Por segunda vez en la semana, Sebastián Piñera volvió a referirse a la no adhesión de Chile al Pacto para la Migración impulsado por la ONU. En una corta declaración en el Palacio de La Moneda, reiteró que "nuestra política es clara, queremos que ingresen quienes respetan nuestras leyes y aportan al desarrollo de nuestro país, pero no queremos que ingresen a Chile aquellos que vienen a causarnos daño".
Además del debate generado por la determinación y las críticas de la oposición, el hecho evidenció dos posturas al interior del Gobierno sobre el tema: Interior y Cancillería.
Ante esto, la ministra Cecilia Pérez, aseguró que "acá no existe ninguna contradicción, lo que se ha dicho es absolutamente compatible (...). Acá hay compatibilidad en la mirada de la Cancillería e Interior".
El domingo, cuando se detalló la decisión del país, el subsecretario Rodrigo Ubilla -encargado de informar el hecho- comentó que "emigrar no era un derecho humano", lo cual no es compartido por el canciller Roberto Ampuero, quien ayer dijo en el Congreso que sí lo era.