La jornada de este sábado será recordada con absoluta tristeza en el fútbol mexicano. En horas de la tarde-noche, Querétaro y Atlas se midieron en un partido por la fecha 9 del Torneo Clausura de la Liga. Sin embargo, y a los 63 minutos del encuentro en el que la visita ganaba 1-0, el árbitro debió suspender el encuentro por los hechos de violencia entre hinchas de ambas parcialidades, en el estadio La Corregidora.
El enfrentamiento, protagonizado por los hinchas de ambos equipos, comenzó en las tribunas y luego continuó en el campo de juego. Ante las dificultades que tuvieron para frenarlos, las autoridades de seguridad ordenaron abrir las puertas del estadio para que el público pudiera escapar.
El escenario se puso cada vez peor. Las peleas tuvieron lugar no sólo dentro sino también fuera del estadio. Y rápidamente se viralizaron videos del horror: familias y niños escapando a las corridas, gritos de desesperación y violentos que molieron a golpes a personas que tenían una camiseta del equipo rival.
Lamentablemente, como consecuencia de la batalla campal, la Coordinación de Protección Civil del Estado de Querétaro aseguró en Twitter, que "hasta el momento no se tienen reporte de personas fallecidas", que hay "22 personas lesionadas" y que el estado de 2 de las 9 personas que fueron trasladadas al Hospital General es de "gravedad".
En tanto, agregaron: "El resto se encuentran estables. Cabe señalar que todos los lesionados son masculinos, y hasta este momento se tiene confirmado que cuatro son provenientes del estado de Jalisco".
Este domingo, Mauricio Kuri, el gobernador de Querétaro, dio un breve informe con las cifras exactas tras la violencia y desmintió que haya muertos. Incluso, explicó: "El saldo es de 26 personas que requieren atención médica hospitalaria. Son 24 hombres y 2 mujeres".
Además, aclaró que "de esos 26, 3 ya fueron dados de alta. De los 23 aún hospitalizados, 3 se encuentran graves, 10 delicados y los 10 restantes sin gravedad".