Una instancia clave ha enfrentado el juicio civil contra el animador José Miguel Viñuela, demandado por el camarógrafo José Miranda tras el conocido episodio en que el comunicador cortó el pelo del funcionario en plena transmisión del matinal Mucho Gusto en julio pasado.
Hace algunos días la defensa de Viñuela presentó su respuesta a la demanda, con una detallada contestación de 30 páginas que descarta la vulneración a los derechos de Miranda, como declara su acción judicial; que el demandante nunca manifestó oposición a los hechos, aceptando según ellos el contexto de “humor” en que se dieron; que los $100 millones de indemnización exigidos son desmedidos, y que la misma demanda carece de todo sustento, frente a lo cual debería ser rechazada por el tribunal.
En el detalle, la respuesta de los abogados de Viñuela -a la que tuvo acceso La Tercera- comienza dando cuenta de los más de 20 años de carrera del comunicador tanto en radio como en televisión, siendo en este último medio donde ha cosechado mayores logros. Todo esto, explican desde su defensa, para consignar que en todos estos años ha prevalecido su perseverancia, profesionalismo, y respeto hacia el público y sus compañeros de trabajo.
“Por cierto, como toda obra humana, la trayectoria del sr. Viñuela Infante no está exenta de errores y sinsabores. Pero nadie puede responsablemente afirmar que estamos frente a un violador de derechos humanos, o de ser una persona abusiva, discriminadora, prepotente e irrespetuosa con los demás, tal como lo ha señalado la contraparte en esta sede y en diversos medios de comunicación”, expresa el documento.
Respecto a los hechos en sí, ocurridos el jueves 16 de julio, la defensa descarta completamente que Viñuela haya abusado de su poder, haya tenido la intención de menoscabar y humillar a Miranda actuando de manera prepotente -como consigna la demanda-, y que por el contrario se ha caracterizado por un buen trato a sus colegas, independiente de sus labores.
“Esto último, por cierto, también es plenamente aplicable a la relación que mantenía nuestro representado con el demandante, con quien durante años compartió labores en diversos programas televisivos, desarrollándose entre ambos una buena relación laboral, sin haber existido jamás alguna actitud que pudieran dar pie a sostener un supuesto aprovechamiento de su “posición” como rostro televisivo”, planeta el documento.
Volviendo al día del incidente, la defensa del animador vuelve a plantear, tal como el mismo Viñuela declaró en sus disculpas públicas el 17 de julio, que cortó el pelo del camarógrafo en un contexto de humor y broma, y que los gestos que expresó Miranda antes, durante y después de los hechos, manifestaron de algún modo su disposición.
“Si el señor Viñuela hubiese percibido alguna señal de desaprobación, expresa o tácita, por parte del demandante antes del hecho, no tenga dudas S.S. que nuestro representado jamás habría procedido a cortarle el pelo”, aseguran.
Se recuerda de paso que Viñuela -lo mismo que el animador Luis Jara-, fue apartado temporalmente del matinal de Mega por el cambio de foco del programa, inclinado ahora a lo informativo, a raíz de la crisis social y sanitaria. Sin embargo, “por razones estrictamente televisivas”, dice el texto, Viñuela reapareció en el programa a mediados de julio, “con la expresa misión de devolverle más entretención y alegría al programa, en el entendido de que eso era precisamente lo que las audiencias más necesitaban y pedían en un momento de tanta angustia e incertidumbre producto de la pandemia y el confinamiento”.
De ahí su presencia ese 16 de julio cuando ocurrió el episodio con Miranda, y el contexto en que se habría desarrollado el caso.
Tras el corte de pelo, continúa la contestación de la defensa, el camarógrafo, aún en cámara, no habría mostrado consternación o preocupación por lo sucedido, y que incluso tomó su mechón de cabello, poniéndolo en el bolsillo de la chaqueta de Viñuela, aludiendo al popular personaje de humor, Charly Badulque.
Una vez concluido el programa, Viñuela acudió a la peluquería del canal donde Miranda, acompañado por más personas, estaba emparejando su cabello. Allí, aseguran, el funcionario mantuvo su postura, indicando al animador que no se preocupara, y que entendía el contexto de broma en que se dieron los hechos. Dicha cordialidad en el trato, dicen, quedó plasmada en una historia de Instagram que subió el animador a sus redes sociales.
Los abogados del animador refuerzan su versión con situaciones ocurridas post corte de pelo. Cuentan que Miranda expresó a Viñuela su intención de donar el mechón de cabello a una fundación para personas con cáncer. Que de hecho su pelo fue preparado para tal acto, pero que nunca se concretó ya que tras la presentación de la demanda el 20 de julio, Miranda y Viñuela no volvieron a cruzar palabra.