Por Jackie Mercado
La conducta sexual compulsiva, a veces, recibe el nombre de “hipersexualidad”, o “adicción sexual”. Es una preocupación excesiva por fantasías, impulsos o conductas sexuales que es difícil de controlar, provoca angustia o afecta, de manera negativa, la salud, el trabajo, las relaciones u otros aspectos de la vida.
La conducta sexual compulsiva puede comprender una variedad de experiencias sexuales normalmente agradables. Los ejemplos son la masturbación, el cibersexo, múltiples parejas sexuales, el consumo de pornografía o pagar por sexo. Cuando estas conductas sexuales se transforman en un elemento esencial de tu vida, son difíciles de controlar y son perjudiciales para ti o para los demás, pueden considerarse conductas sexuales compulsivas.
Sin importar cómo se llame ni su naturaleza exacta, la conducta sexual compulsiva que no se trata puede dañar la autoestima, las relaciones, la carrera, la salud y a otras personas. Sin embargo, con tratamiento y autoayuda, puedes aprender a controlar la conducta sexual compulsiva.
Síntomas
Algunos indicios de que podrías estar luchando contra una conducta sexual compulsiva comprenden los siguientes:
Tienes fantasías, conductas sexuales e impulsos intensos y recurrentes que te consumen mucho tiempo y sientes que no puedes controlar.
Te sientes atraído a mantener ciertas conductas sexuales, después sientes una liberación de tensión, pero también sientes culpa o remordimiento.
Has intentado reducir o controlar tus fantasías, impulsos y conductas sexuales sin éxito.
Usas la conducta sexual compulsiva para escapar de otros problemas, como la soledad, la depresión, la ansiedad o el estrés.
Continúas teniendo conductas sexuales que tienen consecuencias graves, como la posibilidad de contraer o contagiar una infección de transmisión sexual, la pérdida de relaciones importantes, problemas en el trabajo, complicaciones económicas o problemas legales.
Tienes problemas para establecer y mantener relaciones saludables y estables.
Cuándo consultar al médico
Busca ayuda si sientes que perdiste el control de tu conducta sexual, especialmente si tu conducta provoca problemas para ti u otras personas. La conducta sexual compulsiva suele empeorar con el tiempo, por lo que debes buscar ayuda apenas reconozcas que puede haber un problema.
Al momento de decidir si quieres buscar ayuda profesional, debes preguntarte lo siguiente:
¿Puedo controlar mis impulsos sexuales?
¿Mis conductas sexuales me provocan ansiedad?
¿Mi conducta sexual daña mis relaciones, afecta mi trabajo o provoca consecuencias negativas, como quedar detenido?
¿Trato de ocultar mi conducta sexual?
Buscar ayuda para la conducta sexual compulsiva puede ser difícil por ser un asunto muy personal. Intenta lo siguiente:
Deja de lado la culpa y la vergüenza, y concéntrate en los beneficios de obtener tratamiento.
Recuerda que no estás solo; muchas personas luchan contra la conducta sexual compulsiva. Los profesionales de salud sexual están capacitados para ser comprensivos y discretos. Sin embargo, no todos los profesionales de salud mental cuentan con pericia en el tratamiento de la conducta sexual compulsiva; por lo tanto, asegúrate de encontrar un terapeuta competente en el área.
Debes tener en cuenta que lo que hablas con un médico o profesional de salud mental es confidencial, excepto si informas que vas a lastimarte o lastimar a otra persona, el abuso sexual de un niño, o el abuso o abandono de alguien que forma parte de un grupo demográfico vulnerable.
Busca tratamiento de inmediato si ocurre lo siguiente
Piensas que puedes provocar daños con la conducta sexual descontrolada
Tienes otros problemas para controlar tus impulsos y piensas que tu conducta sexual se está volviendo incontrolable
Tienes tendencias suicidas: si estás pensando en suicidarte. Ayuda urgente