Oh I'm just counting

El escenario socio-económico, la situación de Pandemia, el Plebiscito del 25 de octubre y los desafíos de la centro izquierda. Por Oscar Osorio. Sociólogo

1.- El escenario actual. La pandemia del Covid-19, ha afectado, qué duda cabe, prácticamente a todo el mundo. Sin embargo, de acuerdo a datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), se estimó que el Producto Interno Bruto (PIB) de la región caerá a niveles de hace 120 años. La revisión proyecta que en 2020 la zona verá una disminución del 9,1%.En efecto, América del Sur será la más afectada en la caída del salario con 9,4%, por delante de Centroamérica y México con 8,4%.Se prevé que el desempleo suba a 13,5%, la pobreza llegue al 37,7% y se confirme a la región como la más desigual. La entidad considera que el continente perderá 10 años “en términos económicos”.
 
Además considera que retrocederá 15 años “en términos sociales”1.La comisión de ONU observa que los sistemas de salud deficientes, la elevada informalidad laboral y magros sistemas de protección social, dificultan la recuperación ante la crisis sanitaria. Por esa razón los economistas de la Cepal llaman a olvidar las estrategias de ajuste y piden planes fiscales y monetarios expansivos.Chile, no está ajeno a este drama. Más aún, la pandemia ha desnudado déficit que creíamos superado: niveles de hacinamiento, vulnerabilidad social y una profunda desigualdad territorial que ha significado que del total de fallecidos a la fecha (18.000 aproximadamente), cifras cercanas al 90% corresponden a personas que habitan comunas y territorios populares. En este sentido, contrario sensu al discurso oficial, el virus es absolutamente antidemocrático. De esta manera, para Chile la entidad considera que la caída de sus finanzas será de -7,9% del PIB. Las estimaciones más drásticas de la Cepal son para Venezuela (-26%), Perú (-13%), Argentina (-10%), Brasil (-9,2%) y Ecuador (-9%).
 
2.Las medidas del Gobierno. Absolutamente todas las medidas económicas y sociales, diseñadas e implementadas por el gobierno para enfrentarla crisis, relacionadas con reactivación fiscal, mayor gasto y reasignaciones, alivios tributarios y mayor liquidez, han sido no sólo insuficientes, sino que extemporáneas, reducidas y de difícil acceso (excesiva burocracia y serios problemas logísticos) en atención al discurso “oficial de la focalización”, v/s”la universalidad”requerida por la mayoría de los actores políticos. Tanto así, que el parlamento, con votosinclusode parlamentarios del oficialismo,logró aprobar el retiro del 10% de las platas que las personas tenían ahorradas en las AFP, justamente como una medida para que la mayoría de las personas afectadas por los problemas económicos derivados de no poder trabajar, tuvieranalgo de liquidez.
 
Medida que requería Cuorom Calificado (2/3) para ser aprobado, por lo que se necesitaba en ambas cámaras de votos de parlamentarios del oficialismo, situación que finalmente ocurrió. De esta manera, lo que en un primer momento fue sumamente resistido no solo por las autoridades políticas y sectoriales del gobierno, sino que también por técnicos y economistas de la oposición, lo que habla (quizás) de la estrechez de paradigmasrespecto de la formación de las escuelas de economíaenlas diversas Universidades del país, finalmente resultó un gran impulso a la actividad económica del país y se hizo con los recursos de los propios trabajadores.
 
3.- Cómo enfrentar este escenario de restricción y estrechez económica. Ante la caída de -7.9% que tendrá el PIB del país, es poco el espacio y margen de acción del gobierno en este último trimestre. Lo más seguro que se genere (o deberíagenerarse) un gran impulso a la generación de empleos con recursos públicos. Para tales efectos, existe memoria en el aparatodegobierno ya que tanto en lacrisis asiática de 1998-2000, como en la crisis sub prime de 2008, hubo un fuerte impulso a la generación de empleos a través de diversas obras fiscales. Sin embargo, tal como lo presenta la CEPAL, esta crisis será de significativa mayor proporción a las anteriores crisis, razón por lo cual la respuesta del Estado debe ser también muy contundente. Ministerios como Obras Públicas (MOP), trabajando en el mejoramiento de la conectividad, (a través de sus obras de vialidad) por ejemplo en sectores rurales (particularmente en territorios y comunas con población indígena), en la construcción de puentes o en obras de mayor envergadura como embalses, puertos, etc., etc.; Vivienda, propiciando políticas para la construcción de viviendas en territorios rurales y también en comunas urbanas; Agricultura,con sus servicios, particularmente la Conaf, en tanto Corporación privada, puede recibir recursos desde la Dipres eimplementar en todo el país, planes de empleos relacionados con algunas de las acciones de la corporación forestal. Esto es lo que se espera para este último trimestre de 2020.
 
4. El momento constitucional: En este escenario de incertidumbre, desempleo, pobreza, más y profunda vulnerabilidad, generada tanto por la pandemia como por las desigualdades estructurales de la economía, se realizará el plebiscito del 25 de octubre. Tal como indican los análisis y predicciones electorales, la opción “apruebo” concitará una gran mayoría, lo mismo que la “convención constituyente”. Este momento constituyente es la única ruta posible para solucionar la crisis del 18/0, que expresó, de manera categórica (y dramática también) que el modelo (ultra) neoliberal había perdido toda legitimidad y que el pueblo, organizado se había expresado con absoluta claridad: no queremos más de lo mismo. Este es un consenso claro. Sin embargo, en virtudde la pandemia y fundamentalmente de los factores políticos (fragmentación de la oposición) no existe claridad si este momento constitucional llevará finalmente a un nuevo proyecto de sociedad y cuales serías sus contornos, contenidos y ejes. Hasta ahora solo existen variados ejercicios de imaginería acerca de lo que podría constituir un nuevo modelo.
 
5.El contexto para la reactivación económica: Mientras se desencadena este proceso constituyente, habrá que hacerse cargo (vacuna covid-19 mediante) de la reactivación económica del país. Sin embargo, subyacen dos grandes variables estructurales, además de un elemento político-ideológico, que irán definiendo los alcances y focos de la reactivación. Nos referimos a lo siguiente:
 
En primer lugar,a la absoluta e irremediable deslegitimidad del modelo de desarrollo (ultra) neoliberal, que, dicho en palabras muy simples, se basa(ba)en la idea según la cual la búsqueda de la felicidad y la buena vida, será siempre un asunto autorreferencial que cada individuo debe llevar a cabo por su cuenta. Es decir, el “yo puedo solo”(donde no existe la sociedad)importando nada o lo mismo si el infortunioafecta a los demás. La pandemia y sus devastadores efectos ya expresados aquí, noshan mostrado que si no hay comunidad, si no hay colaboración e incluso reciprocidad, es imposible salir en soledad, “por las propias”o “por las mías”.
 
En segundo lugar, y en mismo nivel de relevancia que el punto anterior, el desfonde paulatino y sostenido de la institución “Presidencia de la República”. El punto ha sido tratado por innumerables columnistas y claramente afecta a un país excesivamente presidencialista como el nuestro. Ambos elementos estructurales limitan no sólo la confianza social, sino que toda posibilidad de creer en planes, programas y políticas de reactivación que provengan de estas instituciones.
 
En tercer lugar, como elemento político-ideológico, ¿qué rol asumirá el ethos empresarial chileno?, que se caracteriza, entre otras dimensiones, por la gran concentración económica del poder; la falta de transparencia de las instituciones económicas, por lo tanto opacidad en las reglas de competencia de los mercados, que les han permitido ocultarse detrás del lobby, para que los grandes grupos económicos mantengan susventajas.
 
Esta gran concentración económica ha venido generando una sobrerrepresentación de los grupos empresariales y de las elites en los espacios de toma de decisiones políticas, situación que tiene evidentes problemas de legitimidad, pues transmite muy claramente un sentido de desigualdad en la influencia que los grupos más privilegiados pueden ejercer. Y contra este tipo de privilegios de la elite económica, social y política, el país se ha pronunciado de manera elocuente. No sólo no les creen, sino que los responsabilizan como uno de los causantes de la crisis, particularmente del 18/10. La pregunta al respecto es la siguiente: ¿será posible que este empresariado inicie un camino, por cuenta propia, de modernización que permita regular los mercados y hacerlo desde la perspectiva de los consumidores?, donde el sentido de la competencia no sea acabar con el otro y mantener privilegios y poder, sino que fomenten iniciativas de innovación y servicios pro-consumidor.
 
6.¿Qué políticas para la reactivación?
Si la respuesta a la pregunta anterior, tiene una respuesta en la línea de la reflexión final, es señal de que efectivamente el empresariado y las principales autoridades del sector económico, han escuchado el clamor del pueblo. Sin embargo, de manera lamentable, (fatalmente lamentable) las principales autoridades del sector y los representantes de las organizaciones empresariales, han dado la señal equivocada. Lo que pretenden es financiar los gastos de la reactivación con los recursos de los trabajadores. Ya está rondando la idea en el parlamento y no faltarán quienes realmente crean que subir uno o dos puntos el IVA sea una medida justa y no regresiva.
 
Se olvidan que la principal agencia económica en el mundo, de inspiración neoliberal, el FMI, modificó su discurso ortodoxo al pedir a los gobiernos que sumen impuestos para los más ricos. La recomendación busca que los estados amplíen su recaudación y ayuden a los sectores más afectados por la crisis que deja la pandemia.Incluso hablan de “laaplicación de impuestos más altos para los grupos más acaudalados y las empresas más rentables”.Más aún, la directora gerente del fondo, Kristalina Georgieva, recalcó que retirar “los apoyos de manera prematura: podría provocar una ola de quiebras y un gran aumento del desempleo”. La titular comentó que los gobiernos deben “adaptar el sistema fiscal para adaptarlo al mundo del siglo XXI y hacerlo más equitativo”.
 
7.¿Qué hará la oposición ante esta disyuntiva?: Con un gobierno desfondado, con una crisis de legitimidad terminal del modelo, con una demanda social, sin articulación de partidos políticos, sin mediación organizada, (como nos recordó de nuevo este18/0, con “funas”a cualquier atisbode llevar las aguas del descontento a “mi molino”), la oposicióndebeser capaz de jugar en todas los espacios, en todas canchas y hacerlo demanera impecable (situación que hasta ahora no ha ocurrido). El primer partido ylaprimera cancha será este 25 de octubre, donde toda la oposición deberá usar de todo sus aparatos y recursosparaque el apruebo y convención constituyenteobtengan unclaro triunfo.
 
El segundo partido se comenzará a jugar inmediatamente despuésdel plebiscito y será el de comenzar con el proceso constituyenteque finalmente derive en una nuevacarta fundamental sin ataduras autoritarias, que deje atrás las ideas de Estado subsidiario y que sean reemplazadaspor las ideas de un Estado Social de Derechos.Un tercer partido, quizás el más relevante y complejo, será el de comenzar a dibujar los contornos de lo que debería ser el nuevo proyecto, el nuevo modelo que reemplace al actual modelo de desarrollo (ultra) neoliberal. Este partido será particularmentecomplejo toda vez que las bases del malestar, descontento o desplome del modelo, seguirán estando vigentes mientras se juegan estospartidos. Es decir, no ha habido
 
5modificación alguna al sistema de salud, las AFP siguen pagando pensiones miserables, las elites empresariales, sus privilegios y prebendasnos continúanasombrando, etc., etc.Se requerirán, por lo tanto, ejercicios de generosidad, altruismo y de un gran sentido patriótico y republicano. Lo que se viene no es menory tiene quever de qué manera los dilemas,desafíos y limitaciones del sistema democrático, los resolvemos con más democracia y no con menos. Es mucho lo que está en juego como para dejar que la desmesura y las consignas del todo o nada, se adueñen de la cancha.Pero tampoco la crisis se resuelve con más de lo mismo.
 
Será necesarioconstruir rutas participativas, incluyentes, de cambios y reformas indispensables y otras más adjetivas que incorporen horizontes de tiempo para su implementación. El país tiene memoria de experiencias que significaron reformas profundas, cambios, participación social, fortalecimiento de modelos cooperativos, presencia del Estado acompañando y diseñando futuros. A esa memoria tenemos queapelar.Compatibilizar entonces, “hasta que la dignidad se haga costumbre”, con másy mejor democracia, es el objetivo, el camino y la ruta. La dignidad sólo en democracia se hace costumbre. La pregunta es: ¿estará la clase política, la oposición, la centro izquierda dispuesta a asumir este desafío?La respuesta a esta pregunta está abierta.