Por Jackie Mercado
No corren buenos tiempos para la vida sexual. Parejas confiesan que practica menos sexo que antes. Relaciones sexuales implica un riesgo que parece que no estamos dispuestos a asumir en medio de una pandemia global.
El año 2020 será recordado por muchas cosas pero, desde luego, ni por motivar un “baby boom”, ni por ser el año en el que nuestra vida sexual fue más activa. Eso al menos es lo que muestran algunas encuestas y estudios poblacionales realizados en estos meses de pandemia, en los que la incertidumbre, el miedo al contagio y las restricciones a la vida social, entre otros factores, han hecho caer en picado el interés por el sexo, especialmente el esporádico. De hecho, las ventas de anticonceptivos bajaron.
Todos los encuestados reconocen que practican menos sexo que antes de que estallara la crisis sanitaria. El motivo por excelencia es el miedo al contagio y confiesan haberse vuelto más precavido y reducir conductas de riesgo.
Masturbación y autoplacer
Ante esta nueva situación, la solución más segura parece estar “en nuestras manos”. La mayoría reconoce recurrir más que antes a la masturbación y a las prácticas de auto placer. Otro porcentaje ha optado por probar con productos sexuales, mayormente lubricantes, geles de masaje y vibradores. De hecho, la venta de juguetes eróticos como el conocido succionador de clítoris, ha aumentado sus ventas en lo que va de año.
“En momentos como el que estamos viviendo actualmente en todo el mundo, el distanciamiento social es clave para intentar frenar esta nueva curva de contagios. Según comentan los expertos, el evitar las prácticas sexuales si no tenemos una pareja estable puede ayudarnos a no continuar expandiendo el virus, especialmente en nuestros entornos más cercanos que pueden ser vulnerables a los efectos del COVID-19. Por ello animamos a todos esos que actualmente se encuentran solteros a sustituir esos encuentros sexuales por la masturbación y el autoplacer, prácticas seguras y responsables en el momento que atravesamos actualmente".
En el autoplacer también hay brecha de género
En lo que respecta a la masturbación, todavía existe una brecha significativa entre hombres y mujeres: en todo el mundo, esta brecha llega al 68%. Esto significa que, en promedio, los hombres se masturban tres veces más que las mujeres al año. A pesar de que el placer propio (femenino) se ha vuelto más visible en las sociedades occidentales en las últimas décadas, todavía existe mucho estigma y vergüenza entorno a este tema, así como carencias en la educación. Con el objetivo de romper este tabú, se ha puesto en marcha la campaña global #IMasturbate (yo me masturbo) para visibilizar y cambiar la forma en la que la sociedad ve el placer y la sexualidad femenina.
“Los juguetes sexuales todavía se consideran un tema tabú porque están relacionados con la masturbación y el placer femenino. Y el placer femenino en sí mismo es un tema tabú. La única manera de desestigmatizar estos temas es hablar de ellos abiertamente, con frecuencia y sin vergüenza ni culpa”.