El Plan de Reactivación Educativa, presentado por el Ministerio de Educación a inicios de este año, se sostiene en tres ejes, uno de los cuales es Convivencia y Salud Mental.
La Salud Mental se ha visto afectada y con mayor presencia pública en los tiempos de Pandemia y ahora de postpandemia, donde aún nos encontramos. Sin duda son muchos los factores que pueden influir en los problemas de Salud Mental o bien en la salud de las personas, que luego pueden derivar, en un problema de salud mental.
Si revisamos un poco las fechas, una vez iniciado el proceso democrático en Chile en los años 90, las políticas públicas se centraron en enfrentar con diferentes estrategias los factores de riesgo para la salud y las enfermedades crónicas no transmisibles, hoy enfermedades no trasmisibles, que fueron apareciendo, como las enfermedades cardiovasculares hipertensión, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes, entre otras.
Alla por el año 2006, la OPS exponía que se calculaba que en el primer decenio del siglo XXI morirán 20,7 millones de personas, y que el 31% de dichas muertes podría atribuirse a enfermedades cardiovasculares (ECV).
La misma organización señala que la hipertensión es uno de los factores de riesgo más importantes para las cardiopatías, pues afecta entre el 8% y 30% de los habitantes de la región; por su parte en el año 2000 el cáncer alcanzó al 20% como causa de mortalidad por enfermedades crónicas, representando un aumento del 33% en la región desde 1990. En este mismo escenario, la OPS (2006) indicó que para el año 2020 en América Latina y el Caribe el cáncer provocará 833.800 muertes, en tanto que para el año 2025 serán 35 millones de personas las que sufrirían diabetes.
Bastantes de estas enfermedades eran provocadas, en acuerdo con los y las expertas por una serie de variables alimentación poco saludable, excesivo consumo de alcohol, consumo de tabaco, drogas y una vida sedentaria.
En este contexto mayoritariamente las estrategias de salud en Chile y en diferentes instituciones de educación fue iniciar campañas de prevención a estos factores de riesgo para la salud: comer saludablemente, realizar al menos tres veces a la semana 30 minutos de actividad física sistemática, bajar los índices de obesidad, no consumir alcohol, drogas. Y fomentar buenos hábitos de vida saludable. No obstante, el problema de salud mental no era un factor de análisis, es decir, no era un indicador de riesgo, sin embargo, ahora se suma a los otros factores que ya existían: altos índices de sedentarismo, obesidad, consumo de tabaco, drogas. Ahora se añaden a la salud mental, los problemas socioemocionales, la convivencia, aspectos que sin duda influyen en problemas de Salud Mental.
Dado este escenario es posible decir, que todos los programas de salud orientados por los distintos gobiernos han fracasado y no han tenido impacto alguno, donde mayoritariamente las estrategias estaban pensadas en el factor de riesgo, no en el factor protector. Incluso se promulgaron dos leyes que han entrado en vigor durante el 2012 y 2014 respectivamente y que están pensadas desde el factor de riesgo y estas se encuentran entrelazadas. La primera de ellas es la Ley 20.580, más conocida como Ley Tolerancia Cero, la cual vino a modificar la anterior ley 18.290, con el propósito de aumentar las sanciones para quienes conduzcan en estado de ebriedad, bajo la influencia de alcohol y/o sustancias psicotrópicas. Esta ley fue publicada el 15 de marzo del 2012. Dos años más tarde, precisamente el 16 de septiembre del 2014, entra en vigor la ley 20.770, más conocida como Ley Emilia.
Dicho esto, me pregunto ¿Cuál será la estrategia gubernamental en educación para enfrentar el problema de salud mental? ¿nuevamente será dado del factor de riesgo, como eje central? si sabemos, por ejemplo, que los Programas Vida Chile y Elige Vivir sano no tuvieron impacto alguno.
Mi sugerencia es que debemos enfocarnos con mayor énfasis en los Factores Protectores Para la Salud. Castillo (2004) señalaba en ese tiempo que un factor protector existe y actuaría como tal, cuando influye al individuo modificando, mejorando o alterando su respuesta ante alguna situación de peligro que lo predispondría a un resultado no adaptativo. Así mismo, exponían…, los Factores Protectores para la Salud, que facilitan un estilo de vida saludable son; Satisfacción de las necesidades básicas, Redes sociales de apoyo a la sociedad, Desarrollo personal y autoestima y el Acceso a la información.
Los Factores Protectores Para la Salud en una comunidad humana en general son considerados, otros componentes o variables que pueden encontrarse entre las relaciones sociales y personales de los individuos, a diferencia de los indicados.
A este respecto, la salud se somete a aspectos conectados con los estilos y hábitos de vida, los cuales dependen del nivel de renta (la salud no se distribuyen la sociedad de forma aleatoria), pero que tienen mucho que ver con variables de tipo cultural y existencial y con la educación en información sanitaria. Por lo tanto, las acciones consignadas para su mejoramiento están expresadas y determinadas por las relaciones de la persona y de la población y su medio. Indicando dos subcategorías Factores Protectores para la Salud a nivel individual, Experiencias afectivas, capacidades cognitivas, resolución de conflictos, habilidades sociales, modelos y a nivel familiar Ambiente familiar con experiencias afectivas positivas; Rol parental claro, la función que cumplen los padres es de amar, acompañar, apoyar, enseñar y proteja a su familia sin abusos. La valoración de la diversidad desarrollar respeto y tolerancia ante la diversidad. Integración a la comunidad y espacios para la pareja.
Me parece, que para los problemas actuales de salud mental y convivencia debemos detenernos a desarrollar esta vez estrategias para fortalecer y consolidar los Factores Protectores para la Salud, en la comunidad en general y especialmente en al educativa.