Un alto impacto en los habitantes de la comuna de Lo Espejo ha tenido el eficiente funcionamiento del moderno SAPU de Alta Resolución “Julio Acuña Pinzón”, registrando en sus cuatro primeros meses de existencia la cantidad de 16.800 atenciones médicas y realizado  más de 825 radiografías corporales.

El alcalde Miguel Bruna manifestó su satisfacción por este modelo de atención que entrega “rápida solución a necesidades de urgencia de salud que enfrentan nuestros niños, jóvenes, mujeres y adultos mayores”. Junto con ello realzó la calidad del servicio prestado, digno y oportuno que reciben los vecinos y que hace posible un mejoramiento de su nivel de vida”.

 

El SAPU “Julio Acuña Pinzón”, tuvo un costo total de $1.186 millones. Fue inaugurado a mediados de octubre de 2019 y producto del estallido social tuvo un funcionamiento anormal con interrupciones. Las cifras indican 557 atenciones y 18 radiografías. Pero en los meses siguientes los números se multiplicaron: Noviembre: 2.945 atenciones y 179 radiografías; diciembre: 4.549 atenciones y 251 radiografías; enero 2020: 5.301 atenciones y 227 radiografías; y febrero proyectado hasta el día 20: 3.534 atenciones y 150 radiografías. En síntesis: 16.886 atenciones y 825 radiografías en 4 meses.

 

Paloma Duarte, jefa del Departamento de Salud Municipal de Lo Espejo, consideró muy “positivo” el impacto que el SAR ha tenido entre los pobladores. Valoró como un “súper beneficio” que los vecinos no hayan tenido que ir al hospital a esperar una hora, “porque lo pudimos resolver a este nivel y no derivar a las personas a los hospitales, donde ya están colapsados”. También la jefa del servicio de salud valoró la moderna infraestructura y tecnología, donde “los vecinos pueden atenderse en un lugar digno, limpio, que funciona bien acondicionado, con el equipo que corresponde”.

Según Paloma Duarte, la gente percibe al SAR “como un lugar bonito y donde la atención es buena. Los Consejos de Desarrollo Local (CDL), que son los representantes de la comunidad, están bastante contentos”.

La atención al público tiene un horario intensivo a partir de las 17:00 horas de cada tarde hasta las 08:00 de la mañana del día siguiente, atendiendo urgencias y actuando como un rápido centro de diagnóstico, dotado además de ambulancia.

 

 El equipo de profesionales trabaja con una lógica de categorización, que se llama ESI, que tiene ciertas definiciones y que de acuerdo a la categoría en la que quede el paciente, según la evaluación previa, puede tener una espera, que puede llegar hasta dos horas. “Es muy distinto atender a una persona que llega baleada a alguien con fiebre o dolor de cabeza. Cuando tengo un paciente que viene baleado voy a ocupar al médico, a la enfermera, al Tens y un montón de insumos para estabilizarlo, quizás la ambulancia. Entonces como voy a usar tantos recursos para atender a esa persona baleada, lo más probable que los otros pacientes tengan que esperar un tiempo más”, subrayó Paloma Duarte.

 

La espera es lo que lleva al usuario a reclamar. Pero el “sistema de categorización” de las atenciones es lo que caracteriza el buen servicio del SAR. Los resultados que se constataron en los primeros 120 días son muy alentadores para la jefa del Departamento de Salud: “Es un orgullo ver el trabajo en equipo que hizo el departamento y que es algo súper valioso para la comunidad”.