo de instituciones, recomposición de los partidos también toman largos años, pero lo que creo que uno puede pensar que hay ciertos hitos. El punto es si se ha tocado fondo o no. Cuando se topa fondo hay cierto hitos fundantes que inician un proceso de recomposición de las relaciones entre las instituciones, la gente, la política y a mi juicio, en Chile, perdimos la oportunidad de haber generado una suerte de hitos como una nueva Constitución que surgiera de debates vinculantes, de votaciones vinculantes, tipo Asamblea Constituyente u otro mecanismo”.

Añadió: “Mi impresión es que es muy difícil que si no hay un hito como ese tipo que convoque a todos los chilenos para que decidan cómo quieren vivir y por eso insisto que creo que el antipatriotismo de los sectores de derecha, la oposición brutal que hubo al gobierno de Bachelet en esta iniciativa de un proceso constituyente es muy grave y van a pagar todos la cuenta  por esto. Porque el problema es que hoy día el ministro de Hacienda puede decir que las cifras los favorecen, pero nadie le cree porque por otro lado viene un informe de competitividad que revela que el país ha bajado una cantidad enorme de puestos durante 10 años de los cuales cinco le corresponden al gobierno de Piñera”.
 
“No se considera un asunto grave, relevante”
 
Consultada por Cambio21 sobre el tema, cómo podría arreglarse esta situación, Marta Lagos directora de Cerc-Mori comentó que “el problema es que desde el año 90 nadie ha descubierto como aumentar la confianza en las instituciones y sí hemos observado, lamentablemente que la confianza en la instituciones cayó abruptamente entre los años 18 y 19. Entonces por el momento no hay ninguna receta cómo hacerlo y tampoco veo que haya ningún esfuerzo nacional y tampoco está en la agenda. A la agenda le importa mucho más, por lo menos a los medios de comunicación, el índice de competitividad que la caída  o pérdida de confianza en las instituciones”
 
“Me parece que eso sí es grave, el hecho de que no se considere esto como un asunto relevante y grave”, enfatizó. Insistió que “lo grave es que ni siquiera e considera que es grave”.
Además, en su opinión lo más grave es la pérdida de confianza en los militares y en las fuerzas armadas. Estas habían logrado salvar bastante bien el paso de la transición a la democracia, separándose  de la figura de Pinochet como tal y tenían un grado bastante sólido de confianza y de imagen positiva y eso en un año se perdió”
 
La ex ministra Laura Albornoz consultada por Cambio21 al respecto señaló que “tiendo a pensar que esta crisis institucional tiene que ver con los valores éticos que sustentan el actuar de la sociedad chilena que no son los suficientemente férreos para impedir que la corrupción se tome las instituciones. Entonces, hemos tenido durante largo tiempo un doble discurso respecto a saber comportarnos como se debe, aunque sabemos qué hacemos lo contrario y un ejemplo de eso, a lo largo del tiempo es que, cuando la gente legislaba para tener una ley de divorcio quienes se oponían eran, justamente las personas que apareciendo la ley la aprovecharon y se divorciaron y se volvieron a casar. O personas que hablaban de igualdad, pero creían que los hijos podían ser tratados de distinta manera dependiendo si había vínculo matrimonial de los padres con anterioridad y lo mismo pasa con la corrupción propiamente tal porque la corrupción es todo, también tiene que ver con el doble estándar en la forma de vivir”
 
“Creo que durante mucho tiempo Chile usó una vestimenta que lo hacía parecer con instituciones fuertes, con cierta honorabilidad o democracia fundante que requería de cuidados de toda la sociedad y por ese motivo durante mucho tiempo, hechos que se conocían no fueron destapados y que implicaban actos de corrupción, de abuso de poder, de nepotismo o tráfico de influencias. Yo diría una sociedad chilena influenciada por las redes o por el mayor conocimiento de los hechos de una manera más rápida y quizás más transparente usa y abusa también de manera irresponsable porque la pérdida de credibilidad las encuestamos en materia de instituciones, pero quizás si uno preguntara a un ciudadano cualquiera si ha perdido confianza en su compañero de oficina, colega, posiblemente la respuesta sea si y si le preguntan por qué la respuesta esté vinculada con una actuación desleal, con falta de compromiso” dijo.
 
“Entonces, creo que muchos de los factores que gatilla la crisis de las instituciones tienen que ver  mucho como somos los chilenos, en general. Nos estamos destapando los ojos en todo sentido de cosas y estamos aislándonos, siendo más individualista o alejándonos de las personas y las cambiamos por amigos ficticios que son los que funcionan en las redes o personas con quien pelearon. Somos incapaces de formar parte de instituciones organizadas, la sociedad civil en Chile, los partidos políticos tienen escasa representación, la gente participa poco. No tenemos tendencia a asociarnos y a participar colectivamente y eso también es una desilusión que, lamentablemente estas encuestas no lo miden.

Democracia instalada a contrapelo

De vuelta al tema de las instituciones, Laura Albornoz, insistió en que “esto tiene que ver con una democracia que en definitiva fue instalada también a contrapelo y que mantuvo pacto para la transición que muchos no sabíamos que existían o cuando lo sabíamos lo encontrábamos necesario para recuperar la democracia en el país. Diría que esto se debe a un proceso de desgaste de las instituciones y nos han ayornado con el tiempo lo suficiente y que han llegado tarde a la equidad de género, la probidad y la transparencia, hemos llegado tarde en general porque Chile como otros países latinoamericanos no reacciona a menos que tenga leyes que lo obliguen o lo sancionen por determinados comportamientos”.   
 
Añadió que “ahora vamos a tener leyes para los ingresos de narcotraficantes, sanciones ejemplificadoras para los jueces. A lo mejor leyes más duras y drásticas  no se han implementado para quien roba o usufructa de bienes públicos, pero lo decimos y tenemos  hoy mismo el abuso de los hijos del Presidente Piñera para hacer negocios en un  viaje que es con recursos del Estado. Pero insisto estas cosas tienen, generalmente dos miradas. Las instituciones las conforman personas de la élite y también el ciudadano común y corriente es incapaz de revisarse  de manera sistemática y profunda y es por eso que el altruismo está presente de vez en cuando, las marchas son de vez en cuando.
Las instituciones han sido remecidas
Respecto a si las instituciones podrían recuperar su credibilidad más rápido si la política recuperara su prestigio, Albornoz dijo que “el cumplimiento del deber es lo que origina eso más que la política en si misma. Los partidos político son canales a través de los cuales se administra la democracia y hasta que no inventen otro  sistema, la verdad que sigo creyendo que es el mejor modelo, pero las responsabilidades son las que tienen que ser cumplidas por las instituciones para sanearse. Creo que ha habido una actuación muy pro de crítica a las instituciones, pero la gente se mira poco el ombligo también, en qué medida ellos participan y comparten, entonces elegimos el modelo que se nos vendió y elegimos estar más preocupados de cambiar el celular, a viajar al Caribe que  necesariamente hacer lo que se debe aunque o suponga un camino más largo”
 
Por último, la ex ministra dijo que “las instituciones han sido remecidas y están en tensión y tiene que resultar algo de todo esto. Efectivamente va a haber cambios importantes en los próximos tiempos que dicen relación con renovación de figuras en la  política, el sector empresarial va a ser más resistente a esto, pero particularmente a quienes reciban recursos fiscales van a comenzar a hacer lo que corresponde con cifras de estándares de probidad más altas, con mayor transparencia, con mayor renovación de rostros, con terminar con la reelección en los cargos y no pasa solamente en el parlamento hay notarios, conservadores de bienes raíces, decanos, rectores ya que etas prácticas no contribuyen a los cambios. Hay que tomar  conciencia de las necesidades del desarrollo y que también las personas puedan percibir que pueden ser parte del proceso”