Un camarero español de 60 años ha logrado demostrar que es un hijo no reconocido de un empresario adinerado fallecido y cobrará más de 2 millones de euros (unos 2,5 millones de dólares) de herencia, informa la Cadena SER.
Según ha explicado a la agencia EFE Fernando Osuna, el abogado del hombre, originario de la ciudad sevillana de Utrera, su cliente fue fruto de la relación del empresario, fallecido en el 2001, y su sirvienta. A pesar de que el hombre nunca fue reconocido ni incluido en el testamento, el Tribunal Supremo de España ha dado la razón al demandante en sus planteamientos a la Audiencia Provincial de Sevilla y ha rechazado el recurso, presentado por los medios hermanos del hombre.
Osuna también ha contado que los familiares del empresario exhumaron y destruyeron sus restos óseos para evitar la prueba de ADN, por el temor a que fuera positiva, y no se presentaron en el Instituto de Toxicología de Sevilla para comparar su ADN con el del demandante.
De acuerdo con la sentencia, la relación de la madre del querellante con el empresario era conocida por los vecinos de la zona, que en numerosas ocasiones vieron a la sirvienta cuando estaba embarazada. También se tomó en cuenta el "extraordinario parecido físico" entre el utrerano y los hijos reconocidos del fallecido.
Además de compartir la herencia con su hermano biológico, los familiares del fallecido también tendrán que pagar los costos de los juicios, que duraron más de cinco años, que se estiman en unos 9.000 euros (11.120 dólares).