La decisión de la DC de concurrir a armar una lista parlamentaria común con los distintos actores políticos de la izquierda está generando múltiples efectos en “las derechas”, que hasta el momento navegaban tranquilos sobre la base de 3 candidaturas presidenciales y 2 listas parlamentarias para competir el 15 de noviembre próximo.
Incluso algunos opinólogos deliraban antes del 29 de junio sobre la posibilidad de una segunda vuelta entre Kast y Matthei, que claramente ha quedado superada por el triunfo de Jeannette Jara en las primarias.
La principal señal de alerta sobre esta nueva preocupación política en las derechas ha venido de la UDI, que ha calculado en función de los resultados de concejales y CORES de 2024 que la división de las derechas en la parlamentaria puede significar que no sean mayoría en el Parlamento que se instala en marzo del 2026, y que en especial, la UDI sería el partido más perjudicado en las derechas por la convergencia democrática de la centroizquierda.
En los pasillos de ChileVamos se afirma que la UDI es el partido “que se vería más perjudicado” por el desempeño del partido de Kast; esa es la razón de los persistentes llamados a la lista única opositora que hacen los dirigentes de la UDI.
Con lista única de la centroizquierda -posibilidad que se acrecienta con decision de la DC-, se señala que la derecha dividida en dos listas -una de Chile Vamos con Amarillos y Demócratas y la otra de republicanos, libertarios y socialcristianos-, la oposición arriesga quedarse sin el control del Senado y la Cámara de Diputados, cuestión que no estaba en los escenarios optimistas del primer trimestre del año.
Esa inquietud abierta desde el fin de semana post Junta DC ha acrecentado la presión empresarial de los poderes fácticos con sus inserciones mercuriales y los mensajes de voceros que señalan que “si no hay unidad no habrán platas de apoyo” y ya las preocupaciones han escalado a niveles superiores con las denuncias de Evelyn Matthei contra Kast y los bots de los Republicanos acerca de que ellos “sonrien para la foto, pero acuchillan por la espalda".
Evelyn Matthei agregó que el partido de Kast hace "campañas inmorales que buscan instalar mentiras, a través de un uso muy intenso y muy coordinado de redes sociales que afectan a personas que afectan su honra, que afectan su imagen, básicamente se busca destruirla ante la opinión pública"; además, agregó que "si ellos hacen esto estando en la oposición, uno se pregunta que estarían capaces de hacer si alguna vez tuvieran el poder de la Presidencia de República"..
Este discurso marca heridas muy profundas en el sector, dificil de sanar antes del 18 de agosto, por tanto la posibilidad de que las derechas armen una sola lista parlamentaria se ve dificil, aunque ya conocemos la influencia del poder del dinero empresarial en las derechas.
Matthei después de meses, se da cuenta tarde que el adversario a derrotar en primera vuelta es Kast, que debe acrecentar su diferenciación con la ultraderecha y buscar el voto más moderado (el piñerismo) en la derecha. No es fácil la opción que tomó Matthei ya que el mundo empresarial y los activistas de ultraderecha persistirán en la presión hacia su giro crítico a Kast y los senadores de RN no la acompañaran en judicializar estas denuncias.
Todos estos giros y tensiones en las derechas son producto de que la ultraderecha de Kast desde 2022 ha desafiado la hegemonía de RN-UDI, donde la UDI es un partido en declive electoral desde 2016 -como la DC y PPD como reconoce Longueira esta semana- y en esta elección parlamentaria la ultraderecha -Kast, Kaiser y Social Cristianos- apuestan a defenestrar a ChileVamos de su rol hegemónico en la derecha.
Esta elección es decisiva ya que es con voto obligatorio, donde votarían alrededor de 11,5 millones de chilenos/as y tomando el comportamiento de las últimas elecciones, en especial la de 2024, se observa una ventaja de las derechas.