Oh I'm just counting

Homenaje a Rafael Moreno: Nos unió la mística y el convencimiento social de trabajar por campesinos sin esperanzas. Por Reinaldo Sapag, Presidente Corporación Cardenal del Pueblo

 
Rafael Moreno Rojas: Tu nombre ha quedado escrito con letras de amor y dignidad por los campesinos chilenos.
Sembraste semillas de liberación y de dignidad en los campos chilenos, abandonados por la oligarquía terrateniente. Trabajaste con fortaleza por los principios y valores del humanismo cristiano y de la doctrina social de la Iglesia.
Eduardo Frei Montalva confió en tu juventud, en tu inteligencia, en tu amor al campesino de la tierra chilena, para lograr que ella fuese fuente de trabajo y alimento para el pueblo de Chile.
 
Los campesinos estaban condenados a vivir en la miseria, sin oportunidades, sin contratos de trabajo en momentos en que los dueños de los fundos infringían impunemente la legislación laboral. Los trabajadores de la tierra vivían en pésimas condiciones de salubridad y alimentación, con índices de mortalidad infantil que conmovían el alma nacional. El sector agrícola y rural de Chile mostraban una depresión generalizada, donde el campesinado no tenía sueldos justos, ni estabilidad, sin derecho al descanso, a la salud, a la vivienda, o la educación; viviendo en condiciones humanas inaceptables.
Por todo lo anterior la Iglesia de Chile y la juventud chilena exigían un cambio trascendental, planteando una necesaria reforma agraria que permitiese expropiar las tierras improductivas, a fin de darle alimento al pueblo chileno y dignidad a sus campesinos.
 
Los obispos Manuel Larraín y Raúl Silva Henríquez, fueron inagotables mensajeros en la promoción de una reforma agraria justa y profunda. Los jóvenes de aquel entonces, especialmente los demócrata cristianos, vivíamos con la esperanza de un cambio significativo en la estructura agraria y en la propiedad de la tierra abandonada. Con mística inagotable buscamos los caminos de un orden social más justo, más humano, más cristiano. Si estos obispos fueron los inspiradores del cambio social en el campo a nombre de la Iglesia católica, Eduardo Frei Montalva y Rafael Moreno Rojas fueron los líderes políticos que encabezaron el cambio social en el agro chileno, para que nuestros campos abandonados por la oligarquía terrateniente, fuesen convertidos en una tierra fértil y así poder entregarle dignidad y oportunidades a los campesinos chilenos y sus familias.
 
Rafael Moreno, era muy joven cuando fue designado por el presidente Freí para encabezar el proceso de la reforma agraria chilena. Rafael lo llevó a cabo sin claudicaciones, seguro que estaba cumpliendo con el mandato de amar al prójimo, representado en este caso, por los cientos de miles de campesinos explotados y oprimidos.
Rafael me pidió colaborar con él en la Corporación de la Reforma Agraria, (CORA) designándome como gerente de finanzas de la empresa de más alto presupuesto del país, cuando yo tenía poco más de 25 años. Nos unía la mística y el convencimiento social profundamente arraigado a nuestras almas, de trabajar por esos campesinos sin esperanzas.
 
Trabajar junto a Rafael Moreno fue un privilegio, sin lugar a dudas es una etapa muy hermosa de mi vida. En lo familiar, junto a mi esposa Sylvia, nos significó conocer y apreciar a su leal esposa y compañera de vida, Gloria Orb y también a su hijos Rafael y Pablo. En lo profesional, trabajábamos por un ideal superior con sentido social y amor al prójimo necesitado y lo hicimos con empuje, tenacidad e inteligencia, aportando todos los esfuerzos para hacer posible ese cambio básico e imprescindible en la agricultura chilena. Ciertamente que, sin la reforma agraria, no habría sido posible el actual desarrollo agrícola de Chile y su contribución al desarrollo nacional.
 
Querido Rafael, en estos momentos de profundo dolor por tu partida, deseo expresar una oración inspirada en aquella que el propio Cardenal Silva dijera por Eduardo Frei Montalva en la homilía de su funeral:
“Ven, bendito de mi Padre, ven a gozar de la luz eterna ya que entregaste tu vida a la justicia social, diste libertad y oportunidades a los campesinos chilenos para que pudiesen tener una vida de dignidad e inclusiva como seres humanos en la sociedad chilena, fuiste un orador elocuente en la defensa de sus derechos y un luchador consecuente con tus principios y valores cristianos”.
 
Por eso Rafael, hoy estás junto al Padre que al recibirte en el cielo te interroga pidiendo que le rindas cuentas de tu accionar por la vida, y después de escucharte te dirá: “Ven junto a mí, ven a vivir conmigo hasta la eternidad ya que serviste a tu prójimo necesitado y entregaste tu vida al amor y a la justicia. Ven bendito hijo mío al cielo prometido que te lo has ganado por haber cumplido con el mandamiento de amar a tu prójimo como yo lo he amado”.