Por: Rebeca Araya Basualto
Hace setenta y cinco días, un Chile impredecible saltó los torniquetes del Metro y no paró hasta copar las calles del país y la prensa mundial. La generación que declara, en los muros que seguirá adelante “Hasta que valga la pena vivir”, instaló así un movimiento social sin dirigentes reconocibles, partidos u organizaciones insertos en las lógicas conocidas del poder y la política.
Conversamos sobre sus causas y proyectos con Francisco Figueroa (20), líder de Barrancumbia, la hinchada en la comuna de Pudahuel del grupo de cumbia Santaferia.
El 10 de noviembre, en medio de una ciudad asolada por las protestas, se realizó el Primer Festival Barrancas, en Pudahuel. Llegaron 8.000 personas. Todo un logro de los 13 integrantes de Barrancumbia y Francisco, nuestro entrevistado, gestor de la idea y estudiante de periodismo en la UNIACC. Al Festival acudieron gratuitamente cinco bandas del movimiento “La Nueva Cumbia Chilena” pero, antes de entregarse al ritmo, los asistentes participaron del Cabildo Abierto anunciado en la convocatoria. Las protestas, la posibilidad de una Asamblea Constituyente y el cambio constitucional en Chile fueron los temas que precedieron a la fiesta.
Se definen como hinchada del grupo cumbiero Santaferia. ¿Qué los diferencia de un fans club?
La idea de hinchada viene de los hinchas del fútbol. No somos groupies desesperados por conocer artistas, ni incondicionales de ellos. Nos gusta su música, nos unimos para apoyarlos pero aquí hay también espacio para conversar otros temas. Como la nueva Constitución, o recuperar la historia de la comuna, porque Pudahuel se llamaba Barrancas hasta el golpe militar.
Hijo único de una pareja de ingenieros en administración hoy divorciados, su padre nació en agosto de 1973, su madre en la década de los ’80 y su abuelo fue perseguido político durante la dictadura. Entró a los 14 años al PC y dejó la militancia a los 18, “Cansado -dice- de personas con conductas que contradicen el proyecto del Partido. Pero ahora volví, para enfrentarlos”. Mientras duró su alejamiento de la militancia, cuenta: “Todo el tiempo que dedicaba al Partido lo volqué en la hinchada de Santaferia. Allí apliqué aprendizajes de liderazgo, expresión y encontré acogida para mis ideas”.
¿Por qué no desplegaste esas habilidades y creatividad en el PC?
-El partido es muy estructurado y ganar un espacio requiere largos procesos. En el movimiento cumbiero están desde los que sólo les interesa la música a quienes, como yo, además tenemos otras motivaciones. La banda nos lleva por emociones que van desde canciones de amor a otras con contenido social. Eso nos une. Juntos somos fuertes y si una iniciativa interesa a la mayoría, nos movemos para concretarla. Así paramos el Primer Festival Barrancas, reunimos música y política y muchos vecinos entendieron el movimiento social.
Valores que importan
Ha participado en la mayoría de las manifestaciones ocurridas a partir del 18 de octubre. Va con la hinchada de Santaferia, con las camisetas, lienzos y banderas que animan las presentaciones de la banda
¿Qué sientes cuando llega el PC con sus banderas y la muchedumbre les impide desplegarlas?
-Es triste. Los partidos, todos, se alejaron de la gente, la dejaron sola. Ahora la gente elige quién puede acompañarla. Los partidos fallaron y ahora tienen que subirse al carro de la victoria, porque no les queda otra. Pero no encontrarán lugar sin hacer una autocrítica en serio.
Los muros proclaman paladines como el Matapacos o Gladys Marín. ¿Todos líderes de tu generación están muertos? ¿Qué representa el Matapacos?
-El Matapacos simboliza que los líderes humanos no estuvieron, ni están, a la altura del sentir social. Y Gladys Marín…ella es respetada transversalmente, porque hacía lo que decía. Uno, como joven, necesita ejemplos a seguir al participar en política. Ellos representan valores que importan.
Empujar las ideas
¿Por qué Boric, Jackson, Vallejos o Cariola no logran ponerse a la cabeza de tu generación?
Camila y Karol son jóvenes e inteligentes, pero les han cortado las alas decisiones equivocadas del Partido, sumadas a publicaciones mentirosas o tendenciosas de la prensa y la herencia anticomunista de la dictadura. Al Frente Amplio le pasa la cuenta el egocentrismo de izquierda.
Tienen buenas ideas, pero sólo aceptan verlas en práctica si ellos están al frente. Si quieres cambiar un sistema, importa más empujar las ideas que salir en la foto.
Se dice que los culpables de la crisis social son los comunistas y el Frente Amplio. ¿Es verdad?
-(Se ríe) Sin la desigualdad que exaspera a la mayoría del país, ningún partido pudo movilizar a las masas que ahora los marginan. Hay poca comprensión de la realidad en esa explicación.
La tregua y la paz
¿Te da miedo cuando vas a una manifestación?
-No. Y no entiendo por qué. Sé que pueden sacarme un ojo, violarme o matarme. Pero ahí voy. Te gana la rabia. A más dura es la pelea, queda más claro que no podemos perder.
Enfrentas a carabineros que no tienen muchos más años que tú. ¿Qué te pasa con eso?
(Silencio) Me produce rabia…y pena. Entiendo que necesiten la pega, no que para mantenerla nieguen su humanidad más básica. ¿Qué tipo de gente llega a carabineros? ¿Qué formación reciben las fuerzas especiales? ¿Por qué no miden las consecuencias de sus actos?
¿Cómo harán para perdonarse ustedes y los carabineros?
Es difícil el perdón sin justicia. El conscripto que confesó cómo quemaron a Carmen Gloria Quintana, vivió con depresión. Cuando lo entrevistaron, rompió en llanto ante las cámaras.
Carmen Gloria lo perdonó y pienso que eso los liberó a los dos. Si volvemos a dejar temas sin resolver o a medias, volveremos a confundir una tregua con haber logrado la paz.