Esta semana los trabajadores de establecimientos de educación se sumaron al plan de vacunación contra el COVID-19, brindando optimismo a quienes argumentan a favor del retorno a clases presenciales. En el marco de esa discusión, el jefe de la Unidad de Paciente Crítico de la Clínica Indisa, Sebastián Ugarte, comentó algunos elementos relativos al proceso.
Sobre la enfermedad en niños el especialista explicó que varios estudios han demostrado que los niños de enseñanza básica desarrollan menos sintomatología que los de educación media o que los adultos, aunque esto no guarda relación con qué tan fácil es la transmisión del virus a través de estos "vectores.
Además, sobre la fecha en que se logre la inmunización de un porcentaje importante de profesores y funcionarios de educación, indicó que el 1 de marzo "sin duda se va a tener cerca de medio millón de personal docente con una dosis de la vacuna, lo que da un 50% de efectividad".
"Eso significa que disminuye el riesgo, pero no lo descarta al 100%", comentó el médico agregando que si los docentes desean una segunda dosis "no darían los plazos".
El especialista reflexionó sobre las exigencias de los trabajadores y planteó que "hay que ponerse en el lugar de quienes realizan esa labor y que no desean exponerse".
El especialista también respondió algunas dudas sobre las variantes del COVID-19 que se han detectado alrededor del mundo y aseveró que "dependiendo de la vacuna hay diferentes niveles de inmunización contra diferentes variantes, que hay más de una".
Además, confirmó que los análisis de personas contagiadas con las distintas variantes sí revelan una mayor letalidad en la llamada "cepa británica".
"Comparados iguales números de enfermos con una variante versus con la tradicional, la mortalidad es significativamente más mortal con un intervalo de confianza de 95% de certeza", informó, agregando que "uno puede cuestionar la metodología, pero todos esos estudios son consistentes en aumento de hospitalización y mortalidad".