Después de casi 10 años se asoma la luz de un nuevo camino y uno de los triunfos más simbólicos de la Sociedad Civil organizada. Un grupo de profesionales, de distintos ámbitos y universidades acordamos trabajar en la forma más amplia posible para proponer una estrategia integrada para el cáncer en Chile.
Esta idea se hizo sobre la indispensable participación de todos los actores involucrados: pacientes, académicos, políticos, investigadores y autoridad sanitaria. Y constituimos una alianza una alianza con una estrategia declarada: Foro Nacional de Cáncer.
En Chile no había un plan nacional ni una ley que le diera marco jurídico obligatorio, estructura institucional y financiamiento adecuado. Solo programas específicos de cáncer de cuello uterino, mama y del niño y programa de drogas antineoplásicas.
El ministerio de salud tenía sólo dos personas en su estructura para manejar el problema principal de la salud de los chilenos
El sector público carecía de establecimientos oncológicos, sólo un modesto “Instituto Nacional del Cáncer “instalado en un deteriorado edificio de más de cien años.
La alianza publico privada nos permitió conectarnos con especialistas internacionales y establecer una red de apoyo y de intercambio de conocimientos que se difundieron a través de seminario y talleres de amplia participación
Lamentablemente el ministerio cerró su interés por la búsqueda de soluciones intégrales por temor al costo y por ignorancia en la relevancia de una ley específica. Ejemplos históricos fueron las leyes de medicina preventiva para controlar la tuberculosis y la de madre y niño para la desnutrición, ambas iniciativas del Ministro Eduardo Cruz Coke.
El proyecto de ley de cáncer presentado como moción en 2012 por un par de congresistas , (Carolina Goic y Mariano Ruiz Esquide) fue tomando fuerza en la comunidad en general, especialmente pacientes y familiares y obtuvo el respaldo unánime de ambas cámaras. En el 2018 tuvo patrocinio del ejecutivo y un financiamiento basal. El proceso legislativo duró dieciocho meses y fue tema de opinión pública y movilización social.
La nueva ley encarga al Ministerio de Salud el Plan Nacional del Cáncer, cuyo fin será desarrollar las diversas políticas destinadas a la promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento, investigación, formación y capacitación de recursos humanos, rehabilitación y cuidados paliativos del cáncer, con un enfoque de atención integral de la persona y su familia .
Destaca el fomento de la investigación científica biomédica, clínica y de salud pública en , potenciando la cooperación técnica y financiera, a nivel nacional e internacional.
Dispone además la implementación de una Red Oncológica Nacional integrada por centros especializados, distribuidos equitativamente a lo largo del país y otorga al cáncer la categoría de enfermedad de notificación obligatoria, permitiendo elaborar un Registro Nacional
Crea la Comisión Nacional del Cáncer, encargada de asesorar al Ministerio de Salud en la formulación de políticas desde la investigación científica a la rehabilitación y cuidados paliativos. Integrada por 11 miembros, elegidos en conformidad a principios democráticos, participativos, transparentes y pluralistas.
Además crea el Fondo Nacional del Cáncer que se constituirá por los aportes que anualmente le asigne la Ley de Presupuestos, así como los provenientes de la cooperación internacional y los que reciba por concepto de donaciones, herencias o legados. Además, por decisión de los respectivos Consejos Regionales, se podrá asignar recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional que correspondan a la Región, para proyectos de investigación, adquisición de medicamentos, insumos o equipamientos, formación o capacitación.