Un rebrote del Covid-19 trae de nuevo las restricciones de movimiento en el país más grande de Oceanía. El estado de Australia Meridional decretó un confinamiento de seis días en la ciudad de Adelaida. Se trata de la segunda mayor urbe del país con 1,8 millones de habitantes que deberán quedarse en sus casas.
Las autoridades definieron que los colegios, restaurantes y fábricas permanecerán cerrados. El plan es bajar los contagios del nuevo coronavirus en territorio australiano. La medida llega tras la aparición de dos nuevos focos detectados en un hotel, donde permanecen confinadas las personas que llegan del extranjero.
El primer ministro del estado, Steven Marshall, aseguró que “golpeamos fuerte y pronto. El tiempo apremia y debemos actuar rápida y firmemente. No podemos esperar a que la situación se deteriore”. The Advertiser informa que las bodas y los entierros también quedan prohibidos y la mascarilla es obligatoria.
La responsable del servicio de salud, Nicola Spurrier, subrayó que las medidas permiten buscar los contactos e interrumpir la transmisión. Los vuelos internacionales con destino a Adelaida se suspendieron. El temor es que el nuevo foco se extienda a poblaciones de riesgo, ya que empleados de residencias de ancianos dieron positivo.
El brote del SARS-CoV-2 aparece cuando Australia evalúa reabrir sus fronteras antes de la Navidad. El plan inicial era la reactivación económica, mientras se retinar los subsidios salariales y por desempleo. El país oceánico acumula un poco más de 27.700 contagios y 907 personas fallecidas desde el inicio de la pandemia.