Vía intravenosa
Ahora, el equipo liderado por Soucek, investigadora principal del Grupo de Modelización de Terapias Anti-Tumorales en Ratones del VHIO, han desarrollado un fármaco administrable vía intravenosa que ha demostrado en ratones una gran efectividad en casos de cáncer de pulmón no microcítico, el tipo más agresivo y letal en mujeres y hombres. Se trata de Omomyc, una miniproteína inhibidora de Myc, desarrollada por Peptomyc S. L., una spin-off vinculada al VHIO.
En un estudio publicado en la revista «Science Translational Medicine» los investigadores del VHIO demuestra en ratones que Omomyc puede usarse con eficacia y sin apenas efectos secundarios en casos avanzados de este tipo de tumor tan maligno.
Los resultados revelan que el tratamiento logró curar la enfermedad e un 50 por ciento de los ratones y en el otro 50 por ciento restante «hubo una regresión del tumor hasta formas más benignas». «Los resultados son espectaculares y el hecho de que en algunos de los animales utilizados se haya inyectado un tumor humano nos da más probabilidades de éxito cuando arranquen los ensayos clínicos», precisa la científica. Destaca, asimismo, el logro que supone este paso definitivo hacia el ensayo en humanos. «Habíamos probado con terapia génica la efectividad de inhibir la proteína Myc en la mayoría de cánceres. Ahora hemos trasladado lo que hallamos en terapia génica en un fármaco que, además, se administra vía intravenosa, lo que implica que llega a todas las partes de nuestro cuerpo, algo decisivo cuando hablamos de un cáncer con altas probabilidades de metástasis», matiza Laura Soucek.
Hemos creado una miniproteína capaz de penetrar en dos membranas, la celular y la nuclear. Consigue llegar hasta la proteína Myc, la ataca y la bloquea y, además, no tiene efectos tóxicos», añade.
Ensayos clínicos en 2020
Tras demostrar la efectividad de esta miniproteína inhibidora en ratones, el siguiente paso será arrancar los ensayos clínicos, probablemente en 2020.
En modelos animales ha demostrado que es capaz de curar a la mitad de los afectados y benignizar la enfermedad en la mitad restante. Ahora falta demostrar que ese éxito se traslada a humanos por eso debemos tener por ahora prudencia, concluye la investigadora. Si demuestra ser efectivo en los ensayos clínicos, el fármaco podría comercializarse en 2023.