La migración internacional desde países centroaméricanos hacia el hemisferio norte se ha vuelto una problemática a nivel continental. Algunos hablan de la falta de oportunidades y la violencia en sus países de origen y otros aseguraron que no se detendrán en su objetivo de alcanzar el "sueño americano", pero todos motivados por alguna razón de peso.
Se deja en evidencia esta urgencia en el último tiempo por la multitudinaria caravana de migrantes centroamericanos que empezó en Honduras y ya atravesó tres fronteras. Solo le queda la estadounidense.
Desde que un grupo de cientos de personas salió de la ciudad hondureña de San Pedro Sula el 12 de octubre, la masa humana no ha parado de engordar a medida que avanza. Ahora son miles —4000, dicen los más conservadores; 7000, dicen los menos—, y a plena luz del día atravesaron el estado de Chiapas, uno de los tramos de México más peligrosos para los indocumentados de Centroamérica en la última década. Ahora caminan por Oaxaca.
Según la información de BBC Mundo los migrantes -entre los que se encuentran hondureños, salvadoreños y guatemaltecos- habían llegado al punto fronterizo de Tecún Umán (Guatemala), donde debían esperar a que las autoridades les entregaran un permiso temporal para transitar legalmente por México.
"Si nos quedamos aquí, nos vamos a morir de hambre y frío. No queremos asilo en México, solo queremos cruzar", gritaba uno de los migrantes, quienes tomaron acciones drásticas también por temor a ser llevados a centros de detención en México -lo cual retrasaría su travesía- o ser deportados a sus países
Los nadies de Centroamérica dejan al desnudo a sus países. Sin la ayuda de sus gobiernos, miles de centroamericanos decidieron buscar una mejor vida para ellos y los suyos o, en muchos de los casos, simplemente buscar vida
Si la tasa mundial ronda los cinco homicidios por 100.000 habitantes, la menor tasa del Triángulo Norte centroamericano es la de Guatemala: 26,1. Honduras y El Salvador siguen arriba de 40.
El mandatario estadounidense ha amenazado con enviar al ejército a la frontera con México para cortarles el paso y también amenazó con reducir "sustancialmente" la ayuda económica a Honduras, Guatemala y el Salvador por no haber sido efectivos en su detención.
Esta multitud ya hizo marca en la historia de la migración centroamericana. Falta ver qué papel quiere tener México en esa historia, y las opciones no son muchas: detenerlos y deportarlos, como ha hecho por años, acogerlos o dejarlos seguir caminando, alejándose del violento lugar donde vivían.
"La Bestia"
Los migrantes centroamericanos llaman La Bestia al tren carguero que cruza México desde su frontera sur, por la cantidad de accidentes y agresiones que sufren al viajar sobre los vagones.
A lo largo de la ruta existen bandas que exigen US$100 por permitir abordar o mantenerse en el ferrocarril, y quienes se niegan o no pueden pagar son arrojados desde el convoy en movimiento. Muchos sufren mutilaciones.
En los sitios donde bajan los migrantes hay grupos de secuestradores y de esclavitud sexual, algunos vinculados a los carteles de narcotráfico de Los Zetas y de Sinaloa.
Lamentablemente esta es la forma en que comúnmente se trasladan los migrantes en su desesperación por escapar de sus países de origen. Una travesía en un carril de la muerte, en donde un gran número de los que aborda esto vagones no llegará a su destino.
Inmigrantes hondureños