Así lo muestra el "Estudio Internacional de Educación Cívica y Formación Ciudadana", que se aplicó a alumnos de octavo básico en 23 países de Europa, Asia y América Latina dado a conocer por la Agencia de Calidad de la Educación.
Estudiantes chilenos prefieren opinar con rayados y tomas que con ir a votar
Rayar con spray las paredes o bloquear el tránsito. Ese tipo de acciones tienen más aceptación entre los estudiantes chilenos como vía para expresar su opinión, que otras más tradicionales y que se ajusten al marco legal.
Así lo muestra el "Estudio Internacional de Educación Cívica y Formación Ciudadana", que se aplicó a alumnos de octavo básico en 23 países de Europa, Asia y América Latina dado a conocer por la Agencia de Calidad de la Educación.
La medición indica que los escolares chilenos tienen una mayor expectativa de manifestar su opinión en actividades que están fuera del marco legal. Esta predisposición es mayor que el promedio internacional.
Esto implica, en la práctica, que los jóvenes prefieren hacerse oír mediante acciones tales como pintar con spray eslóganes de protestas en las paredes, bloquear el tránsito u ocupar edificios públicos; por sobre otras como contactar a un alcalde o parlamentario, participar en una manifestación pacífica o recolectar firmas.
El secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Carlos Henríquez, advirtió que "nuestros estudiantes están teniendo una mayor valoración por actividades de participación fuera del marco legal que dentro del marco legal".
Al respecto, comentó que "creemos que aquí hay un elemento, como sociedad, para hacernos cargo de cómo priorizamos actividades pacíficas de participación; y temas como rayados o cualquier otra forma que altere o que sea catalogada como ilegal, cómo encausarlo de buena manera".
El estudio también arrojó que los escolares del país presentan un conocimiento en temas cívicos significativamente más bajo si se compara con otros países, y que son las mujeres quienes tienen mejor manejo del tema que los hombres.
También muestra que tienen un alto grado de participación cívica en sus colegios, por ejemplo votando para elegir al centro de alumnos, pero que luego, cuando son adultos, baja su disposición a participar en la vida democrática