“La irresponsabilidad del economista P. Romer, acusando graves irregularidades e intenciones políticas en cambios en la metodología del índice “Doing Business” del Banco Mundial, y luego desdiciéndose, causaron grave daño a Chile, son inaceptables y ameritan severa sanción del BM”, aseguró Piñera a través de twiter en enero de este año.

Las vueltas de la vida, sucede que ahora aquel economista denostado por Piñera  ganó el Premio Nobel de Economía. En una conferencia de prensa P.Romer denunció la manipulación en el informe del Banco Mundial sobre Chile y luego renunció al Banco Mundial que desmintió sus dichos.

Romer admitió, en esa oportunidad, que la clasificación chilena en los ranking ha sido "potencialmente contaminada por las motivaciones políticas del personal del Banco Mundial".

Según declaró, "basado en las mediciones anteriores, las condiciones para hacer negocios en Chile no empeoraron durante la administración de Bachelet".

El economista que vio interrumpida su carrera al salir del Banco Mundial, ha sido pionero en investigaciones que muestran que “la acumulación de ideas apoyan el crecimiento económico a largo plazo. Demostró cómo las fuerzas económicas están detrás de la voluntad de las empresas para generar nuevas ideas e innovaciones”.

A la vez, la Academia Sueca señaló que Romer ha sentado las bases de lo que se conoce como “la teoría del crecimiento endógeno”, la que ha generado “gran cantidad de nueva investigación en reglamentaciones y políticas que fomentan ideas nuevas y la prosperidad a largo plazo”.