Ansiedad, estrés y desmotivación son los principales síntomas que afectan la salud mental de los universitarios chilenos. Así lo indica un reciente estudio sobre el tema realizado por Fundación AEQUALIS , Foro de Educación Superior, en el contexto de la pandemia de COVID 19, con el propósito de contribuir con información actualizada que sirva de base para la toma de decisiones, tanto a nivel de las orientaciones de política pública cómo a nivel de las propias IES.

Los síntomas descritos, afectan el rendimiento académico, llegando la medicación necesaria durante la pandemia al 31%. Estos tratamientos se mantienen hasta hoy en el 18% de los casos.

El estudio encuestó a 845 jóvenes, mayoritariamente de entre 18 y 21 años. Entre los resultados más reveladores destaca que un alto porcentaje manifestó sentir o tener un diagnóstico de algún problema de salud mental antes de la pandemia y que aproximadamente 2 de cada 10 estudiantes que respondió el estudio aún mantiene medicación.
De acuerdo a los datos, la salud mental de los jóvenes encuestados, previo a la pandemia ya se encontraba mermada. Un 45% de ellos declaró sentir o tener un diagnóstico por algún problema de esta índole antes del 2020. Durante la pandemia, la percepción o diagnóstico por estos problemas alcanzó una proporción del 68% y postpandemia 3 de cada 4 jóvenes los declara.
José Venegas, jefe de Estudios de AEQUAIS, afirma que “estamos en presencia de un fenómeno que demanda aún más atención, pues surgen interrogantes acerca de su impacto en los diagnósticos previos que realizan las IES, en los aprendizajes que deben alcanzar los estudiantes, en la forma en que desarrollan su vida universitaria y, por último, en la inserción al mundo del trabajo”.

Finalmente, según el estudio “Impacto de la Pandemia por COVID 19 en la salud mental de los estudiantes universitarios en Chile”, (Revista Chilena de Psiquiatría y Neurología de la Infancia), …“tres de cada cuatro estudiantes reportaron que su estado de ánimo era peor o mucho peor en comparación con el contexto prepandémico. Las estudiantes presentaron significativamente mayores niveles de sintomatología depresiva y ansiosa y reportaron de forma significativa una mayor percepción de empeoramiento del estado de ánimo”
El estudio sobre los “Efectos del confinamiento por COVID-19 en la salud mental de estudiantes de educación superior en Chile” del año 2020 observó un aumento de la depresión. El confinamiento por el COVID-19 tuvo un alto impacto en la salud mental de las estudiantes. Las mujeres y los estudiantes de primer año parecen ser grupos de alto riesgo para desarrollar síntomas depresivos.

Antecedentes previos

Entre los antecedentes previos a este estudio figura el informe IESALC UNESCO del año 2020, el cual adelantaba que “inevitablemente, la pérdida de contacto social y de las rutinas de socialización que forman parte de la experiencia cotidiana de un estudiante de educación superior tendrán un costo. El aislamiento que va inevitablemente asociado al confinamiento tendrá efectos en términos de equilibrio socioemocional que dejarán huella, en particular, en aquellos estudiantes con problemáticas preexistentes en este dominio”.

Agrega que “a los más vulnerables, que participan en programas de nivelación y apoyo, el aislamiento les golpea aún más fuerte. Indicativamente, una encuesta realizada la última semana de marzo entre estudiantes de educación superior en Estados Unidos reveló que un 75% afirmó haber experimentado ansiedad y depresión como resultado de la crisis”.

Según el último informe de Unicef sobre el Estado Mundial de la Infancia, publicado en octubre de 2021, al menos uno de cada siete niños se ha visto directamente afectado por las cuarentenas a nivel mundial, mientras que más de 1.600 millones han sufrido alguna pérdida en su educación.