En 1980 Diana Spencer y Carlos comenzaron una relación. Él no estaba apurado por casarse, pero sus padres sí. La prensa comenzó a especular acerca de que habían pasado dos noches juntos y el príncipe Felipe resolvió inducir una resoluciónpara esa historia, en una carta le hizo a su hijo una advertencia: “Debés proponerle matrimonio a Diana o dejarla”.
Camilla Parker Bowles y Carlos de Inglaterra: la infidelidad que hirió de muerte a Lady Di
El llamado “casamiento del siglo XX”desencadenó una serie de acontecimientos desafortunados, mentiras e historias paralelas. Diana fue amada por el pueblo, celebrada, adorada (y perseguida) por los flashes, ¿fue amada por el príncipe Carlos?
Cuando Diana Spencer y el heredero de Gales se conocieron, él tenía su corazón completamente tomado por otra pasión. Camilla Shand (Shand era entonces el apellido de soltera) era una joven de porte fuerte, bastante atrevida, que al poco tiempo de conocer al príncipe Carlos le dijo con descaro: “Mi bisabuela, Alice Keppel, fue la amante de su tatarabuelo, Eduardo VII. ¿Lo sabía?”. Estaban en el campo de Polo de G. Park y corría el año 1970. La historia de la bisabuela volvió a repetirse, re-actualizada, solo cambiarían los nombres de la aventura.
Se convirtieron en amantes, pero al poco tiempo Camilla volvió con su novio de siempre Andrew Parker-Bowles, de quien estaba enamorada –y algo despechada, por sus infidelidades-. Esta chica no aspiraba a la vida real con sus presiones y compromisos, era resolutiva e independiente, en 1972 rechazó la primera propuesta de Carlos de convertirse en su esposa.
Un tiempo después de esa propuesta fallida, el Times anunció el casamiento con Andrew Parker, dando como resultado un primer corazón herido: el de Carlos.
Durante años el príncipe de Gales mantuvo algunas relaciones informales, la más conocida fue Sarah Spencer (hermana de Diana), pero también se lo siguió viendo cerca de Camilla (pasaban juntos algunos fines de semana, bailaban durante horas en las fiestas desafiando las miradas del entorno).
En ese momento Lady Diana Spencer, hija de los Vizcondes de Althorp, entra en acción. Con tan solo 19 años trabajaba como asistente en el jardín de niños Young England en Knightsbridge. Aunque con Carlos se llevaban 13 años de diferencia, parecía una buena candidata: sangre aristocrática, elegancia, un buen carácter.
En 1980 Diana Spencer y Carlos comenzaron una relación. Él no estaba apurado por casarse, pero sus padres sí. La prensa comenzó a especular acerca de que habían pasado dos noches juntos y el príncipe Felipe resolvió inducir una resoluciónpara esa historia, en una carta le hizo a su hijo una advertencia: “Debés proponerle matrimonio a Diana o dejarla”.
Según Pamela Hicks, amiga de la familia, “Carlos no estaba enamorado de Diana, no estaba preparado para casarse”. Según otros testimonios, sí pensaba que en algún momento llegaría a amarla. El 24 de febrero de 1981, presentó a Diana oficialmente como su prometida, regalándole el famoso anillo de zafiro y diamantes que años después el príncipe Guillermo usaría con Kate Middleton.
Cuando Diana Spencer y el heredero de Gales se conocieron, él tenía su corazón completamente tomado por otra pasión. Camilla Shand (Shand era entonces el apellido de soltera) era una joven de porte fuerte, bastante atrevida, que al poco tiempo de conocer al príncipe Carlos le dijo con descaro: “Mi bisabuela, Alice Keppel, fue la amante de su tatarabuelo, Eduardo VII. ¿Lo sabía?”. Estaban en el campo de Polo de G. Park y corría el año 1970. La historia de la bisabuela volvió a repetirse, re-actualizada, solo cambiarían los nombres de la aventura.
Se convirtieron en amantes, pero al poco tiempo Camilla volvió con su novio de siempre Andrew Parker-Bowles, de quien estaba enamorada –y algo despechada, por sus infidelidades-. Esta chica no aspiraba a la vida real con sus presiones y compromisos, era resolutiva e independiente, en 1972 rechazó la primera propuesta de Carlos de convertirse en su esposa.
Un tiempo después de esa propuesta fallida, el Times anunció el casamiento con Andrew Parker, dando como resultado un primer corazón herido: el de Carlos.
Durante años el príncipe de Gales mantuvo algunas relaciones informales, la más conocida fue Sarah Spencer (hermana de Diana), pero también se lo siguió viendo cerca de Camilla (pasaban juntos algunos fines de semana, bailaban durante horas en las fiestas desafiando las miradas del entorno).
En ese momento Lady Diana Spencer, hija de los Vizcondes de Althorp, entra en acción. Con tan solo 19 años trabajaba como asistente en el jardín de niños Young England en Knightsbridge. Aunque con Carlos se llevaban 13 años de diferencia, parecía una buena candidata: sangre aristocrática, elegancia, un buen carácter.
En 1980 Diana Spencer y Carlos comenzaron una relación. Él no estaba apurado por casarse, pero sus padres sí. La prensa comenzó a especular acerca de que habían pasado dos noches juntos y el príncipe Felipe resolvió inducir una resoluciónpara esa historia, en una carta le hizo a su hijo una advertencia: “Debés proponerle matrimonio a Diana o dejarla”.
Según Pamela Hicks, amiga de la familia, “Carlos no estaba enamorado de Diana, no estaba preparado para casarse”. Según otros testimonios, sí pensaba que en algún momento llegaría a amarla. El 24 de febrero de 1981, presentó a Diana oficialmente como su prometida, regalándole el famoso anillo de zafiro y diamantes que años después el príncipe Guillermo usaría con Kate Middleton.