Por Antonia Paz
Las mascarillas o tapabocas ahora forman parte de nuestra cotidianidad, se han vuelto indispensables en el diario vivir de las sociedades actuales. Ahora son el principal accesorio de hombres y mujeres. Así como su uso ahora es rutinario, también se ha vuelto costumbre, en algunos casos, usar mascarillas sucias. Esto porque se deja a un lado cuando comes o bebes agua o para acomodártela una y otra vez.
Según especialistas, esto podría incrementar los riesgos de contraer el COVID-19, pero también pueden causar otras afectaciones.
“La humedad, el polvo y otras partículas que están en el ambiente saturan el filtro pasado un tiempo y se reduce su capacidad de filtración, por lo tanto no son tan efectivas como al inicio de su uso”.
Las mascarillas pueden convertirse en un vector de transmisión del virus si se dejan sobre superficies inadecuadas o se manipulan con las manos sucias, por ello hay que saber guardarlas bien y seguir las recomendaciones en cuanto al tiempo de utilización, así como las normas básicas de higiene.
Problemas con la piel
“Lo que sabemos es que es más frecuente la aparición de lesiones en la zona cubierta por la mascarilla, y que esas lesiones pueden ser de distintos tipos. La que más vemos es el acné friccional, un tipo de acné que se produce por el roce”.
También pueden darse las rosáceas, el enrojecimiento y la irritación. Luego está el acné cosmético, que puede aparecer “si te pones tu crema hidratante o el maquillaje e, inmediatamente después, la mascarilla en un ambiente de humedad”.
La mayoría de problemas dermatológicos puede ser causados por el uso prolongado de mascarillas y la fricción, pero en el caso del acné cosmético puede ser causado por una mascarilla sucia porque la suciedad satura el filtro e impide que la piel respire adecuadamente.
“Si usas la misma mascarilla más horas de las debidas y además la llevas sucia, no solo no te protegerá sino que acumularás en ella bacterias. Es como si te pones siempre los mismos calcetines”.
¿La mascarilla causa mal aliento?
¿Puede nuestra salud bucodental sufrir los efectos del mal uso de la mascarilla?
“Algunas personas piensan que han desarrollado ahora halitosis (mal aliento), cuando lo cierto es que ya la padecían antes de llevar la mascarilla pero no lo habían detectado”.
Expertos explican que en la boca conviven millones de bacterias pertenecientes a unas 300 familias diferentes, y que lo hacen en simbiosis. Teóricamente, la falta de oxígeno podría alterar el equilibrio y provocar que determinadas bacterias orales patógenas pudieran desarrollarse y comerle terreno a las demás.
Pero “es altamente improbable que en las condiciones habituales de uso de las mascarillas se produzca esta situación de falta de oxígeno. Ni siquiera usar la mascarilla más horas de las estipuladas se relaciona con ningún problema oral, al menos con clara evidencia científica”.
Especialistas señalan que no se puede decir que la pandemia y el uso de mascarillas son las culpables de caries, infecciones bucales porque no tiene una afectación directa. Sin embargo, pueden ser el resultado de un descuido de la salud bucal puesto que al no sentirte obligado a mostrar la dentadura puedes relajar la higiene bucodental y este es un grave error.
“No olvidemos que la mucosa oral es una de las vías de entrada del coronavirus. Mantener la boca sana es primordial. Y ahora más que nunca es imprescindible cuidar el cepillo, lavarnos bien las manos antes y después de usarlo, limpiarlo, enjuagarlo y secarlo, mantenerlo protegido, no compartirlo nunca, alejarlo del sanitario para evitar posible contaminación y no almacenarlo junto a otros cepillos”.
Al llevar la mascarilla, una parte del aire que expiramos queda durante más tiempo en contacto con nuestro sistema olfativo y se percatan del problema. Pero puede haber otra explicación a esta situación: si no desechamos la mascarilla pasado el tiempo máximo de uso, la saliva se irá acumulando en ella, lo que se traducirá no solo en pérdida de eficacia sino también en incremento del mal olor.o que sí parece estar relacionado con el mal uso de la mascarilla es la sensación de falta de aire que afecta a algunas personas.
“El uso de la mascarilla más allá del tiempo recomendado hace que el filtro se sature de humedad y por lo tanto no tengamos la sensación de fácil respiración que se tiene en un inicio”.
La solución está al alcance de nuestra mano: usarla siempre limpia y solo el tiempo estipulado.
Paraíso para las bacterias
Uno de los motivos para ser escrupulosos respecto al uso de una mascarilla sucia es que se convierta en un nido de bacterias que provoque infecciones respiratorias. Tiene su lógica. Afortunadamente, y según la opinión de los expertos, parece que podemos estar relativamente tranquilos. Que “hasta el momento no se han descrito casos de infecciones bacterianas en vías respiratorias altas asociadas a un mal uso de las mascarillas quirúrgicas, aunque no se puede descartar”.
Lo que sí parece estar relacionado con el mal uso de la mascarilla es la sensación de falta de aire que afecta a algunas personas.
"El uso de la mascarilla más allá del tiempo recomendado hace que el filtro se sature de humedad y por lo tanto no tengamos la sensación de fácil respiración que se tiene en un inicio”.
La solución está al alcance de nuestra mano: usarla siempre limpia y solo el tiempo estipulado.