“El SEA hace la vista gorda (otra vez): el arte de pedir menos cuando hay mucho por evaluar”
En una nueva entrega de la exitosa saga “Evaluación Ambiental Selectiva”, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) del Maule ha decidido simplificarle la vida al proponente del proyecto “Modificación Parque Ferial AGAC”, omitiendo una serie de recomendaciones técnicas contenidas en el Oficio N° 01631/2025 de la SEREMI del Medio Ambiente. Porque cuando se trata de hacer la pega, ¿para qué complicarse con detalles?
Por ejemplo, la SEREMI sugiere modelar la dispersión atmosférica usando la guía oficial para zonas saturadas de MP10 y MP2,5. Pero el SEA, en un acto de fe ambiental, opta por una mención genérica a “evaluar impactos”, sin entrar en modelaciones ni otras complejidades técnicas. Total, el aire se dispersa solo.
Tampoco se molestaron en pedir mediciones de profundidad del acuífero en dos estaciones climáticas distintas, como exige la SEREMI. Porque ¿quién necesita saber si el agua subterránea varía con las estaciones? Claramente, no el SEA.
En cuanto al flujo vehicular y el ruido, la SEREMI plantea la necesidad de un análisis completo y la opinión de otras autoridades. Pero el SEA, siempre práctico, decidió no mencionar nada de eso. Al parecer, en su universo paralelo los autos llegan en bicicleta y el tráfico no existe.
La sustentabilidad de humedales urbanos también fue pasada por alto. Aunque la SEREMI solicita expresamente que se utilicen los criterios mínimos de sustentabilidad, el SEA parece pensar que basta con buena voluntad y un par de renders con patitos felices.
¿Y qué decir de la posibilidad de ingreso por el literal h) del artículo 10? Para la SEREMI, es un punto clave. Para el SEA, es una letra más del abecedario.
Finalmente, las medidas de emergencia en caso de contaminación por aguas lluvia, también requeridas por la SEREMI, quedaron fuera del radar del SEA. Porque si llueve contaminación, ya veremos qué hacer.
Conclusión (aunque ya sabemos cómo termina esta historia):
El Oficio N° 01631/2025 de la SEREMI del Medio Ambiente demuestra que, cuando se quiere hacer una evaluación rigurosa, se puede. Pero el SEA, fiel a su estilo, opta por una versión light del proceso, omitiendo sistemáticamente cualquier cosa que implique cuestionar demasiado al proponente. Porque en el fondo, ¿no se trata de facilitarle la vida a los proyectos? Aunque el medio ambiente quede en pausa.
El Servicio de Evaluación Ambiental del Maule hace vista gorda : el arte de pedir menos cuando hay mucho por evaluar. Por Antonia Paz, periodista


