Nuestra sociedad genera permanentemente noticias que explican y ahondan la desconfianza de la ciudadanía en las instituciones democráticas y en especial hacia la élite política y judicial.
Ahora es el caso jueza Verónica Sabaj con el abogado Luis Hermosilla que revelan la reiteración de conductas corruptas en el Poder Judicial, que afortunadamente alertaron a que la Corte Suprema abriera un cuadro de remoción de la magistrada en torno a un caso que se parece demasiado al de la ex ministra Angela Vivanco del año pasado.
Pero también vimos una entrevista en CNN donde la diputada Catalina Pérez (FA)explicaba los whatsapp que mantuvo con Daniel Andrade ((exFA, pareja de la diputada y presidente de la Fundación Democracia Viva) donde queda claramente establecido que la diputada Pérez conocía de los Convenios con el MINVU Antofagasta, incluso cooperó con ideas y tips para responder los requerimientos de la prensa y hoy señala que esa conversación de hace año y medio fue “un error de ponderación”, que la “da vergüenza, que no sabe quién es esa persona”. Lamentable que ella no haya reconocido que mintió, que sabía de los convenios, que su respuesta hace 18 meses de que “eran un asunto de hombres adultos” no la exime del conocimiento que tenía y de las gestiones que realizó para ubicar en un puesto de poder a Daniel Andrade.
Queda claro que la promesa del Presidente Boric que se acababan “los pitutos políticos” con las nuevas generaciones en el poder, fue otra promesa vana e incumplida, que al contrario las oficinas gubernamentales se han llenado de “operadores sin experiencia”, que explican por ejemplo la contratación de más de mil periodistas o comunicadores entre los ministerios SEGEGOB y Cultura, el fuerte incremento de personal que están significando los SLEPS. Incluso se alerta que el gasto en personal en el Gobierno Central ha crecido desmesuradamente la última década.
También con el caso de la diputada Catalina Pérez, Democracia Viva, ProCultura se observa que hay un despilfarro de recursos públicos vía Fundaciones y en actividades con nula productividad y aporte al desarrollo local.
No ha existido un mejoramiento cualitativo de la gestión pública con esta administración, al contrario, los servicios públicos están altamente cuestionados (listas de espera en hospitales públicos, mala calidad educativa de SLEPs y municipios, inseguridad en los barrios, déficit habitacional etc), pero se ha triplicado el personal en las dependencias públicas y se ha incrementado en gasto en contratas y honorarios en la última década.
El caso de la frustrada adquisición de la casa del Presidente Allende para convertirla en Museo, coordinada desde el segundo piso de asesores en La Moneda revelan que la calidad de la asesoría técnica y política es mediocre, ya que la operación era claramente inadecuada ya que participaban una senadora y una ministra en ejercicio con lo cual se vulneran explícitamente la disposición constitucional de que las autoridades en ejercicio “no pueden celebrar contratos con el Estado”. Una cuestión de principiantes o amateurs involucrados en el Estado.
Este episodio, más la lentitud para solicitar la renuncia al exsubsecretario Manuel Monsalve, el caso Democracia Viva siempre han tenido la presencia del jefe de asesores de Boric, Miguel Crispi, (FA) el cual hasta ahora ha sido eximido de responsabilidad política. Este joven político de la élite educativa, hoy ha vuelto a ser cuestionado por parlamentarios PS y PPD quienes señalaron que “debería dar un paso al costado o renunciar a su cargo. Este no es un tema de hoy, sino que han sido una serie de conductas que permanentemente hacen que estemos hablando respecto a él”, han señalado miembros del Socialismo Demócratico.
También se ha conocido en las últimas horas, el caso del exdiputado Camilo Morán (RN), que fue formalizado por realizar un llamado de falsa bomba en un acto de campaña del propio presidente de su partido, el senador Rodrigo Galilea. El caso causó conmoción y éste exparlamentario que fue brazo derecho del actual alcalde de Santiago Mario Desbordes (RN) y del exalcalde de La Florida Rodolfo Carter (exUDI), decide suspender su militancia en ese partido.
Además Morán, tenía un altisímo cargo directivo con el actual alcalde Daniel Reyes, (pro RN) que reemplazó a Carter y en las últimas horas se conoce que Camilo Morán renunció para no "manchar" la gestión del nuevo jefe edilicio.
Las élites deben renovarse, pero también está el desafío de que emergan generaciones preparadas, con experiencia en materias de gestión ya sea en la sociedad civil o mundo privado, pero queda claro producto de la mediocre gestión actual, que no puede pasarse de las asambleas universitarias a gestionar y dirigir importantes instituciones gubernamentales o estatales.
Catalina Pérez, Camilo Morán, Miguel Crispi, Daniel Andrade, Verónica Sabaj entre otros nombres revelan que la nueva élite es mediocre transversalmente, con débil formación en probidad y transparencia y esto explica también el estancamiento social, político y económico que vivimos hace más de una década.
Esto debe cambiar, no podemos como país seguir con élites mediocres.