El triunfo de Kast -con el apoyo del resto de las derechas- que logró 7,2 millones de votos no es ninguna novedad para la sociedad, es más fue una candidatura que se dio el lujo de no dar a conocer su “plan de emergencia” ni menos informar sobre “el recorte de gasto fiscal de US$ 6.000 millones en 18 meses” y otros anuncios/slogans que no explicó. La sociedad chilena le dio “un cheque en blanco” para que resolviera los temas de seguridad, pero veamos cuanto tiempo le dará para que cumpla esa promesa que le hizo ganar esta segunda vuelta presidencial.
Por otra parte, la candidatura de Jeannette Jara arrastraba grandes mochilas para lograr la adhesión de las mayorías ciudadanas.
Era la continuidad de un gobierno que había prometido cambios que no se cumplieron, pero que además no resolvió los temas de seguridad en los barrios, que no ha sido capaz de frenar el avance del Crimen organizado y los Narcos; que tampoco fue capaz de controlar la migración ilegal y que se demoró en recuperar la generación de empleos y la actividad económica.
Ciertamente Chile no se cae a pedazos como ha insistido la ultraderecha, ya que tiene una baja inflación (3.4% en los últimos 12 meses) y su crecimiento 2025 de 2,5% es bajo, pero en el actual contexto aparece como un logro razonable, pero no ha logrado recuperar el dinamismo en la contratación de mano de obra formal y subsisten las demoras en las listas de espera en Salud.
Pero la gestión gubernamental nunca ha logrado superar la barrera del 30% y tanto el presidente Boric, como el exministro Jackson, los ex convencionales como Atria, Bassa representan esa “borrachera constitucional” que está en el origen de esta tremenda derrota de la centroizquierda e izquierda clásica.
También la candidatura Jara debió arrastrar el peso de su militancia comunista en un ambiente político y comunicacional de un fuerte anti comunismo parecido a los de los años 60’ del siglo pasado; que las derechas exacerbaron constamente; pero esta derrota electoral se veía venir -y como señaló un columnista dominical vía X esto “tiene un responsable y ese responsable no es la candidata”.
Claramente se apunta a quién encabezó un proyecto político destructivo de la Concertación y que hoy después de 4 años de pobrísima gestión gubernamental son los responsables de una paliza electoral ante la ultraderecha que obtuvo un 58.2 % de la votación, convirtiendo a Kast en el Presidente electo con más votos y con mayor porcentaje de votación en las derechas.
Es de esperar que Kast entienda que la votación en segunda vuelta son de “votos prestados”, que esa votación no la tiene en el Parlamento donde en ambas Cámaras su posible alianza de gobierno con Libertarios, ChileVamos, Demócratas y Amarillos no es mayoría neta y por tanto, si quiere avanzar debe construir puentes políticos y acuerdos transversales que son prácticas en las cuales no ha mostrado muchas habilidades; por lo cual requerirá apoyos políticos y un elenco de Ministros de Estado que tengan esa experiencia de articulación de la cual él carece.
Ciertamente Kast este domingo obtuvo un rotundo triunfo electoral, pero si se analiza en relación a votación del 14 de noviembre, el candidato Kast agregó sólo 600.000 votos adicionales a la cuenta de ahorro que había generado la primaria de la derecha entre él, Kaiser y Matthei y la candidata Jara obtuvo 1,6 de votos adicionales a noviembre, su défict fue una primera vuelta en que sólo logro el 26% de la votación.
El electorado que apoyó a Parisi en primera vuelta que fueron 2,5 millones, este domingo sólo un 20% acogió su llamado a votar Nulo; el resto tomó opciones y al parecer una parte importante respaldó la candidatura de Jara. Esto evitó que en la Región Metropolitana se viviera el desfonde de la candidata de centroizquierda y a pesar de la derrota, logró triunfos estrechos en comunas grandes como Maipú, La Florida, Puente Alto, Ñuñoa, Pudahuel, Quilicura, Macul; pero la diferencia lograda por Kast de 80% vs 20% en Lo Barnechea, Vitacura y Las Condes le permitió un triunfo importante en la Región Metropolitana lo que coronó su perfomance electoral triunfadora en todas las regiones del país.
El Presidente electo deberá cumplir las expectativas creadas en los primeros 6 meses de gobierno y ahí lograr avances concretos en lucha contra la delincuencia y en reactivación de la economía para lo cual requerirá nombrar Ministros con capacidades políticas y técnicas y no improvisar nombrando personeros sin conocimiento ni expertise en el manejo del aparato estatal, error que cometió Piñera en ambos gobiernos.
Ahí estará la primera valla que deberá sortear el candidato que fue ungido como Presidente electo para el período 2026-2030.
Lo que quedó del contundente triunfo de Kast. Por Alfredo Peña, Periodista y Cientista Político
