Oh I'm just counting

Especial: El aislamiento afecta para mal a nuestra esperanza de vida

Por Antonia Paz
 
El aislamiento social a escala mundial que hemos vivido, y seguimos viviendo, tiene consecuencias graves para nuestro bienestar psicológico y salud física, llegando a afectar a nuestra esperanza de vida.
A través del análisis de una amplia gama de estudios, se ha concluido que la soledad causada por el confinamiento obligatorio tiene una serie de secuelas negativas para nuestro organismo.
Así, según sus conclusiones, tener fuertes relaciones interpersonales es crítico para la supervivencia a lo largo de toda la vida, por lo que el aislamiento social es un predictor significativo del riesgo de muerte. Al mismo tiempo, la insuficiencia de la estimulación social afecta al razonamiento y al rendimiento de la memoria, a la homeostasis hormonal, a la materia gris/blanca del cerebro, a la conectividad y a la función, así como a la resistencia a las enfermedades físicas y mentales.
Predictor del riesgo de muerte
 
En el estudio,  los investigadores señalan que los sentimientos de soledad pueden propagarse a través de una red social, causando una percepción social negativamente sesgada, aumentando la morbilidad y la mortalidad y, en las personas de edad, precipitando la aparición de la demencia, como el Alzheimer. La soledad afecta directamente al sistema inmunológico, haciéndonos menos resistentes a las enfermedades e infecciones. De hecho, sentirse solo y tener pocos amigos puede dar lugar a una defensa inmunológica particularmente deficiente. Sin embargo, las personas que están más integradas socialmente tienen biomarcadores mejor ajustados para la función fisiológica, como una menor presión sanguínea sistólica, un menor índice de masa corporal y menores niveles de proteína C reactiva otra respuesta molecular a la inflamación.
"Desde los bebés hasta los ancianos, la integración psicosocial en las relaciones interpersonales es fundamental para la supervivencia"
Los seres humanos son intensamente sociales y se benefician psicológica y físicamente de la interacción social. Cuanto más unidos estemos en una red de amigos, por ejemplo, menos probabilidades tenemos de enfermar y más altas son las tasas de supervivencia. Se ha descubierto que las personas que pertenecen a más grupos, como clubes deportivos, iglesias o grupos de pasatiempos, reducen el riesgo de una futura depresión en casi un 25%.
 
"Somos criaturas sociales. La interacción social y la cooperación han alimentado el rápido ascenso de la cultura y la civilización humanas". Sin embargo, las especies sociales luchan cuando se ven obligadas a vivir en aislamiento. Desde los bebés hasta los ancianos, la integración psicosocial en las relaciones interpersonales es fundamental para la supervivencia. Ahora es más urgente que nunca reducir la brecha de conocimiento sobre cómo el aislamiento social afecta al cerebro humano así como al bienestar mental y físico". “La soledad se ha acelerado en la última década. Dadas las consecuencias potencialmente severas que esto puede tener en nuestra salud mental y física, hay un creciente reconocimiento y voluntad política para enfrentar este desafío social en evolución".
 
Más riesgo de enfermedades cardiovasculares: La soledad está asociada a un aumento de casi un tercio en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, como problemas del corazón y derrames cerebrales. El sentimiento de soledad se genera cuando tus relaciones sociales no son como desearías.
Menos capacidad para combatir enfermedades comunes: Un estudio investigó el efecto celular de la soledad en humanos y concluyó que puede suprimir la eficacia del sistema inmunológico. Es decir, los humanos evolucionaron para vivir en grupo, y cuando están aislados durante un período prolongado pueden sentirse inconscientemente amenazados y permanecer en un estado de "hiperalerta".
 
Presión sanguínea más elevada: La gente que sufre de soledad tiene más probabilidades de tener una presión sanguínea más alta en el futuro. La hipertensión está asociada a un mayor riesgo de derrame, ataque al corazón, problemas de riñón y demencia.
Más riesgo de muerte prematura: Y concluyeron que, contrario a lo que pueda parecer, "los adultos de mediana edad tienen un mayor riesgo de mortalidad cuando tienen soledad crónica o viven solos que los adultos de mayor edad en esas mismas circunstancias".  Se cree que el problema de la soledad se incrementará en el futuro.