Desde hace mucho tiempo, las redes sociales se basan en que la gente comparta sus actualizaciones de estados, fotografías y mensajes con el mundo. Ahora, Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Facebook, planea dirigir a las personas hacia las conversaciones privadas y alejarlas de la difusión pública.
Zuckerberg, que dirige Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger, dio a conocer el 6 de marzo su intención de cambiar la esencia de las redes sociales. En vez de alentar el contenido público, dijo que se enfocaría en comunicaciones privadas y encriptadas, en las que los usuarios intercambien mensajes en su mayoría con grupos más pequeños de personas que ellos conocen. A diferencia de las publicaciones compartidas de manera pública que son conservadas como registros permanentes de los usuarios, las comunicaciones podrían también ser borradas después de un cierto periodo.
Dijo que Facebook lograría el cambio parcialmente al integrar Instagram, WhatsApp y Messenger para que los usuarios de todo el mundo puedan enviar mensajes fácilmente entre ellos a través de las plataformas. De hecho, dijo, Facebook cambiaría de ser una plaza pública digital para crear algo similar a una “sala de estar digital”, en la que las personas tengan la expectativa de que sus discusiones sean íntimas, efímeras y estén a salvo de extraños.
“Estamos construyendo los cimientos de una comunicación social alineada con la dirección que a las personas cada vez les interesa más: enviarse mensajes el uno al otro de manera privada”, dijo Zuckerberg en una entrevista el 6 de marzo. En una publicación de blog, agregó que ha pensado sobre el futuro del internet, y expresó: “Creo que una plataforma de comunicaciones enfocada en la privacidad se volverá incluso más importante que las plataformas abiertas actuales”.
El plan de Facebook —con el cual la compañía intenta ponerse al día con el modo en que la gente ya se comunica digitalmente— genera nuevos cuestionamientos, uno de los principales es si puede de manera realista lograr una plataforma basada en la privacidad. El gigante de Silicon Valley, valuado en 490.000 millones de dólares, depende de que las personas compartan abiertamente publicaciones para ser capaz de dirigir publicidad directamente hacia ellas. Aunque la compañía no erradicará el compartir públicamente, una proliferación de comunicaciones privadas y seguras podría dañar potencialmente su modelo de negocio.
Facebook también enfrenta preocupaciones sobre qué significa el cambio para los datos de las personas y si se volvería anticompetitivo al unir a WhatsApp, Instagram y Messenger, que históricamente han estado separados y han operado de manera autónoma.
Zuckerberg fue ambiguo sobre muchos detalles del cambio, incluido cuánto tiempo tomaría ponerlo en marcha y si eso significaba que Instagram, WhatsApp y Messenger compartirían información de los usuarios y otros detalles de contacto entre las plataformas. Tampoco mencionó cómo las comunicaciones privadas y encriptadas afectarían a Facebook.
No obstante, Zuckerberg sí reconoció el escepticismo sobre si Facebook tiene la capacidad de cambiar. “Sinceramente, actualmente no tenemos una gran reputación sobre construir servicios que protejan la privacidad, y hemos estado históricamente enfocados en herramientas para compartir de manera más abierta”, escribió en su publicación en el blog. “Pero hemos demostrado en repetidas ocasiones que podemos evolucionar para construir los servicios que la gente desea, incluidas la mensajería privada y las historias”.
La acción de Facebook redefinirá cómo las personas usan las redes sociales y cómo se conectarán el uno con el otro. Eso tiene implicaciones sociales, políticas y de seguridad nacional debido al control que los servicios de la compañía tienen en más de 2700 millones de usuarios alrededor del mundo. En algunos países, Facebook y sus otras aplicaciones a menudo son consideradas como si fueran todo el internet.
La decisión de Zuckerberg ocurre después de años de escándalos para la red social, gran parte de ellos originados por compartir publicaciones de manera pública. Agentes extranjeros de países como Rusia han usado Facebook para publicar desinformación, en un intento para influir en las elecciones. Algunas comunidades han usado los grupos de Facebook para fortalecer ideologías sobre temas como el rechazo a las vacunas. Y algunas firmas han cosechado el material que las personas abiertamente compartieron para todo tipo de propósitos, incluidos dirigir publicidad y crear perfiles de votantes.
Incluso WhatsApp, que desde hace tiempo ha estado encriptado, ha luchado contra la distribución de desinformación a través de su servicio, en ocasiones con consecuencias fatales.
Todo ello ha puesto a Facebook bajo los reflectores, lo cual ha dañado gravemente la reputación de la compañía y generado desconfianza por parte de los usuarios. Los reguladores han intensificado el escrutinio al cual son sometidas las prácticas de privacidad de Facebook, e incluso la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos considera una multa de varios miles de millones de dólares contra la compañía por violar un decreto de consentimiento de privacidad en 2011. La semana pasada, la agencia dijo que crearía un grupo de trabajo para monitorear a las grandes compañías tecnológicas y las prácticas que potencialmente sean anticompetitivas.
Zuckerberg ha intentado en repetidas ocasiones librar a Facebook del contenido tóxico, la desinformación y otros problemas. En cierto momento, enfatizó el dar prioridad a lo que amigos y familiares compartían en Facebook y le restó importancia al contenido de compañías mediáticas y marcas. También ha dicho que la compañía contrataría a más personas para identificar y eliminar publicaciones ofensivas o peligrosas, y que está trabajando en herramientas de inteligencia artificial para hacer el trabajo.
No obstante, ninguna de esas acciones abordaron el tema de compartir públicamente. Y los consumidores ya se movían en masa de muchas formas hacia métodos más privados de comunicación digital.
Snap, la creadora de la aplicación Snapchat, ha construido una audiencia joven y fiel al permitir a los usuarios compartir mensajes e historias durante un periodo limitado, por ejemplo. Otras compañías, como la empresa de la red social local Nextdoor, se enfocan en el poder del grupo y las comunicaciones comunitarias. Y servicios de mensajería privada y cerrada como Signal y Telegram se han vuelto más prominentes.
Evan Spiegel, director ejecutivo de Snap, insinuó sobre los problemas que la sección de noticias de Facebook había creado la semana pasada en una conferencia de The New York Times. Debido a la forma en que las redes sociales se han construido para que las personas compartan contenido públicamente, dijo, “las cosas que son negativas se difunden más rápidamente y llegan más lejos que las que son positivas”. Posteriormente agregó: “¿Sabes?, realmente pienso que hay muchas oportunidades de hacer un tipo de corrección de curso”.
De muchas maneras, Zuckerberg emula una estrategia popularizada por Tencent, la compañía china de internet que creó la aplicación de mensajería WeChat. Para los ciudadanos chinos, WeChat se ha convertido en el portal de facto para el resto del internet porque a través de la aplicación, los usuarios pueden realizar una multitud de tareas, como pagar por artículos, comunicarse con amigos y ordenar comida para llevar.
“Facebook está enfocado en teléfonos móviles y mensajería como la vía clave para que la gente se comunique en línea, y por ende, para comunicarse con Facebook”, dijo Ashkan Soltani, un investigador independiente de privacidad y seguridad que fue director de tecnología en la Comisión Federal de Comercio. “La aplicación de chat esencialmente se convierte en tu navegador”.
Zuckerberg dijo que incluso aunque él se enfocaría en las conversaciones privadas y seguras, los foros públicos para comunicación popularizados por Facebook continuarían. Además, WhatsApp, Instagram y Messenger se mantendrán como aplicaciones independientes, incluso cuando sus infraestructuras básicas de mensajería estén entrelazadas, reportó previamente el Times. El trabajo, que incluirá agregar encriptación punto a punto en todas las aplicaciones, está en las primeras etapas.
Zuckerberg dijo que, al final, este cambio general generaría nuevas oportunidades para Facebook.
“Pensamos sobre la mensajería privada de una manera en la que podemos construir las herramientas para hacerla mejor”, dijo en la entrevista. “Hay todo tipo de oportunidades de comercio, especialmente en países en desarrollo. Hay más herramientas privadas para construir alrededor de las ubicaciones de las personas. Existe una amplia gama de utilidades que podemos construir que encajan en este modo de compartir más íntimo”.