Para el parlamentario independiente las decisiones de Piñera como las de no firmar el Pacto Migratorio, reflejan que el Mandatario ha cedido “a las presiones de la extrema derecha”.
Tras cumplirse un año de la elección presidencial que lo enfrentó a Piñera, el senador reflexiona: "Lo primero es que la vivencia de una elección, la ganes o pierdas, te cambia la vida. Conoces tu país en una profundidad que no era posible de otra manera y tejes redes y lealtades que quedan. Es una experiencia extraordinaria en la vida y de la derrota hay que aprender y sobreponerse. Las derrotas pasan, sobre todo si son electorales. Lo importante es, a partir de la derrota, lograr construir un triunfo político. Y en eso estamos".
Para Guillier, "La derrota fue una consecuencia de haber perdido nuestra identidad, los focos, las prioridades, pero sobre todo, el vínculo con la ciudadanía. Por eso nosotros insistimos tanto en esto del gobierno ciudadano, de volver a la gente. Y sigo convencido de eso. Todos los temas que han reventado, todas las crisis que hemos tenido, estaban bien resueltas en el programa de gobierno que elaboramos durante la campaña. Todas estaban ahí abordadas con una excelente perspectiva. Ese programa hoy día está plenamente vigente".
Según el senador, "Eso no fue culpa del programa. Yo no era un candidato, no estaba en esa línea y asumí un compromiso en circunstancias muy complejas para nuestra coalición, que estaba muy debilitada, que decidió no ir a primarias. Cada uno quiso probarse por su cuenta y la división evidentemente tiene un precio".
En entrevista con La Tercera, analizó la crisis que vive hoy la izquierda: "Tengo varias reflexiones. Lo primero es que la izquierda se alejó de la gente, del hombre común. Segundo, que en la búsqueda de consensos y acuerdos nos olvidamos que la sociedad también tiene conflictos y antagonismos de los que hay que hacerse cargo. La democracia no consiste en la ausencia de antagonismos, tú tienes que representar claramente las inquietudes de una ciudadanía que no siempre está satisfecha con los consensos construidos. Eso le deja el campo libre a todos estos movimientos medios fanáticos, nacionalistas trasnochados y de otro tipo, los que van copando espacios de confrontación real de visiones distintas para enfrentar los problemas. Perdimos la capacidad para captar cuál era el equilibrio exacto en eso".
También se refirió al rol de la oposición: "La oposición en todos los países democráticos lo que hace es fiscalizar al gobierno, manifestar las diferencias, pero también construir finalmente la solución a los problemas de la gente. Por lo tanto, cuando uno ejerce un rol fiscalizador riguroso, cuando uno marca diferencias, también está contribuyendo a la estabilidad social. Porque si la oposición dejara de expresar la diversidad, la diversidad no se siente representada en el sistema institucional y busca por fuera, lo que debilita la democracia".
"La oposición tiene que tener identidad. Tiene que marcar diferencias, pero también tiene que entender, finalmente, que tiene que construir un acuerdo que es distinto a lo que pensaba la oposición en su inicio y lo que pensaba el gobierno en su inicio. O sea, tiene que haber algo nuevo que surge de ese diálogo".
Para el senador independiente, "Después de la derrota siempre se sale golpeado, pero eso también te enseña. El éxito enseña menos que el fracaso. Pero la política es un continuo ganar y perder elecciones, lo que hay que hacer es que las derrotas o los triunfos electorales no enreden los eventuales triunfos políticos. Porque hoy nosotros perfectamente podemos transformar esa derrota electoral en un triunfo político si somos capaces de rearticularnos en torno a una propuesta consistente".
Guillier señala que es "Más que un desafío electoral, el que tenemos es un desafío político. Tenemos que volver a la gente, entender más sus problemas, volver a vivir como la gente vive y compartir con ella en el terreno. El discurso clásico del progresismo, esto de la igualdad de oportunidades y la igualdad de derechos, hay que actualizarlo".
Piñera y el efecto Bolsonaro
"Como en todas las cosas no ha sido blanco y negro -comienza señalando-. Este es un gobierno que se lo comió el tema del empleo. Creyó que se iba a crecer y automáticamente eso iba a generar empleo pero eso ya está claro que no ocurrió ni va a ocurrir. Un punto a favor es que este gobierno se ha abierto en avanzar en la regionalización del país y eso va a dar resultado", señaló.
"El efecto Bolsonaro interno. Se está notando el efecto Bolsonaro en el Presidente Piñera. Hay sectores de extrema derecha que se están radicalizando y al gobierno se le está abriendo un escenario a la espalda de él, pero en su propio sector. El problema no lo tiene con nosotros porque, finalmente, ¿en qué proyecto no hemos llegado a acuerdo?, ¿en qué área el Presidente puede decir ‘mira, esto se debatió y no hubo acuerdo’? Cada vez que nos descalificaron después se llegó a consensos razonables. Por eso, cuando él nos descalifica en realidad les está hablando a ellos".
"Sin duda. Es una señal equívoca respecto de la política exterior de Chile. Una cosa es la migración, que se discutirá en su mérito, pero un gobierno no cambia su política exterior, que es una política de Estado, en 48 horas porque le llega un telefonazo desde Washington. Me parece inaceptable para la dignidad de Chile porque es atentatorio contra nuestra propia seguridad nacional. Esa imagen de la banderita chilena dentro de la bandera americana refleja las decisiones del Presidente sobre el Pacto Migratorio. Piñera rompió un consenso y Chile puso en duda su política hacia el mundo. El gobierno quiere transformar una política de Estado en política de gobierno. Con eso se va a debilitar porque nosotros no lo vamos a seguir en esas aguas. Hay mucha medida efectista y sin fondo en reacción a esta presión de la extrema derecha en el gobierno", indicó Guillier.
"Pero claro, ¿acaso no se dieron cuenta los chilenos cuando Piñera fue a Estados Unidos y se reunió con Trump le mostró la bandera norteamericana y una banderita chilena chiquitita y dijo que quería estar en el corazón de Estados Unidos? Muchos creyeron que era una anécdota, pero esa fue una señal política. Chile vuelve al bloque americano. Ese es el mayor error porque hasta los militares entendieron que había que diversificar nuestros vínculos".
Comparación con Evo Morales
"Absolutamente. Seamos realistas, este cambio se produjo en menos de 48 horas. El canciller no tenía idea, lo anuncia el subsecretario del Interior, qué más evidencia de que este es un tema que se quiere hacer ver como de seguridad y se quiere usar para cubrirse frente a un problema que el gobierno no ha podido resolver que es la crisis que tiene en La Araucanía.
"Las reformas de Piñera son pantallazos para la tele, pero no tienen sustancia. La reforma previsional no toca a las AFP. Por el contrario, lo único que hace es inyectarle más recursos. De hecho, quien diseñó el modelo dijo que esta no era la solución final y que en diez años más íbamos a estar nuevamente con el debate encima. Esta reforma no va a mejorar las pensiones de la gente. Acá el gobierno está saliendo del paso pero no está resolviendo el problema previsional. En materia tributaria, por otro lado, estoy disponible a discutir impuestos regionales… pero no aprobaría tal como está la reforma del gobierno. Porque no se puede reintegrar el sistema como propone el proyecto".
"Cuando faltan tres años con un país que está cambiando a esta velocidad, empezar a tomar definiciones ahora es extemporáneo y probablemente a la gente le debe molestar que uno se ande preocupando de candidatearse. Cuando lo que la gente quiere es que uno haga la pega, yo me he comprometido con mí mismo y mi región a avanzar en la descentralización, si hay avance sustantivo en descentralización consideraré que mi gestión senatorial sirvió, si sacamos una muy buena ley de financiamiento de las Fuerzas Armadas, por lo tanto, ahí quiero estar presente, toda la revolución en las energía renovables… Si yo puedo seguir avanzando en proyectos que tengan relevancia para el país, más allá si son populares o no, por supuesto que lo pensaré y estaré disponible".
¿Candidato presidencial?
"Eso fue producto de una circunstancia muy particular, no era mi objetivo, mi objetivo era ser senador, yo hacía tiempo que le venía dando vueltas, me gustaría ser senador por el norte, por Antofagasta, porque es la tierra de mis padres y ahí llegaron mis abuelos de migrantes, entonces hay compromisos de otro tipo. Pero lo de la senaduría… reconozco que me empieza a gustar la política. Los primeros dos o tres años tú estás muy desconcertado, porque la política no es como te la imaginas por fuera, pero de repente empiezas a descubrir que tú mismo desarrollaste capacidades de dialogar, de entenderse, de negociar, de convencer, de persuadir, de liderar y te va entusiasmando".