La quinta vez de la banda de Axl, Slash y Duff en Chile cerró la primera noche del festival de Stgo Rock Fest con un espectáculo donde la pirotecnia, los constantes cambios de ropa y un setlist extendido, marcaron su presentación.
Guns N' Roses en Chile: Una oda a los excesos en un show de larga duración
Junto con The Who, Guns N' Roses era una de las bandas más esperadas de este año por los chilenos. En el Estadio Monumental, ingleses y norteamericanos congregaron a público juvenil y más maduro, quienes vieron debutar a los primeros y recibieron una vez más la presencia de Axl Rose y compañía.
Su paso por el Stgo Rock City se tradujo, también, en la quinta presentación que la banda oriunda de Los Angeles realiza en nuestro país, y la tercera con Rose, Slash y Duff McKagan juntos.
Según la productora The FanLab, fueron 45 mil personas las que disfrutaron del show de Guns en el recinto de Pedrero, quienes abrieron su presentación con su tradicional introducción de Looney Tunes, para luego abrir con uno de los grandes clásicos de su disco debut Appetite for Destruction (1987), "It's So Easy".
En el escenario se vio a un Axl Rose lleno de vitalidad pese a su estado fìsico, que no se quedó abajo en lo vocal y que, además de correr en varias ocasiones por el escenario como en sus mejores años, llamó la atención por sus constantes cambios de vestuario, que incluyeron sombreros, poleras, franelas y chaquetas.
El recorrido que la banda hizo por su discografía es el mismo formato que ha estado presentando en los últimos años. Esta vez los músicos realizaron una versión mucho más extendida, de cerca de tres horas y diez minutos, de lo que han mostrado en su tour "Not in this lifetime", que estuvo cargado de pirotecnia, solos de guitarras, luces y proyecciones varias en las dos pantallas que adornaban el escenario en cada extremo.
El resto fue algo que coloquialmente se puede calificar como un "regaloneo" para el fanático de la banda: singles como "Estranged", "You Could Be mine", "November rain", "Welcome to the jungle", "Don't Cry", por nombrar sólo algunas, fueron parte del material repasado por los estadounidenses en su reciente visita, varias de ellas coreadas a estadio completo.
A estas canciones se suman covers como "Live and Let Die", de Wings, "Knockin' on Heaven's Doors" de Bob Dylan y "I Feel Good", de James Brown. Rose y compañía, además, rindieron homenaje al fallecido Chris Cornell con el tema de Soundgarden "Black Hole Sun", extraído del disco Superunknown (1994).
Fuera de eso, no hubo mucha novedad respecto a su presentación anterior. Si bien The Who era la atracción más esperada porque se trataba de su debut, Guns N' Roses fue la banda que llevó al público en masa al monumental con su espectáculo.
Lo de Axl, Slash y Duff, la "formación original" de la agrupación, fue una oda a lo exageración: mucho clásico, mucho cover, harta pirotecnia, excesivos cambios de vestuario de su vocalista en todo momento. Sin decepcionar, y defendiéndose con un sonido impecable, los Guns cumplieron, pero es de esperar que en su próxima visita puedan realizar una evolución de su show para que la fanaticada no pierda la capacidad de asombro con sus presentaciones.